anastasia, caos

02

CAPÍTULO DOS

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ANASTASIA YA SE ENCONTRABA EN GREENDALE, desde que llegó a ese pueblo un mal presentimiento se había apoderado de todo su cuerpo haciendo que quisiera salir corriendo de ahí y nunca regresar. Mientras caminaba por el camino que daba hacia la casa que tanto anhelaba encontrar, de vez en cuando, sostenía con fuerza su maleta mirando para todos los lados con temor. Sí, sabía que estaba siendo un poco paranoica y dramática pero era algo que no podía evitar ya que de su cabeza la voz de su madre resonaba una tras otra advirtiéndole lo peligroso que era ese pueblo, aparte de lo que le había pasado la noche anterior, con más razón tenía ese miedo.

"Ten mucho cuidado, Stass. En ese pueblo no te puedes confiar de las personas que viven ahí, lo digo por experiencia."

Respiró hondo cuando logró divisar la casa así que apresuró sus pasos llegando a las escaleras que se encontraban. Levantó un poco la maleta y empezó a subir hasta llegar a la puerta. Dejó la maleta nuevamente en el piso, tocó la puerta y los nervios aparecieron de una forma violenta haciéndola estremecerse. Sus piernas empezaron a flaquear, su respiración acelerarse y sentía que su corazón se iba a salir de su pecho en cualquier momento.

Se encontraba distraida tratando de controlarse cuando la puerta se abrió, Anastasia levantó la vista y frunció el ceño al no reconocer a la persona que le abrió, pensó que después de todo la persona que la iba a recibir sería el moreno. Hilda, quién había abierto la puerta, se sorprendió al verla ahí parada con una maleta no podía creer cuanto había crecido, recuerdos le empezaron a llegar bruscamente haciendo que se sintiera un poco abrumada. La voz de la pelirroja la hizo salir de sus pensamientos, agradeciéndole mentalmente por ello.

—¿Se encuentra Ambrose?—preguntó en un tono tímido, algo que se le hizo raro ya que ella no era así.

—E-eh c-claro que si.—tartamudeó, maldijo en su mente y se aclaró la garganta.—¿Quién lo busca?—

—Soy Anastasia Blackburn una vieja amiga.—se presentó, estrechando la mano.

—Hilda Spellman.

Ambas se estrecharon la mano sonriendo, pero la pelirroja se le borró la sonrisa cuando su mano hizo contacto con la de Hilda, un escalofrío se hizo presente recorriendo por toda su columna vertebral. Cuando se dió cuenta que dejó de sonreír, sonrió forzadamente para no levantar sospechas. Luego de eso ambas deshicieron de sus agarres y se quedaron ahí mirándose sin saber que hacer hasta que escucharon unos pasos. Las dos miraron a donde provenía los pasos y ver que solo era el moreno bajando las escaleras e caminando hacia ellas con una gran sonrisa en su rostro.

—Anastasia.—soltó un suspiro mientras abrazaba a la chica con gran fuerza.

—Ambrose.

Luego de varios segundos abrazados ambos se separaron y el moreno tomó la maleta de su amiga y se adentró a la casa haciendo que Anastasia le sonriera un poco a Hilda y siguiera a su amigo hacia donde él se dirigía. La rubia cerró la puerta volviéndose nerviosa por cuál iba hacer la reacción de su hermana, Zelda, cuando lograra ver a la chica luego de muchos años sin saber de su paradero.

(...)

—No, Ambrose. No me pienso quedar aquí eso nunca lo llegamos a discutir pero estoy segura de que no me quedaré a dormir en esta casa mientras esté en este pueblo.—se cruzó de hombros mientras miraba al moreno con una expresión seria. Ambrose se pasó ambas manos en su rostro frustrado.

—Oh vamos, Stass. Estoy seguro que mis tías no se molestarán incluso Sabrina se emocionará al ver que hay otra mujer en la casa.—le suplicó mientras la tomaba de ambas manos y hacía una expresión triste.

Anastasia se río levemente deshaciéndose del agarre y se giró sobre sus talones saliendo de la habitación del chico. Escuchó sus pasos detrás de ella hasta que lo vió llegar a su lado tomándola del brazo, ambos se miraron a los ojos mientras que Ambrose se iba acercando poco a poco hasta que sus respiraciones se mezclaron, se iban a besar ya que sus labios se estaban rozando cuando unos pasos los interrumpieron haciendo que se separaran bruscamente. Anastasia bajó su cabeza a lo que Ambrose miró a la persona responsable de haberlos interrumpidos viendo que solo era su tía Hilda quién los mirara sorprendida y asustada.

—¿Algún problema Tía Hilda?—le preguntó Ambrose frunciendo su ceño. Anastasia levantó su vista viendo que la mujer se encontraba mirándola.

—Oh, ya la comida está lista.—avisó volviendo a mirar al chico y se fue dejándolos solos.

—Tu tía es rara.—habló Anastasia dejando a Ambrose atrás mientras la veía alejarse con una pequeña sonrisa en su rostro.

La pelirroja abrió la puerta principal dejando ver a Zelda, quién iba abrir la puerta, notó que la chica se encontraba en un trance y se fijó en ella viendo sus rasgos facial que raramente se les hacían familiar. Hilda llegó a un lado de la chica viendo que se había quedado viendo a Zelda pero no parecía reaccionar haciendo que confirmara que había entrado a un trance y que solo su cuerpo había reaccionado solo.

—Oh mierda.—susurró Hilda, haciendo que Zelda la mirara seria.—Cariño, ¿estás bien?—puso una mano en su hombro tratando que la chica reaccionara o algo.

Anastasia suspiró volviendo a la realidad y miró a Hilda confundida sin saber como había llegado a la puerta ya que un momento ella estaba bajando las escaleras para ir a la cocina a comer y ahora se encontraba parada con la puerta abierta y al frente se encontraba una mujer rubia alta con su casi mismo estilo de ropa y su pinta labios color rojo oscuro.

—Perdón.—se disculpó dándose media vuelta para ir hacia la cocina.

—Hilda...

—Lo sé pero en realidad está aquí porque Ambrose la llamó. Al parecer usó magia para comunicarse con ella y la trajo hacia aquí.

Ambas hermanas caminaron hacia la cocina y se quedaron mirando como Ambrose y Anastasia hablaban animadamente, pensando en que la pelirroja iba a estar en peligro si ellos se enteraban que había vuelto a Greendale.

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aquí está el capítulo tan esperado, quiero pedirles perdón porque siento que no fue muy interesante este capítulo incluso traté de mejorarlo pero me di por vencida y decidí publicarlo. peroooo, los próximos capítulos serán muchísimo mejores que este!