Cuando lo leas de noche

3. Cuando mires por la ventana

Yo también estaré mirando, estaré viajando, estaré lejos de tu lado. Aun me quedaron mil dudas son mil razones para volver, a cada que resuelvo es un paso menos. Me peleo en rodeos de ideas y mato de un gatillo las ilusiones, me ocupan memorias que podría aprovechar.
Tierra de ladrones en la que me metí, ahora también en los sueños. Como puedo estar tranquilo si la mitad de lo que digo te lo deje sembrado en tu jardín con enanitos, ahí donde pensaba en recostarnos para apreciar que nueva historia puedo dibujar entre polvos y estrellas. Nunca termine una contigo y te contaran miles pero ninguna como la que yo te guarde, una que escale desde desde tu despeinado hasta las pecas de la luna.
Octava maravilla dando vueltas al mi alrededor que de pronto me mira y no calculo mis nervios. Pretendía sentirme en paz, pero juegas a sacudir la caja de mis sentimientos para ver si queda algo, no duele nada, jaja que mentiroso que soy.
Es necesario el sufrimiento, algo que nos recuerde para que vivir; eso lo aprendí contigo. Aprendí a no mirar por encima del hombro, aprendí a que la mirada puede estar mas afilada, aprendí a mirar las flores como jardinero, aprendí a mirar la luna como el sol. Lo que nadie me enseño es como mirar la ventana sin pensar en ti.
Lo mas triste es que la dibuje sobre la pared, lo mas parecida a la de mi cárcel. Me queda el ultimo pedazo de tiza y la gasto tratando de volverlo recordar, en como la solía pensar. Se que no se ve igual pero hasta parece que puedo escapar y si siento el chocar por lo menos me hará soñar hasta mañana, ahí si podre salir sin escalas y podre ir sin una llamada pero por favor entiéndeme y no te alteres cuando me mires por la ventana. Porque te imagine con cada reproche pero no pensé que seria de esa noche