Capítulo 1- El comienzo

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Me despierto al sentir la luz colándose por mis párpados cerrados, nublando mi vista, interrumpiendo el ligero sueño que me había costado horas conciliar. Me acurruco entre las sábanas, sintiendo la respiración relentecida de mi hermana, que duerme plácidamente sin importarle la luz que entra por la única ventana que hay en la habitación. Su cama se encuentra de espaldas a mi, mirando hacia la pared. Su pelo castaño arremolinado descansa sobre la almohada. Es la viva imagen de mi padre, tanto física como mentalmente. Siempre nos han dicho que nos parecemos muchísimo, hasta llegando a confundirnos por las gemelas de la familia. Sus ojos verdes, más claros que los míos, son lo único que impiden que podamos hacernos pasar la una por la otra. Al contrario que yo, ella siempre ha sido más delgada, no tan musculada, cosa que me hace envidiarla desde que tengo uso de razón. 

Recuerdo aquella vez que los Hollow organizaban una fiesta y yo le pedí prestado a Claire su vestido carmesí, y nada más cerrar la cremallera esta explotó, rompiendo el vestido y dejándolo inutilizable. Jamás había sentido tanta vergüenza a la vez que rabia, y todo por que quería impresionar al imbécil de Jack Hollow... que estúpida.

Decido despertar definitivamente de mis ensoñaciones y me levanto de la cama, un pie detrás de otro. El suelo está congelado, y enseguida siento la brisa que se cuela por la ventana. Estoy segura de que a Polly se le olvidó cuidar de la chimenea durante su turno esta noche. Recojo mi chaqueta verde de la silla desastre donde dejo toda la ropa sucia y me la pongo sobre los hombros. Salgo de la habitación sin mucho cuidado de despertar a Claire, tiene el sueño tan profundo que no la despertaría ni el sonido de una bomba...

Antes de bajar las escaleras, me dirijo como siempre a la habitación de las gemelas, no es la primera vez que se han ido fuera antes de lo permitido, así que siempre me aseguro de que estén en la cama antes de empezar el día. 
Me dirijo entonces a la cocina, en el piso de abajo, y preparo café y unas tostadas. El reloj de cuco canta la hora, las 5.00 a.m, lo que significa que la medicina de mamá está a punto de llegar con el correo. Pongo la mesa y preparo un escaso desayuno para las niñas, que ya bajan las escaleras somnolientas.


-Buenos días chicas, ¿que tal habéis dormido?- Pregunto inquisitiva.


-Bueno, yo casi no he dormido, he vigilado el fuego toda la noche- dice Polly con una sonrisa traviesa.- lo que Hope tenía miedo y subí antes de lo que debería.


Miro a Hope y ella me devuelve la mirada, ambas sabemos que eso no es cierto, pero es incapaz de acusar a su hermana. Asiento con la cabeza molesta mientras pongo los ojos en blanco.
-Pues nada, no importa, pero hoy recuperas horas- le digo entre risas.


Ella resopla, pero acepta el castigo. Me dirijo a la puerta mientras las gemelas desayunan y recojo el correo y las medicinas, que deslizo bajo la puerta de la habitación de mi madre. A los pocos segundos veo cómo está desaparece por debajo de la puerta. 


-Voy a vestirme, si necesitas algo me avisas.- le digo a mi madre a través de la puerta. Como de costumbre, no hay respuesta.


Me coloco el uniforme y les entrego la ropa a las niñas, ya preparadas para ir a la escuela. A los pocos minutos cogen sus mochilas y salen por la puerta. 


Escucho ruidos caóticos en la parte de arriba. Claire baja las escaleras apresurada, completamente vestida en ropa que no había visto antes.


-Buenos días.- dice apresurada mientras se mete media tostada en la boca.- llego tarde.


-¿Dónde está tu uniforme?- le pregunto mientras miro su conjunto, prohibido en toda la ciudad.- ¿de donde has sacado eso?-digo señalando una enorme mochila que lleva a la espalda.


-No hay tiempo, me voy- dice con la boca llena. -llegaré tarde, no me esperes.


Antes de que pueda contestar, sale por la puerta sin mirar atrás. Me quedo mirando la puerta durante unos segundos, anonadada. ¿Donde coño va? Si la pillan la confundirá con un infectado y la matarán... Miro por la ventana esperando verla caminar de vuelta a casa, para cambiarse e ir al trabajo, pero ha desaparecido, no la veo por ninguna parte.


Decido intentar no preocuparme y me preparo para ir al trabajo, esas armas no se van a construir solas. Camino por las desiertas calles, topándome de vez en cuando con pelotones de soldados, que caminan al unísono hacia las puertas de la ciudad. Instintivamente comienzo a imaginar que habrá a las afueras de los muros de Hillsky City, y por que necesitan tantos soldados para luchar contra ello. Si bien es cierto que todavía hay un gran número de infectados ahí fuera, después de los casi 100 años que han pasado desde el brote no puede ser para tanto...¿verdad?


Entro por la desgastada puerta principal, a la que no haría ningún daño una mano de pintura, y encuentro a las gemelas sentadas en la mesa de la cocina, ya preparadas para cenar.

-¡Hola Katie!- Dicen al unísono.- ¿Que tal el día?- Pregunta ahora Holly con una sonrisa de oreja a oreja.

-Bien, como siempre.-Contesto. Está prohibido hablar de trabajo, si alguien se enterara de la cantidad de armas que estamos fabricando sin motivo alguno cundiría el pánico, y aquellos a los que se les ocurra desvelar información confidencial tendrán graves problemas.- ¿Que tal el entrenamiento hoy?- Pregunto desviándome del tema.

-Muy bien, por fin nos han dejado coger armas de verdad- Contesta esta vez Polly.- Ya estaba cansada de las replicas de madera.

-Bien, me alegro mucho.-Miento. No me hace ninguna gracia que enseñen a los niños a luchar tan jóvenes. Si bien las gemelas ya tienen 14 años, llevan desde los 10 siendo entrenadas contra los infectados, o eso nos dicen... Hace años que no vemos ningúno, las patrullas de soldados se encargan de que así sea, así que, ¿para que necesitan un ejército de niños?- Avisad a Claire y a mamá de que la comida estará lista en un momento, por favor.

Las niñas se miran mutuamente mientras hacen gestos nerviosos con la cabeza en mi dirección, como decidiendo a quien le toca contarme algo.

-¿Que pasa?-Pregunto intrigada.

-Ahm...-Dice Polly, decidida a hablar.- Hemos entrado a vuestra habitación un momento a buscar la ropa sucia... y esto estaba encima de tu cama.- Me entrega un sobre blanco abierto, que enseguida deduzco que han abierto Polly y Hope.

-Gracias... Ahora vuelvo- la interrumpo con el sobre en la mano. Subo a la habitación que compartimos Claire y yo y me siento en la cama, sacando la carta del sobre apresuradamente.

"Katie,

Necesito que leas con atención esta carta que tienes entre las manos, lo que estoy a punto de contarte es muy importante. He huido, y lo he hecho por que he encontrado un sitio fuera de las murallas que parece seguro. No quiero que me sigas, de momento, necesito asegurarme de que este lugar es suficientemente seguro para traer a mamá y las niñas. Quiero que sepas que si hago esto es por que he visto mucha mierda, tu y yo sabemos que los militares somos de los que más cosas nos enteramos, pero lo único que puedo decirte por ahora es que el Gobierno nos miente, debemos escapar de allí como sea. Por ese motivo busco alternativas, una nueva forma de vivir...

Necesito que lo prepares todo, todo lo esencial para un largo viaje, por que, en cuanto llegue al punto de encuentro te llegará otro sobre, y la próxima carta te dirá que me sigas, que cojas a Polly, Hope y mamá y te reúnas conmigo.

Sé que lo que te estoy pidiendo puede ser difícil de digerir, pero debes confiar en mi, espera la próxima carta, y, en cuanto la recibas dirígete donde te indique.

Ahora, quema esta carta, que no puedan encontrarnos.

Claire"

Wasteland: El virusDonde viven las historias. Descúbrelo ahora