-No -le respondí-. La idea de conocernos en estas circunstancias no me agrada en lo absoluto.
-¿Por qué no? Tampoco es el fin del mundo.
-Pero podría serlo para alguien. Sobre todo si se muere.
-Buen punto.
Suspiré y volví a levantar la vista al cielo. Ojalá ese alguien no fuera alguno de mis abuelos.
-¿Por qué te entusiasma tanto la idea de la cuarentena? -le pregunté sin poder entender qué tenía de bueno toda esta situación.
-Es una buena oportunidad para hacer cosas en el departamento, y conocer personas del edificio.
-¿Por qué no hacer todo eso antes?
-No es que no hubiera querido. Acabo de mudarme.
Dirigí mi mirada hacia él. No parecía muy alto, tenía pelo oscuro y largo y eso era todo lo que podía distinguir en la oscuridad.
-¿De verdad?
-Sí. ¿Me habías visto antes?
Lo pensé y no. Pero tampoco había visto o conocido a otros inquilinos del edificio, excepto a la señora con el chihuahua del piso 1 y al chico lindo del piso 9.
-No. No te había visto. ¿Cuándo llegaste?
-El sábado. Se suponía que empezaba las clases este lunes.
-Chomaso. No fue un buen comienzo.
Él se rio.
-Hablás como cordobesa -dijo divertido.
-Vivo en Córdoba prácticamente todo el año, tiene lógica que se me peguen algunas expresiones.
-Cierto. ¿De dónde sos?
Suspiré.
-Te había dicho que no tenía especialmente ganas de conocernos.
-¿Se te ocurre algo mejor que hacer?
-No -contuve el aire y me senté en el suelo del balcón con las piernas cruzadas "como indiecito", diría mi mamá, en forma de rendición.
-Soy de Tierra del Fuego -respondí-. ¿Vos?
-De Ceres, Santa Fe.
-Ah.
No tenía idea de dónde quedaba eso. ¿Se escribía con "S" o con "C"?
Momento incómodo de silencio.-¿Siempre viviste acá en estos departamentos? -quiso saber.
-Durante los últimos 4 años, sí.
-¿Qué estudiás?
Su pregunta me tomó desprevenida. Hacía tiempo que esas palabras me hacían desvelar por la noche.
-El profesorado de Educación Física.
-¡Qué bueno! Debés estar terminando, ¿verdad?
Solté una risa sarcástica sin poder contenerme.
-Debería.
-Te entiendo. Yo siento que me falta una eternidad todavía.
-¿Qué estudiás? -me vi obligada a preguntar.
-¿Ahora? Fotografía.
-¿Eso es una carrera?
-Sí, Tecnicatura Superior en Fotografía.
-Interesante.
-Sí. Me gusta.
-Y ¿tiene salida laboral?
-¿Qué clase de pregunta es esa? ¿No se supone que es una de las preguntas que no se tienen que hacer a un estudiante? Parecés mi papá -dijo en voz más baja-. Y sí, si tiene salida laboral. De hecho, ya tengo mucho trabajo.
Me sentí mal por mi pregunta anterior, así que quise cambiar de tema.
-¿Qué estudiabas antes?
Esta vez, él fue quien se rio con sarcasmo.
-Ciencias Económinas.
Debo admitir que no esperaba esa respuesta.
-Gran cambio- comenté.
-Sí, fue una decisión difícil.
Supe a qué se refería, pero no se lo dije.
-¿Pudiste hacer todo lo de la mudanza?
Él pareció despertar de algún pensamiento lejano.
-¿Qué?
-Que si pudiste mudar tus cosas y conseguir todo para el departamento. Va a ser difícil con la cuarentena.
-¡Ah, sí! Creo que tengo todo. Cualquier cosa, te aviso.
No había ofrecido mi ayuda, pero me pareció lo más cordial no decírselo. Era un buen momento para ser solidario.
-Bueno... -contemplé el cielo una vez más y me puse de pie-. Un placer conocerte. Me voy a cenar.
No le di tiempo a responder más nada antes de entrar a mi departamento.
En contraste con el aire de afuera, adentro hacía un calor insoportable. Prendí el ventilador, saqué el táper de la heladera con las sobras del arroz del mediodía y me puse a comer mientras veía memes del coronavirus en instagram. Resultó ser que la gente pasaba su tiempo haciendo "retos". La mayoría me resultaron ridículos, pero debo admitir que después de ver a Messi, me dio curiosidad saber si podía llegar a los 20 toques con el papel higiénico.
Terminé de comer y lo intenté. Lo logré al tercer intento, pero no subí el video.
El ejercicio me dio ganas de salir a correr, como estaba acostumbrada antes de ducharme e ir a dormir, pero la cuarentena me lo impedía. Si bien se suponía que comenzaba a las 00:00hs, mi mamá me mataría si se enteraba que había salido.
Me contuve y me fui directamente a duchar. ¿Cómo estarían las cosas en Tierra del Fuego? Decidí hablarle a mis abuelos apenas saliera de bañarme. Convencerlos de hacer cuarentena iba a ser difícil.
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Acuarentena2
Short Story¿Cuarentena? ¿Qué era eso? ¿Cuánto tiempo duraba? 21:30 del jueves 19 de marzo en Argentina. -Estamos oficialmente acuarentenados- dijo mi vecino desde su balcón. -Tu positivismo es extraño. Ni siquiera te conozco. -¿No te entusiasma pensar que te...