Capítulo 1

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Park Soo Na

Abrí los ojos y suspiré como todas las mañanas antes de levantarme de la cama.

Volteé despacio hacia la izquierda y sonreí.

Ahí estaba él.

El hombre que me tiene suspirando día y noche desde los últimos seis meses.

Llevé mis dedos hacia su mejilla y la acaricié suavemente. Él arrugó la nariz por inercia y regresó a la normalidad en cuestión de segundos. Reí suavemente ante eso.

Amo todo de él.

Sus ojos, su nariz, sus labios… Sus mejillas, su sonrisa, todo lo que posee es perfecto.

Y ni qué hablar de su piel. Tan suave que es capaz de hacerme tiritar con su sólo contacto.

Adoro la suavidad de su cabello, sus gestos y sobre todo cuando ríe. Se ve tan tierno que me gustaría detener el tiempo en ese momento y para siempre.

Cuanto estoy con él me olvido del resto del mundo.

Me encanta la expresión de su rostro cuando come algo que le gusta. Siento un no sé qué, que me llena totalmente por dentro.

Jamás pensé a sentir algo así en mi vida ya que soy poco sentimental, incluso podría decir que soy algo cruel.

Me han lastimado tanto en la vida que llegué a creer que el amor no existe y que la ilusión que decíamos sentir en relación a otra persona –en este caso tu pareja– era la simple respuesta de neurotransmisores y ya.

Los chicos con los que salí antes siempre me pedían un poco más de contacto físico, caricias, cariño; pero para mí era difícil hacerlo ya que no era parte de mi personalidad.

Hasta que llegó él…

Y confieso que ahora todas las cosas son muy distintas.

No necesita pedirme nada porque hago todo por él, a cambio de su simple compañía.

Ahora la que aclama por cariño, caricias o un poco de tiempo soy yo, aunque no lo hago directamente, siempre que puedo insinúo querer más contacto físico de su parte.

Él es detallista, tierno, todo un caballero. Siempre está pendiente de que me sienta cómoda y de que todo lo que hagamos sea de mi agrado.

Tal y como me imaginé que sería el hombre de mi vida.

¿Suena perfecto no? Y lo sería, si no fuera por un pequeño detalle: Nuestra etiqueta es de amigos con derechos. Y fue mi culpa, todo mi culpa.

Si desde el inicio hubiera hablado con claridad conmigo misma, las cosas no estuvieran así.

Lastimosamente él llegó por accidente a mi vida, justo en un momento que necesitaba compañía, amor, abrazos… y fue ahí donde lo conocí.

Me adherí a él de una forma poco común en mí.

La nostalgia que producía su ausencia me conducía a evidenciar la inmensa necesidad de mi alma por tenerlo siempre junto a mí.

Me acostumbre a él más rápido de lo que pensé.

Exactamente un mes después de vernos ocasionalmente y desde entonces vivo en una constante incertidumbre que muchas veces no me deja dormir y me hace llorar si razón en los momentos que menos espero.

Cuando nos vemos, me abraza y me besa antes de que si quiera se lo pida.

Me hace sentir amada y especial.

Cuandl estamos a solas me siento muy querida por él… Pero basta que salga el sol de la mañana para tener que hacer como si nada de lo vivido fuera real, como si se tratara de un sueño o algo hasta quizá imaginario.

Anoche la pasamos el rato juntos, cenamos y vimos una película, como una pareja.

Después de eso, comenzamos a besarnos intensamente hasta que nuestras hormonas nos hicieran desear probar hasta el último rincón del cuerpo del otro.

Mi habitación fue testigo de la pasión que desbordaba de nuestro encuentro, ya que es lo mejor que sabemos hacer desde que nos conocimos y sé que cada celula de mi cuerpo desea repetirlo hasta el fin de mis días… y sólo con él.

Lastimosamente soy consciente de que no soy la única en su vida.

Todas las mujeres mueren por meterse en su cama… y él las acepta. Eso me parte el corazón pero no hay nada que pueda hacer para cambiarlo.

Sé que cuando despierte me hará suya otra vez, me prometerá volver a vernos pronto y se irá.

Como siempre.

Will You Still Love Me Tomorrow? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora