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Ambos chicos estaban sentados uno enfrente del otro. Comiendo en silencio, el castaño desviaba la mirada cada que el pelinegro lo miraba a los ojos y esque le era inevitable mirarlo.

El silencio era incomodo, hasta que el pelinegro hablo.

—¿Como te llamas?— el castaño lo miro

—Soy Taehyung, Kim Taehyung ¿Y tu?— tomo un sorbo de café

—Soy Jung Hoseok— dijo el pelinegro terminando el último pedazo de emparedado —¿No te molesta que me quede a dormir?—

—Yo, no...no creo que sea correcto dejarte afuera en la lluvia— dijo mirándolo a los ojos —la pregunta es ¿No se molestaran en tu casa? Digo por no llegar a dormir—

Hoseok desvío la mirada, y bajo un poco la cabeza, cerro los ojos y después los volvió a abrir, encontrándose con la mirada curiosa de Tae.

—No, la verdad no, a mi hermana no le importa, tampoco a mi madre—

Taehyung sintió como algo dentro suyo se rompía y como otra parte se ponía feliz al escuchar aquello.

—Y dime, ¿Cuantos años tienes? Te vez muy chico— pregunto el pelinegro rompiendo ese pequeño silencio que se había formado.

—Tengo 17 ¿Y tu?—

—20— dijo mirándolo fijamente

Taehyung se sorprendió al conocer su edad, pensaba que era más grande, sin duda le calculaba unos 23 años.

—Pense que eras mas grande— dijo con un sonrojo en la cara

—¿Tan viejo me veo?— pregunto con burla el mayor

—N-No— río nervioso

El mayor río al notar el nerviosismo de menor.

—Hyung, no se burle—

Hoseok dejo de reír y sonrió, aquel chico era un niño, ¡UN NIÑO! con el que había imaginado cosas sucias. Estaba jodido, era un mocoso que le disparaba las hormonas al mil.

—¿No crees que es raro que un chico como tu viva solo?— le pregunto con curiosidad

—¿No le parece extraño que usted una persona mayor viva aun con su madre y hermana?— pregunto contra-atacando.

Hoseok dejo de sonreír para ponerse serio. Taehyung sintió un escalofrío recorriendo su espalda, se estaba metiendo en cosas que no le importaban.

—Lo siento Hyung, no pensaba meterme en cosas que no me importan— dijo con miedo a como reaccionaria el pelinegro

Hoseok al mirar la expresión de su menor comenzó a reír sin parar. Taehyung se sintió confundido.

—¿De que se ríe Hyung?—

—De ti— dijo con dificultad al estar riendo

—¿De mi?—

—Oh, no te preocupes Tae, no me eh enojado, solo queria ver que hacias— explico cuando su risa paro —la verdad esque, estoy ahorrando para comprar un departamento y dejar a mi familia—

—oh, yo pense que se había enojado Hyung— dijo con pena —Yo, compre este departamento, con ayuda de mi abuelo y decidí vivir solo, mi familia me asfixiaba y decidí dejar todo atrás—

—Vaya, pues debo decir que tienes un buen gusto para decorar—

—Gracias—

—Bueno, yo creo que sera mejor dormir— dijo el pelinegro

—Pienso lo mismo— sonrió mostrando la sonrisa cuadrada

Hoseok nunca pensó que le gustaría tanto esa sonrisa cuadrada, de hecho era la primera vez que lo veía sonreír desde que llegaron.

Taehyung recogió los platos y tazas, los llevo al lavaplatos, y los depósito en el. Salio de la cocina y camino hacia las escaleras.

—Taehyung— dijo el pelinegro

—Dime Hyung— dijo el menor regresando al living

—¿Me podrías prestar tu baño?—

—Claro....por aqui— dijo subiendo las escaleras seguido por el mayor.

Al llegar al final de las escaleras tropezó con un pequeño juguete que habia tirado, cayendo de espaldas, cerro los ojos esperando el golpe que nunca llego. En cambio unas manos se posaron en sus caderas y su espalda choco con un pecho bien formado.

—Deberias tener mas cuidado— dijo una voz ronca en su nuca

Abrió los ojos y se sonrojo, avergonzado asintió y recogió el juguete, lo dejo en la mesa de noche que estaba al pie de las escaleras y se separo un poco del mayor.

Siguieron caminando hasta llegar a una puerta color caoba.

—Este es el baño— dijo con la cabeza gacha, no podía ver al mayor a la cara, porque sentía que los colores subirían a su cara. ¿Cuantos sonrojos llevaba en ese día? —Buenas noches Hyung— dijo y camino pasando a lado del pelinegro pero un agarre en su mano lo impidió.

—Oye Tae— el castaño levantó la cara mirando esos ojos cafés que amaba —Gracias por dejarme dormir en tu casa—

—De nada—

—Buenas noches—

Hoseok abrió la puerta y entro dejando a el menor afuera y con los colores en la cara.
Camino a su habitación y se dejo caer en la cama. Sonrió al recordar la hermosa sonrisa del mayor. Los ojos intensos, las manos grandes y cálidas que habian tomado su cadera.

¿Que se sentiría tomar su mano mientras paseaban? ¿O besar sus labios mientras hacian el amor? ¿Como lo miraría al dia siguiente a los ojos sabiendo que la noche anterior el pensaba cosas indebidas con su mayor? Pero sobre todo ¿Su mayor se sentiría atraído por él?

(...)

Al entrar al baño no pudo hacer más que suspirar. Había tomado las caderas de ese hermoso chico. Había sentido como su cuerpo se tensaba cuando le hablo al oido.

Y había visto como la cara del menor se ponía roja de la vergüenza. Y había amado la cercanía de su cuerpo con el de él menor.

Se volvería loco si seguía ahi, cerca del menor, con esas sutiles e inconscientes provocaciones.

Tenia que salir de ahi lo mas rápido posible. Se lavo la cara y las manos. Y salio de ahi, se dirigió hasta el living apago las luces y se acomodó en el sillón.

Cerro los ojos y sonrió al pensar en el menor. En su sonrisa, en sus ojos, en sus manos, en su piel canela, en su voz, y en sus labios tan deseables y apetitosos. Como un manjar de frutas, como miel.

Pero ¿Que sabor tendrían esos labios? ¿Chocolate? ¿Miel? ¿Frutas? Sabores dulces y embriagantes, exquisitos y placenteros. Queria perder la cordura, pero por aquellos labios.

DESTINADOS///HOPEV///Donde viven las historias. Descúbrelo ahora