Ehhh, hola me llamo Carlos (pfff, como si a alguien le importara), tengo 14 años, y no hay nada especial en mí, probablemente solo reprobar exámenes y ser despreciado, pero bueno, sigo vivo y lo que queda es seguir echándole ganas a pesar de que finalmente voy a fracasar como siempre. En fin, esta cuarentena me está asfixiando y temo no seguir vivo para septiembre, lo único que queda es ponerme a jugar videojuegos en mi Xbox. La verdad no creo para nada sobre esto del COVID-19, pero al menos estar en casa todo el maldito día le sirve de algo al medioambiente, o bueno, eso creo. Llevo 6 días metido en mi casa sin salir ni un segundo, ya estoy harto, se me ocurrió una tremenda idea, salir al parque a caminar un rato.
Tengo una tremenda flojera de salir, pero ya me duele el trasero de todo el tiempo que estuve sentado jugando, apenas salgo de mi casa y empieza a llover, que buen día. Incluso el clima llora cuando me ve, que será de mí en el amor. Según mi hermana, soy un tipo frío sin sentimientos, mi mamá dice que ocupo una novia para "alivianarme", pero ésta es mi personalidad, y no pienso cambiar por nadie. Y sí, experimentar el ser "amado" no ha pasado de mi familia, ni siquiera tengo curiosidad de saber que se siente, ya que nunca me va a pasar, para todas las niñas de mi colegio soy un bicho raro, incluso para la conserje.
Cuando llegué al parque no había absolutamente nadie, mejor para mí, no tengo que estar soportando la presencia de alguien más, empecé a caminar hacia los columpios, la lluvia seguía y no parecía tener intención de parar, hasta que me entraron unas gotas por los ojos y comencé a ver borroso, a pesar de eso seguí caminando tallándome. Cuando estaba a punto de llegar, me tropecé con alguien, lo que hizo que yo me resbalara y la otra persona cayera al césped, al abrir los ojos varias veces y pudiera ver mejor, vi a la chica hincada en el piso con los ojos entre cerrados buscando algo por el césped.
-perdón, no te vi. ¿qué buscas?- Le pregunté.
- mis lentes- dijo un poco nerviosa.
Me agaché con ella para ayudarla y logré encontrar sus lentes, en el momento que los tomé se los puse para que ya pudiera ver, seguido de ayudarla a levantarse.
Al verla bien, me sentí un poco extraño.
-gracias- dijo la chica un poco seria.
-de nada- Dije sin poder dejar de verla. - ¿cómo te llamas? -
- me llamo Tania- dijo sonriendo un poco forzado.
- ¿Eres seria, verdad? -
- sí, eso es lo que todos me dicen-
- bueno, yo soy Carlos- Le extendí la mano.
- y... ¿Qué hacías aquí, Tania?-
- venía a darle a mi hurón un poco de aire fresco - dijo, seguido de abrir su mochila y mostrar la cabezita de su hurón.
-wow, es muy bonito- dije para después sonreírle.
Ella me miró sorprendida
-¿Qué pasa?-
- Nada, es solo que nadie le había parecido bonito mi hurón- dijo confundida
- pues ya hay alguien que te lo está diciendo, y soy yo - dije para parecer simpático - oye, por pura curiosidad, ¿Tienes WhatsApp?-
Ella me volteó a ver un poco sonrojada y asintió con la cabeza.
-bueno, ¿Qué tal si me lo pasas?- dije riéndome.
Después de que me pasó su teléfono, dijo que debía irse porque su mamá la regañaría si no volvía a su casa, e hice lo mismo. Al llegar a mi casa, rápidamente la agregué a whatsapp, pero que locura, llegué al parque diciendo que jamás cambiaría mi personalidad por nadie, y regresé siendo amable con una chica, y ser amable no es algo que mi especie acostumbre hacer.
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¿Y ahora, qué hago?
Teen FictionSiempre he creído que mi vida no tiene sentido, pero de la nada, me enamoré, ¿Y ahora, qué hago?