5

23 1 0
                                        

NARRA TANIA

Maldita sea, llevo más de 6 días encerrada en mi casa sin saber nada de Carlos, me quiero matar, encuentro a la primer persona que no me odia ni me encuentra rara y mi mamá y mi hermano echan a perder todo.

No he dejado de llorar, pero no es como que a mí hermano le importen mis sentimientos, de hecho es todo lo contrario.

Estoy más deprimida que nunca, y no sé cómo no se me han acabado las lágrimas ni el rollo de papel, tengo ganas de golpear la puerta de mi casa y salir corriendo a abrazar a Carlos y no soltarlo nunca más.

NARRA NARRADOR:

Tania estaba viendo hacia la ventana con lágrimas en los ojos, sólo veía cómo pasaba el tiempo, pero nada es para siempre, así como su paciencia, que se iba terminando poco a poco, estaba a punto de enloquecer, a punto de salir corriendo. De repente, Tania se levantó de su cama, se veía enojada, y salió corriendo de su casa, pero corriendo de una manera desesperada. Mientras corría, tenía un solo pensamiento, Carlos, ella necesitaba verlo, y urgentemente, pero sin darse cuenta al cruzar las calles, no sé percató de que venía un auto en dirección suya. Cuando se dió cuenta, fue demasiado tarde, el auto la había atropellado.

NARRA CARLOS:

Qué desesperación, no he podido ver a Tania y lo más cerca que puedo estar de ella sin que su hermano me asesine, es ir al parque, pues ya qué, no tengo nada mejor que hacer. Cuando me dirigía al parque con mis audífonos lógicamente con música triste, veía cómo se movían las hojas de los árboles por el viento, me sentía en un vídeo musical, triste, claro.

Cuando iba a cruzar una calle para seguir caminando, ví a un señor gritando desesperado: "¡AUXILIO!, ¡AUXILIO! HAY UNA NIÑA HERIDA"

Cuando me quite los audífonos para ver de qué se trataba, ¡¡VÍ A TANIA TIRADA EN EL SUELO!!

- ¡TANIA! ¡TANIA!- Fuí corriendo para verla en medio de la calle.

- Hijo, ayúdame, no lo quise hacer -

- ¡¿TANIA QUE TE PASÓ?!- Grité, claro, sin respuesta alguna.

- ¡TANIA REACCIONA POR FAVOR! - Se me empezó a hacer un nudo en la garganta.

- ¿¡QUÉ SUCEDIÓ?!- Dije

- Ella se atravesó corriendo en la calle y no alcancé a frenar - Dijo el pobre señor a punto de llorar. Era un señor de la tercera edad.

- TANIA POR FAVOR, REACCIONA, SOY YO, SOY CARLOS - Tomé su rostro.

Llorando, tomé mi celular, llame a una ambulancia, y llevé cargando a Tania corriendo hacia la caseta de la colonia. Cuando la ambulancia llegó, se llevaron a Tania, pero no pude estar con ella porque era menor de edad, así que fuí corriendo a su casa.

- ¡SEÑORA, SEÑORA! - Dije golpeando la puerta.

- ¿Tú otra vez? ¿Qué quieres?-

- SU HIJA, ¡LA ATROPELLARON!-

- ¿¡QUÉ?! ¿CÓMO?- Dijo su mamá preocupada.

- SE LA ACABAN DE LLEVAR EN UNA AMBULANCIA-

La señora llamó gritando a su esposo y al hermano de Tania para irse directo al hospital.

- Señora, y-yo, ¿Puedo ir con ustedes? -

La señora se quedó viéndome

- S-si, ven con nosotros-

Nos fuimos en su camioneta al hospital.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Apr 13, 2020 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

¿Y ahora, qué hago?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora