Con un lapiz y un papel en mano, el menor de los Byers escribe una carta de disculpas a cada uno. Para su madre. Su hermano, su hermanastra. Sus amigos y Mike Wheeler. Las termina y las deja en un sobre diferente cada una. Su pieza tiene baño. Llena la tina. Su madre le acaba de comprar una rasuradora. Lo hace. Se corta las muñecas. Cada vez el agua de la bañera es más roja. Nunca creyó que lo iba a hacer. Pero lo hizo. Algo que su mamá y hermano nunca se van a perdonar.
Eleven con sus poderes abre la puerta de su habitación y encuentra las cartas. Va al baño y suelta un grito desolador. Byers la ve y le dedica un perdón antes de cerrar los ojos. Suelta su ultimo aliento. Ella llama a Joyce y a Jonathan. Apenas lo ven se ponen a hacerlo reaccionar. Pero no pueden. No lo logran.
Fue declarado muerto el día de su cumpleaños. Mike no lo notó. Por eso Byers estaba en su casa.