Recuerdo de un pasado perdido

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Parte 1...


Los días pasaron y Harry se había acostumbrado a vivir en Grimmauld Place o en la mansión Anghelescu.

El primer día que llegó a la mansión no podía creer el cambio que había sufrido radicalmente, su cabello negro azabache seguía desordenado (Como era de esperarse) sus ojos verdes estaban más brillantes que nunca, aunque tenía tonalidades grises que nunca antes había visto (o tal vez no se había percatado de estas) su cuerpo antes flaco por la poca alimentación, ahora estaba más marcado, sus costillas que antes se notaban había desaparecido por la masa corporal que había adquirido, su estatura para su desgracia seguía siendo pequeña, pero ya no le llegaba al pecho a sus hermanos mayores, ahora les llegaba a los hombros (un logro que el admiraba) y su piel bañada de cicatrices ahora era suave y perfecta.

El profesor Dumbledore les había dicho que les esperaba para el siguiente año escolar, faltaba poco para el 31 de Julio y Velka les estaba preguntando a los tres que querían hacer.

Negar que iba a llorar hubiera sido una gran mentira, aún recordaba todo lo que había pasado con Evans, pero esos recuerdos ya parecían borrosos y en su lugar nuevos aparecían.

- ¿Por qué no hacemos una fiesta? - pregunto su papi en general - podemos invitar a todos sus amigos

- papi ya no somos unos bebés - hablo Delphinus

El ánimo de su papi bajó rápidamente y eso preocupó a Harry.

- a mi si me gustaría - murmuró mientras movía la lasaña con el tenedor - una fiesta estaría genial

- Harry tiene razón - dijo Velka o como el comenzaba a llamarle Papá - aparte estaría bien, así invitamos a todos y después podemos mandar a los niños a un lugar como si fuera una post-fiesta

Si la idea era buena, sus hermanos la hicieron notar enseguida.

Cuando fue a su habitación a buscar algo en su baúl  noto que su uniforme de Gryffindor no estaba, en su lugar había una nota que decía:

Querido nos deshicimos de ese uniforme, tu ya no llevarás cosas donadas a la escuela, ni ropa vieja ni rota.

En pocos días iremos al callejón Diagon  mientras tanto descansa, algo me dice que tenemos muchas cosas que hacer.

Con amor papi

Decir que la alegría le había llenado era poco, pero la verdad es que agradecía poner tener una oportunidad.


Cayendo la noche, todos estaban durmiendo tranquilamente, pero algo pasaba con sus recuerdos.

Regulus dormía abrazado a Velka, sus cuerpos desnudos se tocaban mutuamente y el calor seguía presente, el Black estaban confuso pues en su sueño varias cosas pasaban.

Se vio a sí mismo salir con James a las citas, pero también con Velka, muchos habían pensado que eran un trío, pero nadie ignoraba el hecho de que el azabache llevaba un niño en brazos, el recuerdo cambió.
Era 31 de Julio y estaba dando a luz a sus hijos, miró a su izquierda y ahí estaba James tomándole la mano, a su derecha estaba Velka diciéndole que todo estaba bien, en pocos minutos sus hijos estaban en sus brazos.
Los vio caminar, reír, llorar, hacer magia, la llegada de sus cartas, las risas con sus amigos, la relaciones que tenían con ellos, todo, sus hijos estaban con él, ¡Los tres! Pero no solo ellos, James también estaba ahí, en todo momento, en cada lugar, mientras Velka  le sostenía la cintura y James se avergonzaba de abrazar la cintura de Richard.

Velka sonreía entre sueños, los sueños o recuerdos eran persistentes, tener a sus cinco hijos era lo mejor, tener a Regulus y a James, tal parecía que a este último le iba a agarrar cariño, ¡Tenia su familia completa!

Los trillizos estaban más confundidos, Delphinus y Corvus recordaban haber vivido con Harry, haber crecido y reído a lado de él. Harry por su parte se sentía lleno de felicidad, los recuerdos horribles habían desaparecido y recuerdos agradables, James Potter estaba con ellos, los había visto crecer y les había y seguía amando.

La metida de pata de los hermanos BlackDonde viven las historias. Descúbrelo ahora