Historia de romance sin nombre cliché.

Yo

¡Hola! Primero que nada, soy un asco narrando, dicho esto, que comience el show.

Me llamo Juliano, nací en Argentina, Córdoba. Creo que para empezar antes deben imaginarse en sus cabezas como me veo, así que... 

He tenido la suerte de tener descendencia gringa jajaja, ojos verdes con mezcla de azul, un verde marino, como el color de un mineral, una joya muy costosa, y con un "Girasol" en la pupila. Soy rubio, pero un rubio trucho, debido a que mi pelo es algo oscuro. Siempre verán mi pelo desalineado. Soy blanco, no soy pálido como los rusos, estoy algo tostado, pero eso ha sido por el sol. Mi nariz es particularmente un triángulo isósceles perfecto, es recta y algo grande. Cejas gruesas.

Y em... Tengo 18 años y ya me fui de casa de mis padres. Sé que es algo temprano pero es que mi papá es realmente inaguantable. Tuve que bancarlo por muchos años, y me prometí que por bien estar mental, apenas pudiera me iría de ahí. 

Mi mamá es piola a decir verdad, no tengo problemas con ella.

Desde chico me gustó la electrónica, fue algo que tuve en común con mi padre. Cuando tenía once arreglé mi primer teléfono, lo recuerdo bien, era un Motorola Fire, uno con teclado Qwerty. Después de eso, me propuse a ampliar mas mi conocimiento, y ya con 13 años empecé mi propio negocio, con el que gané mucha plata. Consistía en lo siguiente:

Por un lado arreglaba cosas a cambio de plata, obviamente. Tuve varios trabajos. La otra parte consistía en pedir a la gente todo lo que estuviese "roto" para arreglarlo por mi cuenta, y venderlo. Todo aquel que esté metido en la informática debe saber muy bien que la gente tira cosas que no funcionan y tienen un problema totalmente simple. Bueno, casi todo lo que me daban, lo arreglaba casi sin gastar dinero, y ganaba plata del aire. Así, pude comprar mis propias herramientas, y dejar de usar las de mi padre, entre otras cosas.

Además, todos los veranos trabajaba con mi abuelo. El tiene una fábrica de mosaicos, y siempre que estaba al pedo iba por el dinero. Es un trabajo pesado a decir verdad, van a saber lo que es el dolor de espalda si trabajas en una, y además no se vallan a creer que los mosaicos son livianos, yo levantaba unas de medida cuarenta por cuarenta de a cuatro, y pesan una banda. Pude desarrollar mis músculos allí. Me servía para acostumbrarme al trabajo y para desarrollar un poco mi musculatura. Empecé a trabajar en 2015, cuando tenia diez aunque obviamente en esos tiempos hacía lo mas liviano. Poco a poco fui acostumbrándome a el trabajo, el trabajo mientras pasaba el tiempo era mas pesado y también aumentaba lo que me pagaban por cada semana.

Cuando tenía diez a la plata me la gastaba en boludeces, pero a partir de mis trece comencé a ahorrar y un tiempo después gran parte de todo lo que ganaba lo ahorraba en dólares. Así estuve listo para irme de casa.

Todo lo que gane estaba depositado en un banco, no lo tenía encima.

Me quedé en casa de un amigo, el plan era estar ahí hasta conseguir el dinero suficiente para tener mi propio apartamento, pero eso no funcionó. El tipo con el que convivía era de esos obsesionados con el orden y la limpieza, cosa que respeto pero el era insoportable, aunque no alcanzaba a mi viejo de ninguna manera. El punto es que me echó. Ahora ando por la calle, tengo un lugar donde duermo que esta en una terraza de un edificio, en un callejón hay una escalera a arriba que da al techo, donde hay una especie de sótano o ático... no sé acá en argentina esas dos cosas no existen así que no se bien qué es. Sé que es una habitación algo pequeña con no mas que dos metros de ancho, largo y 2 metros de alto. Estaba algo deteriorada cuando la encontré. La hallé una vez cuando quería subir al techo a ver todo el centro desde lo alto y la vi. La puerta era de madera, era tan vieja que la madera estaba podrida. Tenía una ventana estilo ventiluz, que lucia tan vieja y desgastada que casi no reflejaba, era opaca. juntando mis dos manos al costado de mis ojos pude ver el interior, no había nada, solo un par de repisas con pura basura, como pinceles milenarios y tachos de pintura. Pateé la puerta y se quebró la madera. Cuando la forcejee la madera se desprendió de un pedazo que si se quedó pegado a la pared, que era donde estaba la cerradura, saqué ese pedazo y dejé el otro ya que estaba intacto, solo que le faltaba un pedazo.

Adentro solo había nada mas que pura chatarra, junto con un plano, ahí demostraba que esta habitación era una especie de ático para el departamento mas alto, algo que nunca fue. "Obviamente esta habitación había sido totalmente olvidada y nadie la usa", pensé. Así que le dí un pequeño mantenimiento y entonces me asenté ahí.