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xii.

CAPÍTULO FIESTA ALESSIA, PARTE DOS.

La noche siguió, después de esa canción no volvieron a poner ninguna lenta así que todos bailábamos al ritmo de una canción con demasiado ritmo, pero no realmente no sabía su nombre. Hero intentaba hacer un perreo, al igual que yo, pero ninguna se comparaba con Alessia, estaba rompiendo la pista con su twerk hasta el suelo, todos los hombres ahí estaban babeando. Después de unas horas, Hero y yo decidimos comer, comimos pizza que era lo que había. 

— Hero, no seas cerdo — Dije riendo y él solamente se tapó la boca, sabe que me estaba diciendo pero no se entendía nada, ya que traía la boca llena.

— Te estaba diciendo que ya es tarde. ¿No tienes sueño? — Preguntó mientras agarraba otras dos rebanadas de pizza.

— ¿Qué hora es? 

— Son las 4— Dijo mientras miraba su celular, yo escupí todo el refresco. 

— ¿QUÉ? 

— Audrey no seas cerda — Dijo limpiándose unas gotas de refresco que derrame en su cara.

— Ya vámonos, ya es muy tarde — Dije, y Hero asintió, terminamos de comer la pizza y fuimos a donde Alessia a despedirnos.

— ¿Ya se van? Bueno, mucho cuidado y no hagan cosas malas — Dijo con una cara picara, Hero se puso rojo y yo solamente reí.

En los 8 meses que llevaba con Hero nunca habíamos tenido algún tipo de acto sexual, así que a Hero le daba vergüenza hablar de estas cosas.

— Cierra el pico, Alessia — Dije y la abracé, Hero agarró mi mano y nos dirigimos a su auto. Al llegar Hero abrió mi puerta y yo subí, después rodeo el auto y se subió.

— ¿Te llevó a tu casa? — Dijo poniendo una de sus manos en mi muslo, Hero rápidamente la quitó.

— ¿Por qué quitas la mano? — Dije entre risas y Hero solamente alzó los hombros. — No pasa nada si tocas a tu novia.

— ¿Te quedas a dormir conmigo? 

— Dale — Dije sonriendo. Después de que Hero manejará  unos 20 minutos, llegamos a su departamento al entrar Hero colocó las llaves en la mesa y agarró agua.

— ¿Tienes sueño? — Dijo sentado en el sofá, yo me acerqué a él y me senté a horcajadas sobre él.

— Ni un poco — Dije entre besos, y el soltó un gruñido, para después colocar sus manos en mi trasero.

Como pudo me cargo y me llevó a la primera habitación, me tumbo en la cama sin dejar de besarme, quitó mi vestido con una sonrisa coqueta y yo solamente reí, me puso enfrente de él y bajó mis bragas.