Calor [SeroYama] -Editado-

Cálido

Hi, vengo aquí con un nueva one-shot  de una pareja poco común. A pesar de que no tiene muchas visitas ni mucho menos likes, he decidido editarlo porque la vez anterior fue un arrebato de emoción, ya que lo.habia escrito muy rápido en el celular, pero realmente escribo mejor cuando es en computadora, sin embargo, estoy horriblemente oxidada, así que este es mi mejor intento de arreglo.

Thank u!

∆^∆^∆^∆^∆^∆^∆^∆^∆^∆^∆^∆

¡Claro que el verano era agotador! La gente sudaba a cascadas tan solo de salir a la calle por un aperitivo frío, deseaban salir a la playa y sentir el agua recorriendo la piel como refrescante e hidratante. El verano era esa época del año en la que todo mundo usaba prendas más flojas y al mismo tiempo deseaban cubrirse la piel con un traje de cuerpo completo para cubrirse de las altas temperaturas del irritante sol.

Verano eran esos días especiales de descanso de los estudiantes donde planeaban salidas sigilosas y deseaban convivir con el prójimo porque el celular al que se aferraban se sobrecalentaba por tanto uso. A pesar de ser vacaciones, los reclusos (como ellos solían llamarse a sí mismos) de la UA anhelaban tener un día libre en el edificio con casi todos juntos, la mayoría estaban juntos, ya que los inestables Bakugō y Todoroki se habían retirado temprano a sus respectivos hogares, lejos del holgorio que ofrecían sus compañeros de clase. Por suerte, esta vez Midoriya había decidido quedarse a disfrutar un poco en vez de preocuparse de más por otras cosas, sentado felizmente en el sillón de una persona con su novia en las piernas y la mente en lo que quería cenar.

El calor era insoportable, y tenerlos a todos en la sala charlando, riendo, haciendo alboroto, era algo que no mejoraba para nada la situación.

-¿Quieres ir a otro lado? —preguntó Uraraka en la intimidad de su cercanía, viendo lo agobiado que se encontraba su novio por las altas temperaturas.

-Sí, creo que sí —respondió el peliverde.

Se levantaron de su lugar, tomados de la mano, mientras que en el fondo se escuchaba la bulla de sus amigos, y ellos, sonrojados, les reclamaban y se retiraban con vergüenza. Su noviazgo se había dado a conocer apenas hacía un año y medio, por lo que era normal verlos de vez en cuando en un momento acogedor e íntimo, cosa que a veces resultaba incómodo para absolutamente todos.

Como gotas cayendo de las paletas de hielo que muchos tenían en sus manos (cortesía de Todoroki antes de abandonar la escuela), el sudor en varios ahí estaba presente, más no planeaban encender el aire acondicionado porque se había visto averiado hacía algunos días y el profesor no planeaba ayudarlos con el gasto para reparación, tendrían que esperar al menos otros tres infernales días más.

Si pudieran describirse metafóricamente, sería como la imagen gráfica de helados comiendo helados, ambos derritiéndose lentamente conforme pasaban los minutos, algunos más rápido que otros ¡Qué ganas tenían todos de quitarse la ropa y acostarse sobre un iceberg! Se lamentaban enormemente no haberle pedido ayuda a Todoroki antes de que se fuera de viaje con sus hermanos.

Pero no era el fin del mundo, se divertían con ropa holgada, sin moverse demasiado y contando anécdotas sobre secundaria. Kaminari contaba con entusiasmo la vez en la que casi saltaba de la azotea de la escuela por una apuesta, en la que confiaba en que sus amigos lo atraparían con sus quirks, todo a escondidas de los profesores, aunque al final todo se había arruinado porque los habían atrapado.