tres.

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-¿Q-Qué ha pasado?-pregunto con temor al llegar a casa.

Toda mi familia, excepto mi padre obviamente, está concentrada en el salón. Al oirme se giran hacia mí.

-No lo sabemos. Basilio estaba en el jardín y de repente sonó un disparo-Luka me acaricia el brazo-Tranquila, está fuera de peligro.

-Han sido los Moretti. Estoy segura-habla Jianna.

Me acerco a todos y me siento en el sofá. Limpio las lágrimas que he ido soltando. Han atacado a mi padre y no se van a ir de rositas tan fácilmente. Esto ha pasado a ser personal, ahora mismo me la suda el poder que tengan. Si querían guerra, la van a tener.

Joder, si la van a tener.

–Luka, prepárame la dirección de la mansión Moretti–digo decidida.

Todas las miradas se dirigen a mí.

–Ni pienses que vas a ir sola–habla Luka cruzándose de brazos.

–Si va uno vamos todos.

Mis ojos pasan a Jianna y dibujo una pequeña sonrisa:–Les quiero, pero dejadme hacer esto yo sola. Solo quiero hablar y si vamos todos se sentirán amenazados y será peor.

Los presentes se intercambian miradas indecisas, como si estuvieran batallando en qué hacer o decir. Leandro es el primero en hablar:-Bien. Irás.

Vikram no parece tomarse bien esta decisión ya que niega con la cabeza y suelta un bufido. El hermano de mi padre le dedica una mirada antes de agregar:-Con la condición de que estemos en continúo contacto. Llevarás un walkie-talkie.

Asiento aceptando el trato.

-¿Donde está mi padre?

-Está en su habitación, el médico se encuentra con él-informa Aless.

Levanto mi cuerpo del sofá, les muestro una sonrisa cerrada antes de abandonar la estancia y dirigirme a Basilio.

(...)

Al llegar a la habitación, veo a mi padre; este yace en su cama durmiendo. Frente a él, Bruno-nuestro médico-anota algo en su libreta, carraspeo mi garganta para deshacer el nudo que se ha formado ahí y Bruno gira su cabeza hacia mí.

-Agresión con disparo de un arma de fuego-informa cerrando su cuaderno. Se acomoda las gafas-No hay que ser policía para saber que esto fue intencionado, Sylvanna. Llevad cuidado.

Con las palmas de mis manos froto mis ojos exasperada. Mi padre no es el primero de la familia en ser herido de aquella forma pero nunca es agradable la sensación.

Bruno se levanta y se acerca a mí. Me dedica una sonrisa tranquilizadora:-Mi trabajo aquí ha terminado. Tómate una tila y cálmate, todo está bien.

-Gracias, Bruno.

-Es mi deber-responde antes de salir por la puerta.

Una vez solos, observo a mi padre. Le habían disparado en el hombro y no sé si con la intención de hacerle daño únicamente. Cierro los ojos jurando a ambos que se iba a hacer justicia.

Nadie toca a un Renzo y se va de rositas.

(...)

-¿Cuál es su intención, señorita Renzo?-pregunta el chófer de la familia en cuanto me meto en el coche.

-Hablar. Quiero que me expliquen porqué lo han hecho.

El vehículo se llena de silencio. Palpo mi cintura para asegurarme de que tengo el arma y en cuanto afirmo que todo está en orden, me permito descansar lo que dure el trayecto con la cabeza apoyada en el cristal.

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⏰ Última actualización: Jul 22 ⏰

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