Pa' atrás al destino『ᴄʜᴀʀʟɪᴇ ꜱᴡᴀɴ』

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"El amor concede a los demás la forma de destruirte"

Me levanté con una odiosa migraña, me moví como pude yendo al baño para darme una ducha de agua caliente. Salí envuelta de una toalla caminado a mi habitación, Charlie ya estaba despierto buscando su ropa del trabajo.

-En la segunda — dije refiriéndome a sus pantalones.

-¿Te sientes bien? — pregunto. Negué señalando mi cabeza mientras caminaba a el closet. -Te llevaré al hospital cuando venga de llevar a Nadia. Vístete y espérame.

-Charlie no es para tanto.. estoy bien — mi cabeza era oprimida. Me sentía mareada.

-Ya tome la decisión, no pienso pasar de nuevo por aquello. Vístete iré hablar con los chicos.

Asentí sabiendo que era capaz de llevarme como costal de papas hacia el hospital si era necesario. Hace unos años me encontraron un pequeño tumor que extirparon y fue un momento difícil para nosotros. Charlie intentaba que no me enojara para que mi cabeza no doliera y siempre intentaba ayudarme en todo aunque a veces recibía insultos y objetos sobre su cabeza por no dejarme hacer.

Tome una camisa de cuadros y un pantalón de mezclilla, mis botas de invierno y una chaqueta de Charlie era mi atuendo. Heche mis pastillas al bolso al igual que mis documentos viejos del hospital y baje a la cocina donde James hacia el desayuno con ayuda de Bella.

-Mamá, ¿Te duele mucho? — pregunto James con preocupación soltando la cafetera para abrazarme. Pase mis brazos por su cintura sorprendiéndome con lo alto que estaba mi bebé, recosté mi cabeza en su pecho escuchando su corazón con tranquilidad.

-Estaré bien, tu padre está un poco alterado, ¿Dónde está Nadia? — pregunté alejándome de James para besar la mejilla de Bella quien me sonrió teniendome un plato de tostadas francesas me senté en la mesa tomando la taza que James me pasó -Gracias chicos.

-No es nada — respondió Bella.

-¡Aquí estoy mami! — grito mi hija bajando las escaleras recibiendo un regaño de su padre. -Lo siento mami.

-No te preocupes cielo, ven y abrazame para que se me pase — le dijo extendiendo mis brazos. Nadia brinco a mi regazo besando varias veces mi mejilla antes de ir a su silla ya con su desayuno servido. Charlie no me quitaba la mirada de encima mientras charlaba con los niños en voz baja.

Mi cabeza seguía doliendo muchísimo y la comida solo me daba malestar, tome un sorbo de café y negué agarrando mi cabeza entre mis manos. Suspire levantándome de la mesa intentando sonreírles como disculpa.

-James sienta la — dijo Bella cuando vio que me tambaleaba. Los fuertes y firmes brazos de mi hijo me dejaron nuevamente en la silla.

-Estoy bien, chicos deberían irse se les hará tarde. Bella recuerda pasar por tus horarios y divertirte muchísimo.

Bella asintió tomando su mochila y sonriendo de lado. James se acercó para besar mi frente con cariño.

-Te amo mamá.

-Yo también mi vida — le susurré.

Le sonríe viéndolos marcharse hablando entretenidos sobre el instituto y los adolescentes. James se empezaba a llevar bien con su media hermana y eso al menos me tenía tranquila. Nadia busco también su mochila y mi bolso entregándolo todo a su padre quien frunció el seño pero salió al auto.

-Nena escúchame un momento, tu tía Sue te irá a buscar si vez que no llegamos no te vayas con más nadie, ¿Entendiste?

-Si mami.

⑅

El doctor Cullen me había mandado hacer varios estudios de sangre y dos placas de cabeza. Me encontraba sentada en una incómoda silla viendo la enfermera llenaba tubitos de mi sangre. Charlie tenía su mano en mi hombro y no se separaba de mi para nada, le sonreí para que se calmara cuando la enfermera tomo otro tubo.

-Ya van cuatro, ¿Para que tanta? — pregunto casi de mala gana. La enfermera sonrió divertida ya conociendo sus arranques en los hospitales.

-Déjala hacer su trabajo cielo, mejor llama a Sue para que busque a Nadia a la escuela. — le dije. El asintió mirándome fijamente antes de marcharse a llamar a la madrina de nuestra hija.

-¿Cómo están tus bebés? — pregunto Brenda. Brenda había sido la enfermera que ayudaba en mis quimioterapias antes de extirpar el tumor.

-Bien gracias a Dios, James espera la respuesta de la universidad, Nadia quiere ser una princesa cuando grande y la hija de Charlie está en su primer día en el instituto.

-Oh ya están todos grandes, necesito ver a James antes que se vaya. Mi novio no me puede dejar así — reímos divertidas. James a sus seis años le había dicho a medio Forks que Brenda era su novia, Brenda solía buscarlo a casa para llevarlo a comer helado o ir al parque. Ella solía decirme que le recordaba a su hijo Patrick quien murió a los doce por problemas respiratorios.

La puerta fue abierta por Charlie quien se sentó tomando mi mano. Brenda puso una curita en mi herida.

-Carlisle lo puso en urgencia así que..

La puerta fue abierta por el doctor Cullen quien miraba un tablata preocupado, llamo a Charlie y sonriendo como disculpa salieron a lo que me imagino era su oficina.

-Tengo que llevar esto, ve a la sala de espera — asentí levantándome tomando mi bolso buscando mi teléfono mientras caminaba. Sue me contestó inmediatamente algo alterada.

-¿Que te paso? ¿Estás bien? ¿Sigues en el hospital? ¡Nora habla!

-Estoy bien, sigo en el hospital solo fue un dolor de cabeza. Charlie está preocupado. ¿Ya recogiste a Nadia?

-Está con Leah y Emily, Emily llegó está mañana.

-Lo siento debí decirle a..

-Nadia es mi sobrina y ahijada merezco ayudarte y no me importa hacerlo. Eres mi mejor amiga y mi pequeña no molesta — me interrumpió. Sue Clearwater era luz en mi vida, mi primera amiga en Forks y quién me ayudó cuando estaba en la calle.

-Gracias bebé, te llamaré luego Charlie viene.

Gire a ver a mi esposo quien tenía miedo es sus ojos. Sus brazos me apretaron en un abrazo lleno de sentimientos, no pude evitar llorar al saber lo que ocurría. Descanse mi cabeza en su pecho aferrándome a su abrazo.

-Estarás bien amor — susurro acariciándome el cabello.

-Nadia solo sabrá que estoy enferma y nada más — dije con voz ahogada. -No quiero que pase por lo mismo que James.

-Carlisle quiere hablar contigo antes de irnos, te espero aquí.

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Mi madre tenía cáncer de matriz cuando le sacaron la matriz le dió asma en medio de la operación y se me fue por par de segundos. Luego los doctores le dijeron que ella no tenía cáncer de matriz sino de ovarios. Ella no volvió a chequearse por miedo, está bien pero es duro sabes que algo pasa y el mirando te atrapé. Para ese tiempo yo tenía seis más o menos y mis cartas se basaban en si tenía exámenes o que había hecho en el día.