¿meow? ✧ l.s ✧

"¿meow?"

narrador omnisciente:

louis tomlinson estaba en su habitación acostado en la cama llorando. para él nada estaba bien, acababa de perder a uno de sus seres queridos. su abuela. su mejor amiga.

sus sollozos se podían escuchar desde el piso de abajo en donde se encontraban sus padres, ambos abrazados en el sofá¡. el fallecimiento de un integrante de la familia los habí­a golpeado muy duro.

jay mamá de louis se levanta de donde está y camina con un pañuelo en su mano hasta la puerta, habían picado el timbre... para su sorpresa no era ni nada más ni nada menos que harry styles, el mejor amigo de su hijo.

-oh... ho-hola cariño, no creo que louis pueda jugar ahora... no se enc-encuentra muy bien- hipó con una triste sonrisa jay.

-uhm, hola jay... está bien, no hay problema si no puede, pero... ¿qué pasó?- preguntó un harry preocupado al sentir tanta tristeza en el aire de esa casa.

jay soltó un sollozo lastimero.

-ha falle-fallecido su abue-abuela, mi madre para s-ser exactos cielo- contestó y dejó la puerta abierta para que harry entrase, ella se fue devuelta al lado de su esposo en el sofá.

-oh lo lamento mucho, mi más sentido pésame- dijo el pequeño luego de entrar y haber cerrado la puerta.

los padres de louis asintieron y le dijeron que el ojiazul se encontraba en su habitación.

-ve cariño tal vez tu presencia lo haga sentir mejor- susurró jay y harry subió las escaleras.

abrió la puerta y se encontró con una escena que le rompía el corazón a pedazos. su mejor amigo louis estaba en una esquina de su habitación, abrazaba sus piernas y miraba una foto que tení­a delante, una de su abuela y él de bebé, sus lágrimas caían una sobre otra sobre sus rosadas mejillas. el ojiverde sentía que por un momento se iba a largar a llorar también. se acercó a su amigo a pasos ligeros y lo envolvió tanto como pudo en un abrazo transmitiéndole todo lo que el ojiazul necesitaba.

-shhh, ya boo, todo estará bien. ella está en un lugar mejor, no creo que le guste verte así­ boo. ella estará bien allá­ en el cielo, ella siempre estará cont...-

-¿¡¿por qué me dejó hazz?!? ¡ella era tan importante para mí y se fue!¡no le importó que yo luego me pondría mal! ¡la extraño harry!- grita el castaño abrazándose aún más fuerte a harry haciendo que el recién nombrado hiciera una mueca de dolor.

-tranquilo lou- susurra y pasa su mano por la espalda del niño, mientras dejaba pequeños besos en el hombro y cuello de éste. harry sabía que eso siempre tranquilizaba a louis, lo comprobó cuando una vez el ojiazul se había lastimado su rodilla al caerse de la bicicleta.

louis paró de llorar y trató de regularizar su respiración, ahora solo hipaba y suspiraba. el ojiverde quería hacer sentir bien a su amigo, que olvidase por un momento la partida de su abuela... y se le ocurrió una excelente idea.

-lou necesito ir al baño, ahora vuelvo, ¿si?- susurró y el ojiazul asintió y se separó lentamente de harry.

harry se puso de pie y salió de la habitación bajando las escaleras tan rápido como podía. llegó a donde jay estaba, ahora se preparaba un café, no lloraba más pero sus ojos aún se notaban hinchados.

-jay...- llama su atención.

-¿qué quieres hazz?- pregunta calmada.

-necesito los objetos que usó louis para disfrazarse en el día de halloween...-

-¿para qué los quieres harry?- pregunta jay, ahora confundida.

-tengo una idea para hacer que lou se sienta mejor- soltó con una sonrisa.

entonces jay entendió y sonrió diciéndole en dónde estaban las cosas. harry agradeció y fue en busca de ellas. para el ojiverde no era difí­cil ubicarse en esa casa. conocí­a muy bien todo gracias a que desde los 4 años visitaba a lou para jugar a las escondidas o solo para hablar y pasar el rato.

abrió la puerta de la habitación para invitados que ahora parecí­a más un lugar para guardar cosas que no se usaban o no servían. buscó la caja indicada y la abrió. de ella­ harry saca:

*unos guantes que eran como patitas felpudas con garras de gato.

*unas orejas felpudas y triangulares de gato.

*una cola falsa de gato.

*unos bigotes adhesivos de gato.

sonrió y se sonrojó. se iba a humillar un poco sólo por el bienestar de su mejor amigo. se coloca todo y sale, fue al baño y se miró en el espejo para acomodarse bien las orejas y los bigotes. tomó un delineador de ojos que encontró en ese lugar y se hizo un círculo negro en la punta de la nariz. ya estaba.

subió las escaleras y abrió la puerta de la habitación muy despacio. vio que louis no lloraba pero si estaba triste con la cabeza gacha sentado en su cama, no lo sintió entrar entonces harry suspira y:

-meow?-

louis se volteó hacia harry con el ceño totalmente fruncido, no entendí­a porque su amigo estaba con esas cosas de gato en su cabeza ni porque se comportaba como dicho animal.

-¿harry?... ¿qué haces disfrazado como gato?-

-meoow!- soltó de nuevo harry sonriendo y se acercó a louis.

para louis que no entendí­a nada, le pareció adorable la forma en que esas orejas se escondían en la mata de rizos color chocolate de Harry, y su nariz pintada de negro junto con unos bigotes lo hací­an ver demasiado tierno.

-así que... ¿ahora eres un minino hazz?- rió con ternura.

éste asintió con la cabeza y saltó a la cama acostándose tal cual hace un gato y empezó a pasarse las manos que ahora eran patitas felpudas, por las orejas.

-meow meoww?- dijo y refregó su cachete -con cuidado de que no se le salga el adhesivo de bigote- por el brazo de louis. su idea estaba dando frutos, louis ahora solo reí­a y sonreí­a haciendo que sus ojos se achinaran y aparecieran esas arrugitas a los costados de sus ojos.

-owww harold, ¿ésto lo haces por mí­?- pregunta acariciándole los rulos al ojiverde.

-meow? meow!- soltó y asintió con su cabeza.

lou no soporto más y lo abrazo haciendo que harry se riera pero luego tosió un poco y volvió a maullar.

-¿sabes harry? eres el mejor amigo de todo el mundo. te quiero- soltó louis, ya entendiendo que tení­a que estar bien por su abuela, que sabía que lo observaba de allá arriba y por su mejor amigo que ahora era un minino.

-yo también te quiero mucho lou. y quiero que estés bien, siempre haría lo que sea con tal de hacerte sonreí­r- susurró besando su mejilla y luego volvió a su papel de gato.

-meow- maulla nuevamente, sonriendo.