Soñaba, tenía la respiración tranquila y ninguna preocupación. Soñé que estaba en un columpio con una persona a mi lado, ese alguien era un amigo muy especial para mi, pero no lo recordaba ¿por que no podía recordar a la uncia persona que estuvo a mi lado cuando más lo necesitaba? No era Estefany, todavía no la conocía en ese entonces, era un niño que nunca más volví a ver...-¿Cómo está doctor?
-No es nada grave solo perdió el conocimiento debido a un impacto muy grande que habrá sufrido.
-Espero despierte pronto...
Escuchaba atenuantes voces. Desperté confundida, aun veía todo nublado pero mi vista se fue aclarando poco a poco mientras las voces se escuchaban cada vez más fuertes.
-¿Estas bien?- Escuché fuerte y claro.
-¿Qué pasó?
-Habías colapsado y al no saber que hacer te traje al hospital.
-Parece que solo eso se hacer...
-Siempre te desmayas?
-No, solo desde anoche, pasaron muchas cosas, ni siquiera desayuné ¿Cuánto tiempo estuve dormida?
-Unas cuantas horas, ya es de noche- Cuando supe lo tarde que era me senté en la camilla de repente.
-¡Tengo que ir a la estación de policías ya!
-Tranquila acabas de despertarte.
-¡Eso no importa mi amiga fue secuestrada por mi culpa! Aunque no estoy segura de lo que hice...- Solo podía pensar que seguro eran algunas malas personas con las que se endeudo mi madre.
-Déjame hablar con el medico para que te den de alta.
Unos minutos después la puerta se abrió, el chico y una enfermera entraron a la habitación
-Ya estás libre querida solo firma aquí- Me entregó unos papeles, estaba recién despertándome así que no repare mucho en ellos -Está bien.
-Que lindo novio tienes, pasó toda la tarde preocupado por ti.
-No es mi novio jejeje- Cuando terminé de firmar la enfermera dio un vistazo a su libreta.
-¡Ho! lo siento parecen ser una linda pareja, bueno iré a atender a otros pacientes, con permiso. Después que la enfermera se fue de la habitación ese chico empezó a mirarme fijamente yo igual a el, comencé a sentir algo en mi corazón, algo que ya había sentido antes, una sensación familiar.
El se echó a reír, supongo que le habría causado gracia lo que había dicho aquella enfermera y pensándolo bien si fue muy gracioso, su risa era muy contagiosa y eché a reír también. -¿Cómo te llamas?
-Soy Erick- Otra sensación conocida recorrió mi mente pero la ignoré -Que lindo nombre, gracias por traerme y perdón por causarte molestias Erick.
-No hay problema, ¿quieres que te lleve a ala estación de policías?
-¿No te molesta?
-No, estaría encantado.
-Gracias- Le sonreí y me devolvió la sonrisa.
Cuando salimos del hospital Erick abrió la puerta de su auto y me realizó un gesto de manos diciéndome que pasara. -Que elegancia la de Francia- Exclamé ambos nos reímos, ni siquiera yo sabía que podría ser tan graciosa. Subí al auto y Erick cerró la puerta, después se subió por el otro lado y empezó a manejar. Miré sus hermosos ojos color verde, había algo en el muy familiar.
-¿Luego que le declares a la policía lo sucedido no quieres ir a cenar?- Wow, realmente no perdía el tiempo, observe mi teléfono móvil para ver si mi madre no me había mandado mensajes de texto, eran 0 debí haberlo imaginado, como si le importara en donde estuviera.
-No tengo nada que hacer, pero no estoy segura...
-Solo pensaba que necesitarías comer algo y para que no te pasara nada me gustaría acompañarte.
Era un buen punto, era mejor que no esté sola. -En ese caso me encantaría cenar contigo.
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Mi razón de vivir
RomanceDalia es una chica con 17 años de edad con una vida vacía, eso hace que pierda sus esperanzas en todo e incluso en ella misma. Hasta que una noche se decide por ir a un baile para olvidarse de todos sus problemas, donde ahí conoce a un hombre que c...