Capítulo 2: Habitación 423

189 8 5
                                    

Abrí los ojos, veía borroso.

Me estaba empezando a marear así que decidí volver a cerrarlos. De repente, noté un ligero pero doloroso pinchazo en el brazo.

-Aaau!- Grité, volviendo a abrir los ojos de golpe.

-Tranquila, solo es una injección, para el dolor de cabeza.-Dijo un hombre joven ( de unos veintipocos años), alto, fuerte, castaño y de ojos color avellana. Iba todo vestido de blanco, seguramente era algun enfermero en prácticas. Era guapísimo...Bah, tampoco tanto.

-Ya, pero esque a mi no me duele la cabeza- balbuceé.

-Ya, pero te dolerá- dijo imitando mi voz.-Te has dado un golpe muy fuerte en la cabeza-Continuó.- Pero tranquila, nada grave.

Entonces me acordé.

-¡Lara! -Chillé todo lo que pude.

El doctor me miró mal, y al ver que me levantaba para ir a buscarla, me paró y me tumbó de nuevo en esa cama.

Ese hombre me intimidaba, lo aparté y me dijo:

-Tranquilizate tu amiga está bien, bueno... aún está inconsciente. Ahora vendrá su doctora a informarte sobre su estado. ¡Aah! Y tened más precaución con el coche. Buenos dias.

Dijo mientras se marchaba. De golpe entró alguien en la habitación.

-Cariño! Gracias a dios, ¿estás bien? Que susto me has dado. - como no, era mi madre.

-Si mamá, estoy bien. ¿Y Lara?

-tenemos que esperar a que...-No le dió tiempo a acabar la frase, la doctora acababa de entrar a la sala.

-Buenos dias, ¿Abril Dawson?

-Sí, soy yo.¿Como esta Lara?-pregunté.

-Verá señorita Dawson, Lara se encuentra en una situación crítica. Digamos que se debate entre la vida y la muerte, si no despierta hoy, podría entrar en un coma profundo. Lo siento.

Sentí un gran dolor en el pecho, esto no podía estar pasando, empecé a llorar desconsoladamente, no lloraba tanto desde hace mucho tiempo.

Lara, mi Lara... Esa niña que me había ayudado en todo desde que aprendimos a hablar, que nunca me había dejado sola......

-¿Co-Coma pro-profundo? -balbuceé.

-Si Abril, ya has oido a la doctora- dijo mamá

-¿Puedo ir a verla?

-Es recomendable que no te levantes de la cama, por lo menos hasta mañana. -dijo mientras me entregaba un trozo de papel que decía:

*Habitación 423*

-¿Que es esto?- Pregunté

-La habitación de tu amiga, por si mañana quieres ir a visitarla, eso sí, hoy nada de levantarte de la cama. Podría causarte desmayos, mareos o incluso la muerte...

El silencio inundó la sala.

-Jajajaja.

¿De que reía? Yo no encuentro la parte graciosa en eso.

-Tranquila- dijo entre risas. - es broma, tan solo quería ver ru reacción.

¿Esta tia está pirada? Corrijo:

¡Esta tia está pirada! Ignoré aquel comentario y me dispuse a encender la tele.

-¡La princesa sofia!- Dijo una niña rubia que salió de la nada

-¿Puedo quedarme a verlo? -Preguntó.

-¿No te estarán buscando tus padres?

-Mi papá trabaja y mi mamá...Mi mamá murió.

-Oh pequeña, lo siento mucho. Estás aquí sola?

-No -Exclamó- He venido con mi hermano a visitar a su novia, estamos en la habitación de al lado.

-¡Luna! -Gritó una voz sexy, digo, de hombre a lo lejos

-Encantada de conocerte- dijo mientras salía de la habitación.

......Vale.......¿Que acababa de pasar?......

¿Quien era ese chico, y que le había pasado a su novia?

Mi madre y la doctora salieron a buscar unos papeles a recepción. Me quedé sola en la sala.

No me lo pensé dos veces, cogí el papel dónde ponía el número de habitación de Lara y me levanté de la cama para ir a buscarla (que malota Abril que malota) me levanté y.... me encontraba bien, estúpida doctora.

Salí de la habitación con la bata de paciente puesta y me dirigí hacia el ascensor. Entré.

Pulsé el boton número 4 y esperé a que las puertas se cerraran.

Salí del ascensor,me estaba empezando a marear, no veía bien y...Puff, caí como una patata frita. Alguien me sujetó, abrí los ojos y estaba en los brazos de un chico. De un chico, guapo, guapísimo, pero desconocido.

-Estás bien? -Me preguntó.

Me quedé empanada observando sus ojos, así que no respondí. Tenía unos ojos azules preciosos.

-¿Hola?

-sí, estoy bien- dije levantandome nerviosa.

Aquel chico me miró raro....Normal.

-Siento haberme caído encima tuyo- Dije mientras seguía mirando aquellas hermosas bolas azules.... Vale eso ha sonado raro....suprimámoslo.

-No te preocupes- sonrió.

Me dí la vuelta y salí pitando de allí.

Empezé a notar su mirada en mi espalda pero aún así, decidí no girarme y seguir mi camino.

Tan cerca y a la vez, tan lejosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora