❝𝖭𝗈 𝗁𝖺𝗒 𝗇𝗂𝗇𝗀𝗎𝗇 𝖼𝗈𝗅𝗈𝗋 𝗆𝖺𝗌 𝖻𝖾𝗅𝗅𝗈 𝗊𝗎𝖾 𝖾𝗅 𝗋𝗈𝗌𝖺𝖽𝗈 𝖽𝖾 𝗍𝗎𝗌 𝗆𝖾𝗃𝗂𝗅𝗅𝖺𝗌, 𝖸𝗈𝗈𝗇𝗆𝗂.❞
𝐉𝐀𝐄𝐌𝐈𝐍 ¦ gustaba mucho de Sunhee, pero a ella parecía no gustarle tanto. Él quiso cambiar por ella, hasta que conoció...
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-Señor Na
Sin quererlo observe a la profesora Bong, ¿que hacía ella en mi fiesta de cumpleaños sorpresa? Tenía que ser un error, no recuerdo haberla invitado...
-¡Señor Na!
Sentí como caía al vacío y me hacia atrás del asiento de golpe, mi corazón latía con fuerza y podía oír algunas risas discretas alrededor. Mire a YangYang a mi lado y lo vi maldecir mientras se cubría el rostro con su mano, no estábamos en mi fiesta de cumpleaños.
-¡Madre rosada, ¿pero que demonios?! -me lleve una mano al pecho al ver la cara de una momia cerca de mi
Esta vez oí las risas mucho más fuertes, no se en que momento me había convertido en el payaso para su entretenimiento.
La profesora Bong se ajusto sus anteojos y me miró de una manera que podía mandarme al infierno a que me quemara.
-Parece que sus susto despertó a la señorita An, también-dice pero no parece contenta.
Yah, debí haberme quedado dormida en su para nada aburrida clase de historia, no es que odiara historia pero está mujer lo unico que hacía era hablar de cosas que ya me habían enseñado en primaria.
-Jaemin se quedó hasta tarde haciendo su trabajo, profesora Bong, por favor no lo castigue-fue YangYang quien salto a mi rescate con su mentirilla
Esperen...¿Había un trabajo?
-Entiendo que este cansado señor Na, y no, no creo que sea por el trabajo final-miró mal a YangYang-pero si no pone atención le irá mal en los examenes
Pff, si claro, estos exámenes los pasaba sin siquiera estudiar o prestarle atención y ella bien lo sabía
-Prometo darle otro cien, profesora Bong-le sonrió, pero no parece ser suficiente-¿Me va a castigar no es así?-deduzco
Camino con pesadez con la ficha de detención en mi cuello, YangYang no ha logrado salvarme y es que no entiendo porque tanto alboroto por un simple sueñito en su clase, ni siquiera le hago daño a nadie.
Yoonmi corre con mi misma suerte, ni siquiera dijo nada para salvarse a sí misma y deduzco que la cara que tiene ahora es de no importarle nada o haberse dado por vencida a tener un historial perfecto.
Abro la puerta y la dejó pasar primero, no nos hemos dicho ni una palabra en todo el día y en un lugar así dudo que tengamos tiempo de hacerlo.
Veo que no hay mucha gente ahí, solo unas chicas que al parecer ríen y hablan con toda confianza, en una esquina divisó a otros dos chicos y pasó dejando la puerta atrás de mi cerrarse.
Yoonmi se sienta en una esquina y yo la sigo, el maestro ni siquiera hace un amago de vernos, se queda observando su computadora probablemente calificando exámenes.