2. ꜱᴇꜱꜱʜᴏᴍᴀʀᴜ-ꜱᴀᴍᴀ, ᴍɪʀᴇ ᴍɪ ɴᴜᴇᴠᴏ ᴋɪᴍᴏɴᴏ

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Las modas de ese entonces eran similares a las de la época actual de Kagome, los cambios eran constantes y casi no se repetían. 

Este año, cuenta la historia de una princesa que salió del bosque y fue atacada por demonios, terminando con el kimono desgarrado en la parte inferior, mostrando lo hermosas que eran sus piernas, así que, la moda del año 1504, son los kimonos con la falda corta. 

Kagome e InuYasha habían venido del exterminio de un monstruo, al igual que Sango y miroku, por lo que, al encontrarse ambas chicas, hablaron sobre la moda que habían visto al salir de la aldea. 

Su entusiasmo duró mucho, que cortaron sus kimonos y  agregaron una costura para colocarlos hasta arriba de sus rodillas. Y luego la moda acaparó a toda la aldea. Todas las jovencitas empezaron a hacer lo mismo y salían así a caminar, todos menos Rin, quién había considerado la oferta, pero por la timidez de mostrar algo más, ni lo volvió a dudar.

Kagome y Sango, veían que en ese intenso verano, Rin sufría por la calor y por lo que al verla no usar la nueva moda, le hicieron un kimono como los de ellas. 

¿Eh? -Exclamó Rin, mirando el kimono que Sango y Kagome le habían hecho.

Mira Rin, es un kimono para ti -Mencionó Kagome.

Además, ha sido bordado con mucho cariño -Agregó Sango.

Además, Además, observamos que eres la única en no seguir esta moda -Agregó Kagome.

Además, además, además, hemos visto que te mueres de calor con ese kimono que Sesshomaru te regalo -Continuó Sango.

Solos usas esos kimonos porque Sesshomaru te los dio,  ¿Verdad? -Preguntó Kagome emocionada -AJÁ -Gritó emocionada -TE GUSTA SESSHOMARU.

No es eso señora Kagome -Replicó Rin. Claro que no le gustaba su amo bonito, no, no, o ¿sí? -Bueno, de todas formas, creo que soy muy pequeña para usar eso.

Pero Rin, tienes 12 años,  no eres muy pequeña... -Intentó convencer Kagome. 

Kagome tiene razón Rin, además, si no te gusta Sesshomaru, puedes empezar a ver a otros chicos de la aldea, ya sabes, casada a los dieciocho¹-Complementó Sango con una sonrisa

Kagome se limitó a no decir nada, algo le decía que algunas costumbres de esa época eran muy raras.

Está bien, la usaré -Contestó un poco tímida. Luego de eso, las mayores le entregaron el kimono y ella se fue a probar -¿Cómo me veo? -Preguntó sonrojada. Había mostrado sus piernas solo cuando iba a casar pescados, pero llevarlo todo el tiempo así y aún más corto, sentía que era totalmente  diferente.

Las mayores cuestionaron un poco el cómo le quedaba y terminaron arreglando con detalles que la hacían ver más tierna aún. Y a Kagome se le cruzó una idea. Lolita.

Listo Rin, ahora puedes ir a ver a Sesshomaru -Manifestó Sango.

Ten cuidado Rin, no te vayas a caer en los brazos de Sesshomaru -Sonrió Kagome de solo imaginárselo, porque ella shippeaba a Sesshomaru y Rin.

Sango quién miraba extrañada al comentario de su amiga, solo sonrió amargamente.

¡Es verdad! -Gritó no muy fuerte Rin - Hoy viene el señor Sesshomaru.

Te ves hermosa Rin, vamos, conquista al Lord del hielo -Continuó Kagome. 

No, conquista a mi hermano -Contradijo, la chica que shippeaba Kohaku x Rin.

Con Sesshomaru -Replicó Kagome.

Con mi hermano -Insistió Sango.

Y ambas terminaron peleando por eso, pero Rin solo desapareció de aquella escena, con tal de ver al Señor Sesshomaru. A medida que seguía caminando, vislumbro la presencia del albino y continuó su recorrido.

Sesshomaru-sama, mire mi nuevo Kimono -Dijo Rin con alegría. 

Sesshomaru esperó ver el Kimono que le había regalado la semana pasada, pero cuando volteó, observó a Rin, con otro diferente y cuando bajó la vista, observó sus descubiertas piernas.

Mentir sería decir que no eran bonitas. Bueno, si, con el adjetivo bonito, porque eran largas, lo suficientemente largas como su edad le permitía, además, eran claras, a pesar de que las manos y rostro de Rin eran de un tono más oscuro. 

Y descubrió algo. ¿Sabías que podías enamorarte de un par de piernas delgadas?

 Inmediatamente volteó el rostro, sí, el gran Lord del Oeste, el demonio sin corazón, el que se había ganado la fama de ser un yokai despiadado, sin misericordia ni sentimientos, se había sonrojado. 

Jaken, quién recién hizo notar su presencia preguntó enojado -¿Pero que le has hecho a tu kimono mocosa?

Ah- Se miró a sí misma -Las señoras Kagome y Sango me dijeron que debía de usarlo por esta temporada de calor -Respondió un poco nerviosa. Después de conversar con Jaken, aburrida, Rin dirigió su vista hacia su amo -¡Señor, sus orejas están rojas!  -Continuó diciendo, mientras que el yokai intentaba cubrirse el rostro con una mano.

Estaba pensando mal, pues Rin era solo una niña, una niña de ¿12 o 13 años? -Sesshomaru, eres un degenerado -Se dijo a sí mismo -Ya lo sé -Repuso sin mirarla. Pero ella insistió y el la miró enojado, delatando los tonos rojizos en su rostro. 

Rin, asustada porque su amo estaba enojado, cayó sentada en el pasto -Lo siento señor Sesshomaru -se apresuró a decir. 

¡Ves lo que haces mocosa! Has enojado al amo -Formuló Jaken quién trató de 'encubrir' a Sesshomaru. Él no era idiota, había estado con su amo durante 800 años.

Rin, te he traído un kimono -Mencionó más tarde, porque hasta él se había olvidado de ese detalle -Toma -Agregó extendiendo su mano.

Gracias señor Sesshomaru -Contestó con una sonrisa -Iré a ponérmelo ahora -Y sin más remedio, se fue a cambiar entre unos arbustos. El kimono le quedaba a medida. Sin duda, no volvería a probarse el anterior.

Continuaron hablando, bueno, solo ella, pero no volvieron a tocar el tema.






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Casada a los dieciocho¹: Es una 'verdad' conocida del Japón antiguo. Se refiere a que, se consideraba como vergüenza cuando una mujer se casaba más allá de los 18, es decir, debían de casarse desde que eran adolescentes hasta los dieciocho.


ʕ๑•́ᴥ•̀๑ʔ Gracias♡

𝕆𝕟𝕖 𝕤𝕙𝕠𝕥❜𝕤 𝕕𝕖𝕝 𝕊𝕖𝕤𝕤ℝ𝕚𝕟Donde viven las historias. Descúbrelo ahora