CALLE.
Ambas teníamos una taza de té en las manos, Poché tenía los ojos rojos e hinchados de llorar... toque mis mejillas con las yemas de mis dedos y estaban húmedas y frías.
-La respuesta es no.
-Poché...
-No van a venir a destruir a nuestra familia. Calle ya nos vamos a casar! Tenemos nuestro trabajo, nuestro departamento, Gina ya entró a la escuela!
La respuesta es NO.
La reacción de Poché había sido terrible.
-Amor solo quieren verla...
-Y luego ¿qué? Van a querer pasar más tiempo con ella, se van a encariñar, Gina se va a confundir, se la van a querer llevar!
Tomó su rostro entre sus manos y me impidió verla, me acerqué a ella dejando mi taza de té sobre la mesa de centro, tome la de ella y la coloqué a lado de la mía.
Despacio y con cautela fui envolviéndola en mis brazos, nos acomodamos en el sillón y quedó recostada en mi pecho.
-No voy a dejar que eso pase, que nada nos separe, que nada nos afecte. Seguiremos siendo familia amor.
Suspiro profundamente y hubo un silencio.
-Mañana a primera hora le preguntaré a Juan por su tío el abogado.
-Esta bien amor.
Acaricie su mejilla.
-Si tú dices que no... es no.
Comente para finalizar.
POCHÉ.
Gina y Calle estaban en la ducha, yo esperaba a Gina para recibirla para poder vestirla mientras me desenredaba el pelo.
~Hola Juan.
Send 8:05 am.
"Contesta por favor" pensaba. Seguí desenredándome el pelo, me puse un par de calcetas y mis tenis favoritos. Tenía listo mi saco gris, la blusa blanca y unos jeans rotos.
~Que madrugadora querida! Buenos días ¿sucede algo?~
~Recuerdo que tú tío es abogado, podrías pasarme su contacto?~
~¿Todo esta bien? Con gusto.~
~Te cuento con un café, espero sea pronto, te amo~.
El tío de Juan era abogado... ya lo conocíamos pues el nos ayudó a pagar infracciones algunas de las veces en las que Calle condujo ebria.
-Gordaaaaa! Ya está la niñaaaaaaa!
Gritó alargando tanto la A que me provocó risa. Entre al baño tomando la toalla enorme de Gina. Calle me la paso y la envolví en la toalla... Se ve tan, deseable.
Trague saliva fuerte, Calle ... dándome la espalda lavándose el cabello.
Gina comenzó a moverse dentro de la toalla.
-Ma ma
-Voy cielo.
Interrumpió todos aquellos pensamientos y salí del baño con ella en brazos.
-Como hoy hace un poco más de frío te voy a poner ropa calientita abajo de tu ropa normal.
Comencé poniéndole crema por todo su cuerpo y después un poco de loción de fresa que si abuelo le había regalado. Su pomada para que no se rozara aunque termine embarrándomela más en las manos que las pompitas de Gina, últimamente estaba creciendo más rápido así que la ropa le quedaba un poco corta.
-Iremos de compras hoy ¿ok?
Le di un besito en la frente.
-Te vamos a cuidar, tú no te vas a ir de tu nuestro lado de nuevo.
Gina sonreía, para mi ella siempre estaba feliz y en paz (excepto cuando tenía hambre o sueño) Calle salió del baño con una bata en el cuerpo y una toalla en el cabello.
-Amor ¿qué te preparo de desayunar?
Pregunte levantando a Gina de la cama.
-Lo mismo que te prepares a ti gorda ahorita te voy a ayudar, dame 10 minutos.
Se acercó a nosotras y me tomo por la cintura, temblé.
-Si amor.
Sonrió coquetamente... My God.
-Calle..
Se me salió su nombre entre un suspiro.
-Mande amor.
-Voy a apurarme.
Moje mis labios viendo los suyos, no puedo creer que siga sintiendo un deseo enorme por ella.
Gina pesaba cada vez más, así que la dejé en su silla para comer sujetándola, le pele medio banano y mientras ella cantaba (o al menos eso trataba de hacer entre sus gritos indefinidos) yo preparaba el desayuno para las tres.
CALLE.
Después de dejar a Gina en la escuela Poché y yo íbamos en Camino al trabajo charlando de todo solo "sin tocar el tema" aunque debo de confesar que quería que me preguntara algo respecto a la situación, el abogado Wattson se había presentado con un documento el cual informó la apelación de Karla y Carol para ver a Gina al menos una vez al mes como unos "parientes lejanos"
-Calle dije que no.
Recién llegamos al parqueadero de la oficina.
-Yo lo sé amor, tranquila quedamos que no.
Dije estacionando la camioneta en el lugar designado.
-Entonces ¿Por que está el abogado en la entrada con el vigilante?
Dijo de manera grosera.
-Amor... no lo sé... yo..
Poché alzó ambas cejas y tomó su bolso.
-Tu?
-Yo le dije que no amor! Le dije que no.
Respondí tartamudeando ante la mirada fulminante de Poché.
-Carajo! Pues vemos para que vino.
Bajo azotando la puerta con fuerza, tome las llaves de la camioneta y mi bolso de prisa para seguirla.
-Qué hace aquí? Que es lo que quiere? Usted después de tanto que vio sufrir a Gina viene a querer regresarlas con esas irresponsable?
Poché zarandeaba su bolso de un lado a otro como si le fuera a pegar.
-Señorita tranquila, vengo a platicar con ustedes de nuevo...
-Que no! Mi mujer ya le dijo que no y le reitero que no!
Poché se acercó a el y de inmediato el vigilante se puso entre Poché y el abogado Wattson.
Esto parecía algo cómico, el abogado era un señor alto, gordo, fornido, con una calva que le brillaba y una cara de seriedad. Mientras que mi mujer era chaparrita y delgada pero eso si.. tan brava.
-Será mejor que se retire, estaremos citándolo con nuestro abogado para poder hablar del tema que quiere.
Dije sin perder la cordura ante la situación. El abogado asintió y cuidadosamente se apartó.
-Amor, cálmate.
-Quiero.. quiero ir por Gina.
Me dijo abrazándome, la apreté contra mi y le di un beso en la cabeza.
-Si pero tienes que tranquilizarte.
Le eche unos ojos al vigilante para que pidiera el elevador y así fue, abrazada a mi subimos al elevador rumbo a la oficina.
Y si pasamos cuarentena juntas? Cómo están? ♥️
