Poché.
Estaba tanto nerviosas que comencé a morderme las uñas. Caminaba de un lado a otro... "todo va a salir bien todo va a salir bien"
-Amor carga a Gina por favor.
Calle me dio a La Niña al verme en aquella sala de un lado a otro.
-Y si se me cae?
Le dije tomando a Gina. Calle me miro un poco incrédula pero utilizo un tono suave para responderme.
-Amor nunca se te ha caído y no pasará.
Calle me sonrió. ¿Cómo es que podía estar tan tranquila?
-Listas? Tenemos que entrar antes que el juez.
-Si estamos listas.
Calle tomo su bolsa y la pataleta de Gina para después ir por mi (me quede petrificada) con un suave beso en la mejilla. Mi ansiedad estaba al tope.
-Amor vamos.
Voltee a mirar a Paula...
-Ustedes pueden, todo va a salir bien.
Voltee a ver a mi papá...
-Tú puedes.
Me miro fijamente a los ojos y me regalo una sonrisa que logro tranquilizar mi ansiedad un poco.
-Poché.
Dijo Calle parada detrás de mi extendiendo su mano.
-Vamos mi amor.
Inmediatamente la toma... estaba fresca, suave... voy a dejarme guiarme por ella.
Entramos a la sala de audiencia, habían varias sillas vacías, la sala estaba dividida en tres, primero en donde se encontraba el juez, después donde nos encontrábamos nosotras estaban dos escritorios uno de imputados y del otro lado la parte demandante donde solo se encontraba un abogado que no era el abogado Wattson y de tras la audiencia donde no había absolutamente nadie, nunca me imaginé estar aquí solo lo veía en las películas. Habían al menos 10 policías dispersos en toda la sala y 4 hombres trajeados de negro que tenían pinta de guaruras en los puntos de entrada y salida.
Tomamos asiendo, desde que llegamos Gina había estado muy atenta a todo, muy callada y muy seria. La miré y le sonreí.
-Ey! Todo va a estar bien.
Le di un besito en la frente, me miro con sus ojitos tan hermosos y después miro a Calle.
-Todo va a estar bien mi niña ¿quieres una galleta?
Le pregunto Calle sonriendo, mi niña interior gritaba que ella también quería.
-Ti.
Por fin, Gina sonrió. Calle abrió su maleta y sacó dos galletas.
-Yo se que tú también quieres una.
La otra galleta era para mi! Y sin pensarlo la tome.
-Gracis amor.
Gina y yo comíamos nuestras galletas mientras escuchaba murmullos entre Calle y nuestro abogado, Muñoz.
-Mi amor...
Me miro Calle, estaba escondiendo su preocupación.
-Si?
-Mi amor no quiero que te alteres, yo creí que no iban a solicitarlas en esta audiencia pero así será.
-Qué?
No entendía lo que Calle me decía.
-Karla y Carol van a llegar en cualquier momento.
Algo en mi despertó. No, a mi hija no la iban a abordar, no de ninguna manera, si es que el juez lo manda accedería pero no.
Tome a Gina entre mis brazos y senté en mis piernas de cara a mi. Puse una manta delgada color hueso a nuestro alrededor tapando un poco de su rostro.
-Te toca tu siesta amor.
Le dije cuando me miro dudosa de que era lo que pasaba.
-Todo estará bien, ellas no se acercarán.
Calle tomo mi mano. Solo escuché como se abrió en ese preciso momento la puerta... Su abogado se encontraba en el otro escritorio y de inmediato se puso de pie. La primera y la única en entrar fue Karla quien se miraba con un semblante serio, podía notar su coraje. Saludo a su abogado y se sentó.
Se escucharon de inmediato tres golpes.
-De pie, el juez está por entrar.
Nos pusimos de pie y yo cubrí a Gina por completo, estaba despierta pero quieta... mi hija era inteligente y estaba segura de que ella sentía lo que pasaba.
Calle me miro y sonrió, sin darme cuenta estaba sonriendo... mire hacia el otro lado y la sonrisa se me quitó al ver que Karla apenas se había dado cuenta de que Gina estaba ahí, comenzó a inquietarse y cruzó un par de palabras con su abogado a quien leyéndole los labios respondió "No"
CALLE.
Las cosas se había puesto tan calientes aquí que tuve que desabrocharme los botones del blazer que tenía puesto.
Las manos me temblaban del coraje pero trataba de controlarme ya que a Poché la habían sacado de la sala.
-Ellas no son lo suficientemente estables para poder seguir cuidándola.
Dijo Karla cuando pasó al estribo a argumentar.
-La Señorita María José se la pasa en el hospital por sus crisis de ansiedad y depresión. Señor juez! Tome en cuenta que no son estables. Obviamente Calle es quien la cuida y mi hija? Dónde queda?
La sangre me hirvió y solo pude ver cómo Poché se levantó y comenzó a gritarle de cosas a Karla, agradecí que Gina estaba afuera con su abuelo Don Juan Carlos ya que se había quedado dormida.
-Señorita Garzón.
Decía nuestro abogado una y otra vez.
-Amor amor.
Tome si mano jalándola para atrás pues sentía que quería brincar de la mesa.
-Silencio.
Dijo el señor juez.
-Amor eso es lo que quiere, lo que busca.
Le dije entre dientes. Mi sangre hervía.
-Tranquila tú argumentaste muy bien y aún falto yo, su desventaja es que Carol no está no sé porque razón pero no asistió.
Hubo un silencio y escuché la respiración acelerada de Poché.
-Prosiga.
El juez le dio la palabra así que Karla siguió.
-No puede estar con personas así señoría, nosotras confiamos por un periodo la guardia y custodia de nuestra hija pero viendo la situación ya no queremos que esté así. Es una inestabilidad enorme para ella. No es adecuado el estado psicológico de ambas, mi hija merece ser feliz y no estar triste o al pendiente de que su madre no se vaya a trabar en alguna crisis.
Poché explotó gritando ya groserías.
-Señoria objeción ...
Interrumpió nuestro abogado. Yo solamente contaba la respiración de Poché, si no se calmaba su crisis iba a pasar un segundo plano.
-Pedimos un receso ya que mi clienta no se está sintiendo cómoda, es una gran falta de respeto validarse con la situación emocional por la que atraviesa! Y señoria mi clienta está atendiéndose.
Tome a Poché del brazo.
-Descansó concedido tienen 5 minutos.
Tome a Poché con fuerza y la saqué de esa sala de prisa.
-Esa jodida mujer! Hija de puta! Mal parada! Cara de...
Grito al salir, rompió en llanto.
-Calle yo... yo.
La tome de los hombros.
-Mi amor necesito que respires conmigo.
Inhale y ella inhaló.
-Exhala.... tienes que exhalar lento vale?
Inhale y ella inhaló.
-Lento.
Poché agachó la mirada.
-Tienes que tranquilizarte.
En lo que hablaba comencé a contar su respiración de nuevo.
-Yo se que enoja, me hierve la sangre más que a ti, pero no vamos a arreglar esto de esa forma. Oye no olvides de respirar... Inhala, uno, dos, tres, cuatro... exhala lento.
Don Juan Carlos se levantó en seguida Pula estaba impresionada de ver a Poché así pero permaneció sentada ya que cargaba a Gina dormida.
-Ey amor qué pasa?
Don Juan Carlos con su voz tan protectora y su amabilidad siempre.
Poché se fue con el a sentar y me acerque al Juancho.
-Les recomiendo que no vuelva a entrar.
Me quede helada.
-Si te das cuenta lo que me estás pidiendo?
Pregunte afligida.
-Dany no quiero que el juez pueda verse involucrado con las declaraciones de Karla y el estado en el que se encuentra en este momento Poché.
-Bien. Bien entiendo. ¿Falta mucho?
-Esperemos que no.
Me miro serio y entro a la sala. Me puse en cuclillas frente a Poché tomándole las manos.
-Necesito que te quedes aquí.
Le di un beso en las manos.
-Necesito que respires de nuevo a tu ritmo y que te tranquilices, no falta mucho por terminar así que me sirve más que te tranquilices a que entres de nuevo así.
Ella asintió sin hablar. Voltee a mirar a Don Juan Carlos.
-Respire con ella por favor y... tome sus manos.
Don Juan Carlos asintió. Camine y las piernas me temblaban. Esta descarga de adrenalina me des cuadro toda... antes de empujar la puerta de la sala tome un respiro, me acomodé un poco mi cabello y después seguí.
El juicio había terminado después de argumentar mis razones por las cuales queríamos, podíamos y teníamos para cuidar de Gina, de nuestra hija.
Hola hermosas y hermosos por si algún hombre me lee.
¿Cómo están? Ya inició el mes de la comunidad más hermosa.♥️
¿Alguien de acá pertenece a la comunidad LGBTIQ+?
Oigaaaann! Generaciones presentes, somos un importante cambió así que les pido que tengamos respeto por los demás, que creemos empatía y sobre todo demos amor! Que nos hace tanta falta.💕
