Capítulo 4.

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"¿Has llegado a ese punto, dónde solamente escuchas sólo lo que haces tú? Pues, te digo, no se siente lindo"

«Primer día de clases... ¡Aquí vamos!» me decía así misma con "entusiasmo".

Estaba "contemplando" (por así decirlo) aquella edificación un tanto antigua, indecisa por entrar a sus instalaciones, la verdad es que sentía temor, pero... ¿temor a que? Realmente esa es una pregunta estúpida si viene de mi; yo misma sé la respuesta a esa pregunta, le temo a mi pasado.... Seguramente una parte de mi interior credula e inocente y miedosa piensa que todo cambiará, (y seguramente debe tener razón) pero mi vida no es una novela de bajo cortometraje dónde siempre hay finales felices, no.

Está es la vida real, MI vida, (por muy inescrupulosa que sea) y en mi vida, nunca, pero NUNCA he vivido bien (por así decirlo).

Deje de divagar (lo que constantemente hago) y emprendo una caminata por el sendero que me llevará a aquellas instalaciones infestadas de adolescentes, crueles, víctimas, agresores, etcétera. Miro mi móvil ya dentro, buscando un mapa de aquella edificación (que descargue noches atrás debido a su tamaño y evitar perderme) rápidamente busco dónde se encuentra mi casillero, y esté dice que se encuentra en el pasillo B, sólo tengo que cruzar a la derecha de mi localización, a lo que yo hago en un momento, «Espero que no esté lleno de personas, espero que no esté lleno de personas» iba citando eso en mi mente como sí fuera un mantra a medida que me acercaba al final del pasillo; ya al final de esté hay dos caminos; Izquierda: Una escalera, que probablemente no tenga idea a dónde lleve y Derecha: pasillo B. Ya estaba apuntó de echar otro vistazo a mi móvil, cuando me golpeó mentalmente «Está al frente tuyo, idiota» sigo aquel pasillo, reprochandome a mi misma con la cabeza gacha, que me doy cuenta de algo «Desde cuando los pasillos están tan callados...» lentamente levanto mi cabeza (que cuya razón, no lo se, permanecía mirando mi móvil) aún caminando.

Y.... ¿Haz llegado a ese punto, dónde solamente escuchas lo que haces tú? Pues, te digo, no se siente lindo; ese momento incómodo en el que sólo escuchas tú respiración y tus putos pasos... Y te sientes cohibida porque, en serio, ¡díganme!, ¿a quién diablos le gustaría que cientos de pares de ojos te estén observado? A nadie.

Paro en seco tragando gordo e ignorando mis estúpidos pensamientos busco mi casillero. Pasó lentamente entre el pasillo lleno de adolescentes, algunos se me quedan mirando, grupitos de algunos  dejan de hablar entre ellos y se dirigen a mirarme y luego susurran entre ellos aún mirándome y todo esto lo hacen todos en el pasillo, en serio, nunca tuve tanto la atención , y es perturbador; Al fin encuentro mi casillero que muy para mi suerte (noten mi sarcasmo) está en medio de todo el puto pasillo, torpemente procedo a buscar la llave de mi locker en mi mochila; llamando así más la atención de aquellos seres «Que no pueden dejar de verme, no soy un alien... ¿Que diablos.... ¡Ah! Las llaves» lo abro, y cómo dijo mi madre están todos mis libros aquí, miro mi móvil, para echarle un vistazo a mi horario y tomo los libros de las dos primeras horas, Biología y Estudios Humanos, suspiro, «Aunque sea no son mis peores asignaturas....» recargo mi cabeza en el casillero (aún abierto) con los ojos cerrados y siento cómo el ambiente a mi alrededor se relaja, no soy más la atención y todos hablan entre ellos, suspiro nuevamente y lentamente abro mis ojos aún con la cabeza recargada en el locker; mis ojos instantáneamente captan una inscripción en el fondo de esté, son unas iniciales «L . G» frunzo el ceño «¿Quién es L.G?» curiosa, llevó mi mano hasta ahí y lo tocó cómo sí de seda se tratacé y noto que aquella inscripción es antigua debido a varias abolladuras que se presentan en esté, ladeo la cabeza...

¡¡Drring!!

Me sobresalto «Puto timbre, me asustaste...» saco mi mano del locker y cierro esté, de a poco noto que las personas se dispersan, seguro van a sus salones de clases, «Tú también tienes que ir a tú salón de clases, idiota» frunzo el ceño a esté pensamiento y checo mi móvil y al parecer mi salón de clases está subiendo aquellas escaleras que vi anteriormente en el aula Z9, frunzo el ceño confundida «Que raros son aquí para nombrar aulas de clases...» bloqueo mi móvil y lo guardo en el bolsillo trasero de mis Short's, tomo mi mochila y vuelvo por dónde vine, ahora sin llamar la atención (ya que el pasillo está casi vacío) al doblar saliendo del pasillo, noté a un chico de vestimenta negra saliendo por el lado contrario del que estaba, esté colegio sí que es grande....

Love Or DieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora