Una historia de amor sin fin.

Sin Título

Hoy como cada mañana me levante con el sol,aunque esta vez mi fiel y brillante compañero madrugador se vio opacado por una gran nube gris ¿Tú también estas triste?. 

Me levante con lentitud,mi desgastado cuerpo no me permite moverme con mayor agilidad,me vestí con mis mejores encajes, maquille sutilmente mi pálido rostro solo un poco de colorete en las mejillas,no hay que exagerar,me puse mis zapatillas de tacón y salí junto con una ligera llovizna que sentía como consolaba de mi gran dolor. Subí a aquella carroza negra que a mis espaldas traía a aquel hombre que me acompaño durante 65 años de mi vida,mi amado esposo,aún sigo sin creer que ya no lo veré cada mañana,tan solo pensarlo me rompe el corazón de tal forma que me es difícil tan solo explicar.

Allí iba yo,con el corazón en mis temblorosas manos y detrás de nosotros esa extensa caravana que nos acompañaba para decir adiós a mi querido,a mi amor. 

¡No quiero esto! No quiero vivir sin él,no quiero quedarme sola...no me dejes sola,por favor...me dijiste que yo no seria la que deba pasar este dolor. Mayor mi dolor al saber que saliste aquella mañana a comprar esos peculiares dulces por nuestro aniversario. Pensabas despertarme con ese sabor dulce almendrado,pero el destino y ese trió de ruines desgraciados no quisieron,peleaste lo se era el dinero para nuestro regalo ¿Por qué habrías de dárselos?¡Dáselos! ¡No quiero un regalo,te quiero aquí,devuelta a mi lado! ... Pero fue muy tarde,ellos simplemente tomaron la decisión de creerse dioses y de golpes te hirieron de muerte...Amado mio, ¿Por qué fuiste tan obstinado? si les hubieras entregado el dinero ahora estaríamos juntos disfrutando nuestra simple compañía.

Simplemente deje que la pena me consumiera es esta ocasión,siempre me amaste por ser fuerte, pero hoy ya no puedo ser aquella mujer fuerte ,así que como una vez prometimos cuando aún eramos jóvenes ilusos me iré junto a ti.Es por eso que deje caer mi ya triste cadáver dentro de tu sepultura aún abierta,mientras el público observaba de esta manera el término de nuestra hermosa historia de amor.