- ''Al principio de la existencia humana, nació un niño, un niño el cual alimentaba a los animales de su familia, ayudaba a los demás, siempre que podía intentaba ser bueno con todos, ayudando a la ahora antigua pequeña civilización humana, a ser mejor con su ejemplo, pero, no todo es un cuento de hadas, el chico tenía gustos para su tiempo considerados una aberración. Culpando a Lucifer de haber engañado al niño ahora adulto para que tuviera ese pensar, el ahora chico adulto fue condenado a ser quemado en público en medio de una pequeña plaza en cerca de el infinito desierto del sur occidental, así muere un chico enamorado de otro chico, sentimientos hacia una persona la cual no podía amar, porque su amor lo mataría, y lo hizo''. Narra Snayder leyendo el libro que le robo a Keff llegando a Chysí Póli, mientras cabalga de manera despreocupada.
Pasando los minutos, se ve ya muy cerca la ciudad entre grandes cultivos de trigo, hecha de arenisca y piedra pulida, con grandes estatuas de Deum hechas de los mismos materiales, con una entrada en arco, dando a pasar a una ciudad, con un estilo muy parecido a de los principios de la Era Cristian, con una gran torre en espiral la cual se puede apreciar desde fuera.
- ¡Hemos llegado!. Dice Saree, ya estando en la entrada de la ciudad.
Siendo emboscados por soldados los cuales tenían por armas lanzas, y una armadura adecuada a el ambiente.
- ¡Quédense quietos, y entreguen a la princesa!. Reclaman los soldados.
- Los podría matar, sí quisiera. Dice Snayder, con una cara seria.
- Tranquilos, tranquilos, no hay porque matar a nadie. Dice la princesa Christina.- Ellos me ayudaron, me trataron bien, me alimentaron, y me cuidaron todo el camino, luego de estar caminando por las inmensas planicies lejanas a Garden, de hecho quisiera pagarles su favor. Agrega la princesa Christina, haciendo tranquilizar a sus soldados.
- No hace falta, su majestad. Dice Snayder.
- Opino lo mismo que Snayder, nosotros solamente hicimos lo que vimos correcto. Dice Saree.
- De ninguna manera, les puedo dejar sin recompensa por haberme ayudado, siganme a el palacio, ahí les recompensaré. Dice la princesa Christina.
- Ooh, un palacio, aceptamos. Dice Saree.
- Okey, yo la sigo a ella. Dice Snayder.
Caminan 4 kilómetros al fondo de la ciudad, viendo el hermoso ambiente, de la ciudad de Cysí Póli, sus hermosas casas, y el buen trato de su gente.
- Tu gente, si que es muy amable, majestad. Menciona Saree.
- En este lugar, no pretendemos ser malas personas, solamente queremos estar en paz, y vivir nuestra segunda vida, como no pudimos vivir la primera. Dice Christina.
- Es extraño, porque Keff, dijo que aquí se hacen tratos, siendo su moneda principal las almas, ¿Eso como no los convertiría en malas personas? Parecen maquinas. Piensa Snayder.- Oye, ¿Aquí las almas son su moneda principal cierto?. Dice Snayder.
Todo el ambiente de la ciudad se vuelve incomodo, y los ciudadanos se les quedan viendo por un momento, y al siguiente siguen con lo que hacían. La princesa Christina, no dice nada, ignorando la duda de Snayder.
- Bien, he aquí, el palacio de Chysí Póli. Dice la princesa Christina en frente de las puertas de el palacio.
- Hmm, se ve, majestuoso. Dice Snayder entrando, luego de que la guardia de la entrada de el palacio les abriera la puerta.
- Esta es la gran sala de el palacio, donde se hacen festejos, hoy en celebración a Deum, haremos un gran baile, espero asistan. Dice la princesa Christina.
