Samantha
Hace tres días de lo de Flavio, y empezaba a sentir mucho dolor de tripa.
No tenía la regla, osea que esa opción descartada. Como lo hicimos sin protección, puede que...
No.
No puede ser.
No estaré...
Fui a la farmacia y compré uno.
Pues...
Si.
No me equivocaba. ¿Y ahora como se lo explicaba?
Fui a nuestra habitación y le enseñé el test.
S: Flavio. Tenemos que hablar.
F: Adelante.
S: ¿Te acuerdas del otro día? Ya sabes... De eso.
F: Si, ya sé, estuvo muy bien.
S: Si... Tan bien que-se lo enseñe- me has dejado embarazada.
F: Ostia... Samantha,¡Que vamos a ser padres juntos! El murciano empezó a llorar de emoción. Siempre ha sido mi sueño, desde que te conocí... ¿Pero como se llamará?
S: Ay Fla, no pienses en eso aún. Se lo tendremos que decir a tus hijos.
F: Ahora son nuestros hijos.
Eso de nuestros era muy raro. ¿Cómo haríamos para que me llamaran mamá?
S: Si, lo que tú digas...
Si quieres se lo decimos mañana.
F: De acuerdo.
Flavio
Tengo que admitir que me alegro muchísimo saber que Sam estaba embarazada. Mis hijos no son frutos nuestros, son hijos míos y de mi ex mujer de la cual no quiero ni pensar como se llama.
También tengo que confesar que desde que la conocí sabía que tenía que ser la mujer de mi vida. Uno de mis sueños era casarme y formar una familia juntos... Y se ve que se está haciendo realidad.
Nunca pensé que yo le iba a gustar. Soy muy seta, como la valenciana siempre dice.
Estoy en el mejor momento de mi vida.
