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―Me traes loco, mujer.

Jadea mientras se mueve sobre mi cuerpo y yo dejo que el calor me envuelva poco a poco, demasiado rápido para mi gusto llegamos a este punto, pero luego de más de seis meses insistiendo pues no queda de otra que dejarlo llevar el ritmo, aunque ese ritmo no me haga tanta gracia.

―¿Sí?, muévete un poco más fuerte.

―¡Oh!, bebé claro que va hacer fuerte.

Veo como mueve su cuerpo tratando de llegar más dentro, pero en realidad solo hace el movimiento externo y...

―¡Oh!, bebé, que rico.

―U jum, ―murmuro y me quedo estática cuando lo veo levantarse desechar el condón y pasarse las manos por el cabello. Resoplo sin ningún tipo de discreción, me levanto y entro al baño colocando seguro a la puerta.

Me miro en el gran espejo del baño, realmente esta suite es de lujo, hermosa una bella vista a colinas y todo el verde que puedes esperar en una zona como esta. Veo mis manos temblar un poco y resoplo de nuevo, pero ahora de frustración, sabía que debía hacer caso a mi intuición, algo me decía que sería así.

Frustrada tomo mi móvil de mi cartera que deje cerca del lavado, lo activo y busco el chat que nunca es borrado de mi historial.

Marco y no tarda mucho en contestar, un sentimiento fuerte me aprieta el estómago su mirada penetrante es inigualable en el mundo.

―¿Cuánto? ―Me pregunta con voz firme, no necesito aclarar nada, ya sabe de qué va todo.

― Siete jodidos minutos ― respondo mientras el cuerpo me tiembla, realmente odio todas estas sensaciones cuando esto sucede.

―Voy a tomarme veinticinco minutos, tengo una llamada importante. Continúen y graben lo que me ausente.

Oigo su tono firme y escucho puertas y sus pasos; en cuestión de segundos cambia a video llamada.

Queen, coloca el teléfono enfocado en ti.

Me muevo rápido con manos temblorosas tomo una toalla y lo enfoco viendo en la pequeña ventana que me veo de cuerpo completo hasta mis muslos.

―Uff, lo diré toda la jodida vida, eres una belleza. ―Comenta y veo sus ojos gris mirarme con adoración.

Lo veo moverse rápido, deja el teléfono en algún lado y este lo enfoca sentado en el amplio sofá de su oficina, ese sofá en cuero negro que tantos recuerdos me trae, estiro mi cuerpo y respiro lento.

En un pestañear está sentado en el sofá totalmente desnudo, con su gran erección apuntando muy enfocada hacia la cámara de su teléfono y al fondo se oye muy claramente love is a bitch de Two Feet.

Y mentiría si no digo que enseguida mi corazón late tan fuerte y que verlo posar sus manos en su erección no me hace jadear y sentir más calor entre mis piernas.

―Tócate, muéstrame ese incandescente baile de tus manos sobre tu cuerpo.

Su voz ronca me hace estremecer, y jadeante me recuesto de la pared, mi mirada se nubla y sin dejar de ver sus ojos, coloco lentamente mis manos sobre mis hombros cruzadas y comienzo lentamente a bajarlas dejando que levemente mis uñas se encajen en mi piel mientras llego a mis pezones y los acaricio jalando suavemente de ellos, mis manos continúan con su recorrido y las paseo por sobre mi vientre las desvío hacia mis muslos y voy acariciando despacio hacia el interior de ellos , jadeo al ver como su mano comienza a moverse sobre su miembro.

Me pierdo entre mis caricias, su mirada y el movimiento lento de su mano, admiro su cuerpo bien cuidado, con un broceado perfecto y voz ronca diciéndome todo lo que me encanta oír, nos perdemos en el momento y mientras yo soy solo jadeos y respiración entre cortada, él se vuelve gruñidos y voz ronca.

RENAN- (LAS MUJERES LO HACEMOS MEJOR +18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora