Capítulo IV: Prohibido

1.1K 175 342
                                    

—¿Hey, rollo, por qué me estás siguiendo?. —Covid me detiene por detrás.

—¿Qué?. Yo no te estoy siguiendo —respondo dándome la vuelta. ¡Está demasiado cerca!.

—Por supuesto que sí. No creas que no me dí cuenta, hace un rato me estabas observando.

¡¿Lo notó?!, ¡¿Dios Árbol, qué hago ahora?!. Puedo sentir cómo mis mejillas arden y mi corazón se acelera. Doy unos pasos hacia atrás, tratando de huir.

—Ni siquiera lo intentes, te perseguirte por toda la escuela. Será mejor que hables.

—Yo... —tartamudeo viendo el suelo —No sé de hablas, estoy castigado y debo limpiar las ventanas. Déjame en paz, por favor —agrego levantando la mirada.

—No te creo.

—¡Papel, apresúrate! —interrumpe Gripe acercándose.

—¿Lo ves?. No estoy mintiendo.

—Como digas —dice dándose la vuelta y se va. Que alivio, pensé que no saldría de esta.

—¿Qué ocurre, Papel?.

—Nada. Vamos, Gripe.

Por fin hemos terminado de limpiar; después de cinco largas horas. Estoy muerto, dormiré toda la tarde.

—¿Papel, puedo saber de qué hablabas con ese coronavirus?.

—Algo sin importancia —respondo con desdén.

—Entiendo —dice triste.

—¿Qué pasa, Gripe?. Has actuado raro en todo el día, estoy preocupando.

—Tranquilo, estoy bien. Estaba pensando que sería una buena idea ir a tu casa a ver una película. ¿Qué dices?.

—Excelente idea. —Espero eso le suba el ánimo.

Llegando a casa aviso a mis padres sobre la visita. Ya tengo todo listo. Escucho el timbre sonar y de inmediato bajo. Luego de saludarnos la invito a mi habitación.

—¿Qué película veremos?.

—'Más que una congestión nasal' —respondo y la pongo.

Terminamos de verla; me encantó, era sobre el amor prohibido entre un moco y una nariz. Ahora vamos a la parada de carritos.

—Papel, necesito decirte algo —dice Gripe deteniéndose.

—¿Qué cosa?.

—No quiero que hables con Covid 19. Es peligroso, le causa mucho daño a los rollos.

—Créeme estaré bien, gracias. —Gripe parece inconforme.

—Seguro, no creo que seas tan tonto como para ir en contra de tu familia. —Continúa caminando.

Es de noche y no he dejado de pensar en lo que sentí al ver a Covid. Estoy confundido. ¿Qué fué eso?.

Es jueves y debo limpiar el patio principal. Levanto la basura con calma, el conserje está supervisado a Gripe.

—Hola, rollo —dice una voz frente a mi. ¡Es Covid!. De nuevo mi corazón se acelera. ¡Cálmate!.

—¿Qué quieres? —tartamuedeo nervioso.

—Estuve observandote estos días —balbucea. ¡¿Observandome?!, ¡Mis mejillas están ardiendo de nuevo! —Claro, para verificar que no me seguías. Solo quería disculparme por acusarte injustamente.

—Esta bien, no te preocupes.

Ambos nos quedamos en silencio; ¡Éstoy súper incómodo!.

—¿Oye, quieres almorzar conmigo?.

—¿Nosotros, acaso estás jugando?.

—Hablo enserio, me agradas, creo que sería divertido. Si no quieres está bien —responde ansioso.

—¡Sí, sí quiero! —exclamo muy avergonzado.

—Está bien, te espero en el baño. Adiós —dice yéndose. ¿Qué hice?.

El receso llegó y en lo último que pienso es en comer. Voy al baño y mi corazón no me deja tranquilo. Rayos, Gripe viene hacia mí.

Hasta que la cura nos separe (CovidxPapel) [Completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora