PRIMER HILO

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Sintió sus lágrimas bajar por sus mejillas mientras caía en una dramática histeria. ¡Que dolor!, ¡que desesperación!, ¡que impotencia sentía en ese momento!. Quería golpear a la otra persona al otro lado del teléfono.

—¿Es una broma? —cuestionó en una crisis nerviosa.

No lo es, él está muerto, encontraron su cuerpo y una carta de suicidio. —Dijo la voz del lado contrario.

—Es mentira, maldita sea, estoy en Portugal. —Se echó a llorar. —Dime, dime que no es cierto. Miénteme. Dime que Jonghyun está vivo, por favor.

Lo siento Key, él se suicidó.

Y cuando amas a alguien y te es arrebatado repentinamente, lloras, sufres, se te desgarra el corazón. Es un sentimiento egoísta porque él sabía que Jonghyun estaría bien, pero el hecho de pensar que jamás volvería a verlo y tenerlo "para él" era bastante desolador.

Se limpió las lagrimas y regresó a Corea, tenía que darle su último adiós a su alma gemela.

Se limpió las lagrimas y regresó a Corea, tenía que darle su último adiós a su alma gemela

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Kibum se levantó con las lagrimas en los ojos. La luz entraba tenuemente por la ventana de su pequeño departamento, faltaban cinco minutos para que su despertador sonara y tuviera que levantarse para ir a clases. Trató de recordar su sueño, pero solo momentos de dolor lo inundaron.

Observó su reloj, 5:25, era un viernes 25 de mayo, pronto empezaría junio. Al menos era viernes y podría descansar el fin de semana, quizá podría preparar algunos platillos e ir a animar a Taemin al partido de basquetbol, se levantó de su cama y tomó su toalla, necesitaba bañarse, pero antes de que otra cosa pasara, alguien tocó a su puerta.

Kibum se acercó y simplemente abrió, en frente encontró a un mocoso de cabello castaño que simplemente rodó los ojos. Kibum lo dejó pasar.

—Es muy temprano para ti, ¿Qué haces aquí? —preguntó Kibum siendo la madre preocupada que todos decían que era.

El chico caminó de un lado a otro, incluso abrió el pequeño closet de Kibum y empezó a probarse su ropa. Estaba ignorando al mayor.

—Tuve una pesadilla y no pude dormir. —Susurró, a veces sus pesadillas le hacían despertarse y no volver a conciliar el sueño, se sentía observado, desprotegido y siempre terminaba en algún lugar tratando de que fuera la hora adecuada para ir a la escuela.

—Tomaré un baño, puedes quedarte aquí, prepara algo de comer solo no quemes la cocina. —Kibum le sonrió. —Compré quesito de bebé para ti, Taemin, hazte un sándwich.

Taemin asintió con una linda sonrisa mientras Kibum caminó a la ducha.

A comparación de los sueños de Taemin, los de Kim Kibum tenían un aire nostálgico, había, a veces, recuerdos de dolor, pero también de buenos momentos, de recuerdos dulces, y sobre todo de un chico que siempre lo hacía sentir feliz y al mismo tiempo preocupado. No recordaba su cara o su nombre, pero sabía que siempre era él, y otra vez, había soñado con el día de su muerte.

Until We Meet Again (JongKey)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora