Capítulo 1.

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-Buen día Sr. Rodríguez. -Saludó con una gran sonrisa Lauren mientras salía de su casa al ver a su vecino regar el pasto.

-Oh, buen día Lauren. -Dijo su vecino mientras con su mano derecha la saludaba.

-Si supiera ese viejito que esa chica podría cortarlo en pedacitos solo por diversión. -le dijo el agente Hudson al agente Michael mientras observaban a la agente Mendes salir de su casa.

El agente Michael soltó una carcajada y negó.

-Ella sería tan rápida que ni se daría cuenta. -agregó el agente Michael.

-Con ustedes tardaría lo suficiente para que se arrepientan de hablar a mis espaldas. -susurró fríamente Lauren y los dos se asustaron al escuchar su frío tono.

-¿En qué jodido momento llegaste? Mierda, a veces odio que seas tan sigilosa. -espetó el agente Hudson con el ceño fruncido.
Lauren sonrió con diversión.

-Mi sigilo te ha salvado el trasero mil veces. -respondió con burla y el agente Michael no pudo evitar reirse.

-Solo cierra la boca y súbete al auto de una maldita vez o llegaremos tarde. -dijo con fastidio Hudson.

-Entonces quita el maldito seguro, imbécil. -dijo Lauren.

Hudson susurró un par de groserías mientras quitaba el seguro del auto y se abrochaba el cinturón.

-Maldito sea el día que aposté contigo. -susurró Hudson y Lauren sonrió.

-Tranquilo, hoy será el último día, para mi mala suerte, de que me lleves al trabajo, el castigo solo te ha durado dos meses, qué triste. -dijo Lauren fingiendo un puchero que luego reemplazó por una risa al ver la reacción de sorpresa de ambos.

-¿Hoy es el último día? -preguntó con asombro Michael sin entender por qué Lauren estaba tan facilmente perdonando a Hudson.

-¿Cambiarás de castigo? ¡Eso es trampa, maldita! -espetó con enojo Hudson mientras conducía por las calles de la gran ciudad.

-No, tranquilos, estoy siendo sincera, hoy es mi último día con ustedes, dinosaurios. -dijo Lauren con una sonrisa al verles las reacciones, odiaban que les recordara el hecho de que le llevan diez años.

-¡Dinosaurio tu abuela! -dijo Michael enojado, Lauren comenzó a reir al verlo cruzarse de brazos, tenía treinta y cinco años pero parecía un niño de siete.

-Tranquilo, sabes que te aprecio. -Lauren le sonrió a Michael y este le devolvió la sonrisa.

-Lauren, ¿Cómo es eso de que es tu último día con nosotros? -preguntó Hudson ignorando las miradas que Michael le lanzaba a la pelinegra.

-La semana pasada conseguí un nuevo trabajo, por lo que decidí renunciar a este. Me aburrió la monotonía. -elevó sus hombros, restandole importancia al asunto pero Michael frunció el ceño.

-¿Monotonía? ¿Dónde conseguiste trabajo? -preguntó Michael.

-Eso es confidencial. Así que no responderé ninguna otra pregunta al respecto.

Hudson y Michael se miraron sin comprender las palabras de Lauren pero no dijeron nada más. El viaje hacia su última misión juntos se volvió silencioso.

Lauren realmente los iba a extrañar, fueron dos años trabajando juntos en donde se hicieron amigos porque ellos la respetaban, no la trataban de menos por ser mujer, como muchos otros agentes.
Pero realmente le aburría su trabajo, estaba lleno de gente corrupta, de engaños, trampas y siempre eran los mismos tipos de idiotas con los cuales tenía que lidiar. Al ser siempre espontánea, le comenzó a aburrir su trabajo como agente de la CIA y desde que salió a luz la existencia de los Nuevas Especies siempre quiso conocer Homeland, admiraba a aquellas personas que resistían todo tipo de maldades y salían adelante, porque eran como ella.
Además, conocía un poco de algunos de ellos por las noticias, como Justice North, aquel nueva especie no solo era jodidamente caliente, también muy inteligente y elegante, ser el representante de todo su pueblo no debió ser fácil pero pudo hacerlo a pesar de las críticas, sí, realmente había tomado una buena decisión.

••••

En Homeland.

Justice North estaba observando los puestos de trabajos disponibles escritos en uno de los archivos que poseía. Le gustaba tener un registro de cada persona contratada, cada puesto de trabajo ocupado y disponible, o bueno, le gustaba tener el control de todo lo que pudiera en Homeland.

Fury entró a la oficina de Justice un poco curioso, él no le había dicho el por qué debía ir, solo le adelantó que se trataba de algo importante.

-Fury, que bueno que llegaste rápido. -dijo Justice apoyando el archivo en su escritorio y mirandolo a él.

Fury asintió con la cabeza.

-Dime, ¿Qué sucede?

Justice sacó de su cajón derecho una carpeta roja y se la entregó a Fury, este la aceptó y la abrió, dentro había información sobre una mujer.

-¿Agente de la CIA?. -preguntó Fury frunciendo el ceño.

-Me ha enviado su currículum la semana pasada y la contraté.

-¿No crees que es algo... Raro que de la nada una agente de la CIA quiera trabajar aquí? -preguntó Fury mientras leía los antecedentes de la mujer.

-Lo es, por eso le dije que venga a Homeland, la contraté para que entrene a los nuevos de la ONE -dijo Justice y Fury lo miró con curiosidad.

-¿Entrenar a los nuevos? Eso es un dolor de cabeza, además requiere de mucha fuerza y habilidad, es una mujer humana, cualquiera de nuestros hombres podría entrenarlos mejor, tienen más resistencia. Además parece...frágil, como muchas de las hembras humanas. -espetó Fury y Justice suspiró.

-Quiero ver sus intenciones, el único puesto de trabajo que puedo ofrecerle es ese, además, realmente creo que ese puesto de trabajo le vendrá bien, mis informantes me dijeron que es la mejor de la CIA, no tiene ninguna mancha, nunca falló con su trabajo y dicen que es sanguinaria, nunca duda. -dijo Justice y Fury lo miró sin creerle.

-Veremos que tanto resiste. -dijo Fury.

Justice asintió con la cabeza, mientras guardaba la carpeta en el cajón nuevamente.

••••

Este es un nuevo proyecto en el que estoy trabajando, espero que les guste y lo voten y/o comenten, saludos❤️

Fierce ~Nuevas Especies Fanfic~ #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora