Capítulo 7.

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///Disclaimer: contenido +18.///


Lauren se despertó con la cabeza dándole vueltas, sentía la garganta seca, con una sed insaciable, su cuerpo se sentía muy caliente, su piel ardía, necesitaba algo, pero no sabía qué. Cuando abrió los ojos, vio una gran figura borrosa a lo lejos, era un hombre, le decía algo pero no podía identificar qué.
Se levantó rápidamente y corrió hacia esa figura, se pegó a él, tomándolo por sorpresa y sintió como su cuerpo vibró por un... ¿Gruñido? Del hombre.

¿Qué me pasa? ¿Porque no puedo separarme de él? Necesito sentir su cuerpo, está fresco, calma el ardor de mi piel. Pero necesito más...

-¡¡¡Hembra!!! Necesito que me escuches. Concéntrate en mi voz. -dijo 774 con preocupación, esa hembra humana lo estaba volviendo loco con su olor. Los malditos doctores aprovecharon cuando dormía del cansancio para entrar en la sala e inyectarle a Lauren la droga del celo, si no lograba calmarla, iba a correr grave peligro, esa droga fue creada para los Nueva Especie, y la utilizaban en ellos cuando querían hacer experimentos de crías, pero nunca les funcionaron, y ahora habían llegado al punto de probarlo en humanos.

-Necesito... -logró entender 774, ya que ella solo decía incoherencias mientras trataba de tocar el cuerpo de él, a lo que le costaba negarse, pero jamás podría tomar a una hembra en esas condiciones donde no son ellas mismas, si no, la droga del celo.

-Humana, escúchame, no puedo montarte, te pusieron una droga que te hace tener el celo. -dijo 774, Lauren volvía un poco a conciencia pero todo su cuerpo temblaba y le costaba mantenerse en pie, cayó de rodillas al frío piso y 774 la sostuvo.

-No... -tragó saliva antes de continuar. -hay otra forma... ¿De calmarme? Siento... El cuerpo dolorido, es como si el dolor no cesara. -dijo como pudo.

-Solo puedo ayudarte, pero no te montaré. -dijo 774 con la voz más grave de lo habitual.

Se iba a volver loco si no hacía algo. Todo su cuerpo dolía también al tenerla tan cerca, su aroma era embriagador, pero no era ella misma en esos momentos, la droga la despojó de su mirada penetrante y su carácter fuerte, solo veía a una hembra humana caliente, mojada y lista para que él la monte. Pero no iba a ceder a las intenciones de los malditos doctores, ella no iba a formar parte de sus experimentos atroces, él no lo iba a permitir.

Tocó sus caderas, bajó su ropa interior y la tomó con la boca. Comenzó a gruñir de la satisfacción, esa hembra estaba mojada y sujetaba su cabeza con fuerza, impidiéndole retirarse de ella como si lo quisiera ahí, siempre.

No. Ella está drogada, debo enfocarme en ayudarla.

Aumentó la velocidad con la que recorría todo su centro, su gran lengua jugueteaba con su pequeño y dolorido botón, haciéndole venirse varias veces.
Lauren no entendía nada, solo se limitaba a sentir con todos sus sentidos embriagados por el placer.
Perdió la cuenta de las veces que se vino, su cuerpo temblaba y no podía controlar sus movimientos, sus ojos comenzaban a cerrarse hasta que todo se volvió negro.

-No ha funcionado. En dos horas inyectale otra dosis. -logró escuchar 774 al maldito doctor que siempre olía fuertemente a basura.

-Señor, si le damos otra dosis su cuerpo no lo resistirá. Morirá en unas horas como mucho, si su corazón resiste tanto tiempo...

774 reconoció la voz como la de uno de los médicos ayudantes, un macho humano muy joven que era nuevo en la pocilga.

-Hazlo. Nos arriesgaremos. Además, nos dejaron hacerle lo que queramos a esa perra. Ni siquiera se le debería haber llamado espía, es un chiste, solo sirve para unas buenas folladas. -comenzó a reír el hombre y 774 gruñó bajo, se aseguraría de proteger a la hembra humana, algo dentro de él le exigía protegerla y hacerles sufrir a todos los que quisieran hacerle daño.

Fierce ~Nuevas Especies Fanfic~ #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora