Aquí estoy, otro día en la estantería, en un centro comercial de una ciudad llamada Ispi. He oído que los humanos no tienen consciencia de que nosotros, los "objetos", tenemos sentimientos, a pesar de carecer de ojos, oídos o boca.
Pero, un día, el 26 de marzo de 2020, fue el comienzo de mi tortura. De mi tortura tanto psicológica como física. Lo oí, a el. Estaba con sus amigos, se llamaba Pepito al parecer. Pepito, al llegar a mi estantería, me agarró y dijo:
Pepito: Olle boi a comprar papel igienico q ando con ganas de cagar
Amigo X: okei Pepito compra nomas
Luego de eso, me di cuenta del poco coeficiente intelectual de mi futuro dueño. Pero eso no fue nada mas que la punta del iceberg de mi tortura...
Me agarró de tal forma que ya parecía como que me iba a usar, y ni siquiera estaba en un baño. Estaba realmente desesperado. Pero supongo que ese es mi labor en la vida.
Estoy hecho para ser usado, maltrado, y luego, desechado.
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La historia de un papel higiénico
HorrorEsta es la horrible historia de un papel higiénico, laik para mas.