Capítulo 2

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No paro de pensar en el tema de los gemelos. Ellos dos estaban metidos en algo peligroso, pero yo quería enterarme. Quería ayudarles. Quería saber si podían confiar en mí. Pero los acababa de conocer, no podía ganarme su confianza tan facilmente.

***

Me desperté gracias a la luz que entraba por la ventana. Hoy era sábado por la mañana, y no había ganas de levantarse. Hice todos los esfuerzos por levantarme, pero no funcionaron porque me volví a dormir.

De repente entra chillando Laia a mi habitación y yo me dí un susto y caí de la cama.

-Laia - la fulminé con la mirada. - ¿qué mierdas te pasa? No me hace ninguna gracia que me levanten un sábado por la mañana.

-Hey relaja. - me dijo - ¿estás con la regla o qué? - la volví a fulminar con la mirada.

-No amor de mi corazón. Estoy medio dormida. Déjame. - dije y le tiré un cojín en la cara.

-Lorena. - pronunció mi nombre. - tengo noticias.

-Pues dímelas.

-¿Adivina quién ha conseguido que nos cuelen en la fiesta de Lucas? - Lucas es el chico más popular y guapo de todo el instituto. Estuve dos años colada por él pero ya no siento nada.

-¿Tú? - asintió con la cabeza. - ¿cómo lo has conseguido?

-Conozco gente. - sonrió. - bueno, vendrás a la fiesta, ¿verdad?

-No sé. No creo que me dejen ir. - bufé.

-Puedes decir que te vienes a mi casa a dormir y nos escapamos. - solíamos hacer eso.

-Bueno, está bien.

-Yupii. Vistete que vamos a dar alguna vuelta. - la miré incrédula. ¿Ahora una vuelta? Esta chica está loca.

-Laia, vete a la mierda. -dije y me volví a dormir. Llevaba más o menos 15 minutos dormida cuando siento que Laia se tira encima mía.

-Venga, vamos a dar una vuelta que no quiero seguir viendo como roncas.

-¡Yo no ronco! - grité molesta.

-Ni na -me lanzó un beso al aire y yo la respondí con mi dedo corazón. - grr. No seas gata rabiosa.

-Vale, vamos a dar una vuelta pero cállate.

-Está bieeen me caaaallo. - rodó los ojos.

-Déjame cambiarme - señalé la puerta. Salió y cogí ropa cómoda y de invierno. Unos leggins negros, un jersey de lana gris y mis air force. Me peiné el pelo que estaba hecho un lío y me lavé los dientes. Después de todo salí de mi habitación.

-Bueno, la bella durmiente ya ha despertado. - oí la voz de mi hermano mayor.

-Cállate, David. - le dije de mala gana.

-Uy, se ha levantado con el pie izquierdo.

-Que te calles pesado que me duele la cabeza. - bajamos a la cocina y no me apetecía desayunar nada, asique salimos de casa.

-¿A dónde quieres que vayamos? - preguntó Laia.

-Mmm. Creía que tú sabías a donde ir. - me quejé.

-En realidad sí que sé donde ir, pero tú no vas a querer porque eres una aburrida. - me sacó la lengua.

-¡Yo no soy aburrida! - protesté.

-Nop. No eres aburrida. Te gusta quedarte en casa estudiando y no salir y eso no es de ser aburrida. - dijo sarcásticamente.

-Por si no lo sabías, quiero ir a la universidad. Quiero tener un trabajo. Y no me gusta estudiar pero lo hago, asique tu shhh. - dije.

Secretos. {Daniel y Jesús Oviedo}  | Pausada |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora