All Motors ; JenLisa

XII

La fresca brisa de otoño remecía su cabello, colándose bajo el pequeño espacio habitado entre su pañuelo y su polo, inmediatamente se encogió de hombros mientras con su mano cubría su piel; amaba los días fríos. Mientras esperaba a su acompañante, aprovechó la maravillosa vista que tenía desde aquel edificio, una cafetería que a ambas le encantaba, de su bolso sacó su celular comenzando a fotografiar la ciudad, el cielo despejado, el sol cayendo sobre los edificios y los cuantos arboles teñidos de naranjo daban una magnífica panorámica. Tomó unas cuantas, y seguidamente, comenzó a revisarlas en su galería, deslizaba hacia atrás ojeando cual había sido la mejor, pero fue en la última imagen que deslizó una vez más mostrándole las fotografías de la noche anterior. Ambas en aquel cuarto ultravioleta, tan sonrientes como nunca había estado, por más que su conciencia decía que no siguiera, fueron sus acciones quienes desobedecieron revelando la cantidad de fotos que ni ella recordaba, Lisa bailando, posando en tal pared rayada, las dos en el baño frente al espejo, videos que ni siquiera ella entendía el contexto, no pudo contener las risas. "¿Por qué tuviste que hacer eso, Lisa?" pensó, sin apartar su vista de la silueta de la rubia, recordando una y otra vez lo ocurrido aquella madrugada.

—Está bien, ahora cuéntame todo lo que leíste del desfile —entusiasmó su amiga. Provocando un susto, casi por reflejo ocultó su celular— ¿Ocurrió algo? —cuestionó ante su inusual actitud, mientras se sentaba delante de ella.

—No, nada —con disimulo bloqueaba la pantalla, pero para su mala suerte, Rosé era demasiado atenta a cada acción.

—¿Escondes algo?

—Solo veía unos mensajes.

—Ajá, y por eso cuando llegué, tu primer impulso fue esconder la pantalla —Jennie blanqueó los ojos.

—Dios ¿Cómo lo haces?

—Un don —elevó sus hombros con soberbia, mientras tomaba la pequeña taza delante a ella bebiendo un sorbo— ¿Me dirás o no?

—Estaba viendo las fotos de ayer... salí de fiesta con Lisa —por encima de la mesa le entregó su celular.

Rosé deslizó las fotos, sonriendo en cada una de ella y riendo en los videos. Nunca hacia eso con las fotos de Kai.

—Se ven muy lindas, parece que de verdad te divertiste —le entregó su celular, notando la incomodidad en su rostro— ¿Y por qué ahora estás así? -la morena suspiró algo abrumada— ¿Te hizo algo? Jennie, dime de inmediato si te hizo algo —ante su preocupación negó enseguida.

—No, no me hizo nada. Lo que pasa es que cuando llegamos a su casa, seguimos bailando y pues... me... me besó, o sea, nos besamos —sentía sus mejillas entibiarse, a medida que su amiga abría su boca como si quisiera gritar de emoción—, pero me separé de inmediato.

—¿Qué? ¿Y por qué hiciste eso?

—Porque estoy con Kai ¿Recuerdas? no quiero serle infiel —bufó con indiferencia.

—Sí, estás en una relación forzada y arreglada, con un tipo al cual ni amas —Jennie calló, bajando su mirada a sus nerviosas manos—. Solo quiero saber una cosa más ¿Tú querías besarla?

—Ni siquiera pensé lo que estaba haciendo.

—Esa no fue mi pregunta —respiró hondo, mientras elevaba su vista hacia Rosé.

—Tal vez.

(...)

Estacionó su vehículo, con una penosa mirada hacia el frente mientras que su diestra quitaba las llaves de su coche. Jisoo de inmediato desabrochó su cinturón volteando a su dirección, odiaba verla de esa forma.