XXI

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No tenía idea de cuantos sorbos de café dio en un minuto, pero sabía que eran bastantes, estaba ansiosa, lo estuvo toda la noche, pensando en cómo le diría a sus padres que su relación con Kai había terminado, la forma en la que reaccionarían y cómo serían las cosas de ahí en adelante. Se levantó de su asiento, miró por última vez la ciudad intentando calmar sus acrecientes nervios y salió de su oficina. Tocó con temor la puerta de su padre, a los segundos escuchó su voz permitiéndole pasar. Tragó con dificultad tomando la manilla, preguntándose si estar ahí era correcto ¿Estaba preparada? ¿Sabría que decir? en ambas la respuesta era no.

—¡Pase! —escuchó nuevamente, esta vez más fuerte.

Estaba tardando mucho en entrar, tanto que el frío metal del pomo ya estaba tibio. Ingresó, arrepintiéndose enseguida.

—Hija ¿Cómo estás? ¿Pudiste descansar? Yo aún no me acostumbro a a cambio de horario —saludó alegremente, era extraño verlo así de feliz durante más de una semana, lamentablemente, solo duraría hasta ese momento.

—Sí, pude descansar un poco... —se sentó en el asiento frente a su escritorio—, padre, tengo que decirte algo.

—¿Qué ocurre, cariño?

—Es algo complicado.

—¿Qué tan malo puede ser? —sonrió de forma paternal, lo añoraría.

—No sé si te has dado cuenta, pero... Kai y yo hemos discutido mucho este último tiempo, y este viaje fue sumamente estresante su actitud... decidí romper con él —los dedos en el teclado se detuvieron, la línea de su boca ahora era recta.

—Tal vez actuaste en base a la rabia, uno puede cometer errores así —suspiró pesado, girando su silla hacia su hija.

—No, no fue un error, papá, estaba harta de las discusiones.

—Todas las parejas discuten, ni te imaginas cuánto discutimos tu madre y yo.

—Esto es diferente.

—¿Sabes lo que significa que hayan terminado? —temía que dijera eso—. La gente los adora ¿Terminarás todo por una tonta discusión? —aunque intentaba sonar comprensible, notaba el disgusto en sus palabras.

Calló por unos segundos, de todas las personas, creía que su padre sería el más empático.

—No quiero pasar mis días discutiendo.

—Es normal en las parejas —Jennie exhaló dejando caer su cuerpo en el respaldo; odiaba que repitiera las mismas palabras de Kai.

—Pues yo no quiero vivir esa normalidad.

—Jennie, no puedes echar a la basura estos años de un día para otro, tú y Kai aún se aman, solo les falta tiemp-

—Ese es el principal problema —se levantó de su silla, colocando cambas manos de golpe sobre el escritorio—. Nunca amé a Kai y me harté de fingir, me harté de soportar nuestras discusiones solo para aparentar ser felices, de aguantar los problemas por un maldito contrato, por la maldita imagen de la empresa, quiero vivir mi vida.

Su padre la miró en silencio, respirando profundamente, un suspiro lleno de decepción, y como si ella no estuviera, volteó nuevamente a su computadora. La morena bufó impotente ¿Solo se quedaría en silencio sin dar más respuestas? a pesados pasos se retiró de su oficina. No era lo que esperaba y eso le abrumó aún más, si él reaccionaba así, los demás deben ser aún peor. Debía mentalizarse para lo peor.

(...)

—¿Qué vamos a hacer? —cuestionó Lisa, recibiendo las herramientas que Jisoo le entregaba—. Soojin es nueva aquí ¿Crees que Ji Yong dudaría en matarla? ese hijo de puta no tiene piedad ni por nosotros.

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⏰ Última actualización: Aug 17, 2020 ⏰

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