Capitulo: 44

1.5K 166 58
                                    

Faltan 6 capítulos para el final.

-Espero que lo disfruten y sea de su agrado -

Dejen sus dudas y sugerencias en los comentarios.

Comentarios negativos serán eliminados.

_________________________________

Estaba en el billar, ya casi terminaba mi turno

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Estaba en el billar, ya casi terminaba mi turno. Armin había salido con Annie, Mikasa y Jean habían salido juntos a ver una película. Estaba atendiendo a unos tipos en la sala de Póker, Levi aun no contestaba mis mensajes y estaba preocupado. Hacia un rato que no contestaba, temía que si lo llamaba no me atendiera.

Seguramente vuelva solo a casa.

Entregue las cervezas a los jugadores y salí de allí, muchos estaban realmente concentrados tanto que ni siquiera parpadeaban. Daban miedo, o seguramente eran demonios. Ellos podían vivir sin cosas indispensable para los humanos.

El billar parecía estar tranquilo hoy.

Mi jefe apareció, entregándome mi paga. Le agradecí y deje mi delantal en su lugar. Salude a mis compañeros y salí del billar. Comenzaría a caminar hasta que encontrara un taxi, no era muy seguro a esta hora. Tenía el agua bendita en mi bolsillo por precaución, pero si aparecía un maleante no me serviría.

Caminaba por la acera, viendo en ambas direcciones por si un taxi aparecía. Me detuve, saque mi teléfono y marque el número de Levi, luego de cinco tonos salto a buzón de voz. Qué extraño.

Un ruido metálico surgió del callejón a mi lado, y apareció una mujer que empujaba un carro con ruedas cargado con bolsas de basura. Sus ojos eran uvas pasas, pequeños y oscuros, y se desviaron hacia mí en una mirada casi depredadora. —Pero qué tenemos aquí —dijo con su boca desdentada.

Retrocedí un paso. –Me asusto. –dije. Esa mujer apareció de la nada.

Soltó una carcajada, su voz sonaba algo mal. –Pues discúlpame, por asustarte. –dijo y fingió que tosía. –Perdona, es que no tengo un abrigo tan bonito que me cubra. –dijo. Mire mi chaqueta, era cálida y cómoda. Era perfecta para este clima frio que estábamos teniendo últimamente.

–Sí, lo que diga. –dije, comenzando a alejarme. Escuche pasos, luego un golpe en mi cabeza. Caí al suelo, quejándome del dolor. La mendiga aprovecho para quitarme la chaqueta, golpeándome las costillas. Comenzó a correr, alejándose con mi chaqueta y su carro.

Me queje de dolor, levantándome del suelo. En cuanto voltee la mendiga no estaba, palpe mis bolsillos notando que mi billetera estaba en el bolsillo de mi pantalón, pero no mi teléfono. Golpe mi frente con la palma de mi mano y solté una maldición. Mie*da, se llevo mi teléfono.

Fantástico, lo que me faltaba, me dije.

Camine, intentando encontrar a la mendiga para que al menos me devolviera mi teléfono. ¿Qué probabilidad había de que la mendiga me devolviera el teléfono? Para ser preciso, pocas o ninguna. Exhale, llamando mentalmente a Levi.

Soy υn deмonιo, тú ereѕ υn нυмano - [Riren] - (Levi x Eren)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora