El camino de rosas.

CAPÍTULO 11: RECUPERACIÓN.

NARRALOTODO.

Amelia despierta por fin, mira a su alrededor y se da cuenta de que se encuentra sola, se levanta del sofá desperezándose y se dirige a la puerta del salón. Al salir todo está desértico, y se pregunta ¿Dónde estarán estos dos?. Sigue caminando por el palacio hasta que ve en el suelo manchas de sangre que parecen ser recientes, las sigue para saber a donde la conducen. Al final llega a una sala pequeña, oscura y fría, enciende unas velas que estaban en un candelabro de un mueble cercano. Alumbra sala con los velas y descubre a nuestra bestia que la mira con ojitos dolidos y tristes.

"Bestia".-Amelia asombrada por la imagen de bestia herido corre para ayudarlo.- "¿Qué ha pasado?, ¿Dónde está Clary?"

"..."- los quejidos de la bestia no son traducibles es una bestia, no espereis que hable, y si ella le entiende es cosa suya no mía, no soy Mcgiver.

"Vamos, tengo que curarte esas heridas y buscar a Clary."

Ambos salen de la habitación, aunque bestia con un poco más de dificultad, logran llegar hasta el gran salón en donde se levantó Amelia y bestia se tumba panza arriba dejando que Amelia pueda curarlo.

"Has tenido suerte, si te llegan a herir un poco más arriba hubieran acabado contigo grandullón, debes tener más cuidado"

Mientras Amelia curaba a nuestra adorada bestia nos dirigimos al lugar donde se encuentra la bruja, Droiner y por supuesto Clary.

La muchacha se encontraba inconsciente y la bruja sin ningún remordimiento la abofetea.- "Despierta niña, no tenemos todo el tiempo del mundo"

Clary recobra la consciencia, la mira y le escupe la sangre que le ha ocasionado la bofetada.- " Que te zurzan Bruja"

"Oh, se ha levantado malhumorada, Droiner ¿por qué no le enseñas modales?"- El mencionado se dirige a la chica.

"Si me tocas te castro, cabrón."- Vaya agallas tiene para ser tan menuda de tamaño, va a ser verdad eso de que la mayor fuerza se guarda en frascos chiquitos.

El demonio carraspea.- "Señora..."

"Hazlo zoquete, ¿A caso debo recordarte a quien le sirves?, obedece Droiner, no querrás que tu hermano sufra las consecuencias de tus actos."- Él asiente y recoge a Clary del suelo, ella ofrece resistencia pero él la sostiene fuerte.- "Bien como parece que no quieres colaborar, te quedaras un ratito en el agujero para ablandar ese caracter de mierda que te gastas. Ya has oído Droiner, llevala al agujero."

"Sí, mi señora."- agacha la cabeza en sumisión y se aleja con Clary sujeta del brazo.

"No lograrás corromperme bruja, tengo una voluntad de hierro y te odiooooo"- Grita Clary mientras es arrastrada por Droiner en dirección al agujero. Que chica más graciosa oye, qué lástima que no tengo palomitas a mano que sino...

Al llegar al agujero Droiner la empuja contra una puerta que se abre bajo el peso del cuerpo de ella. La vuelve a levantar y la encadena.- "Oye no tienes que hacer esto, seguro que hay otras soluciones siempre las hay."

Droiner para la mira y niega.- "Te equivocas, para mi... no habra un final feliz, no quiero hacerlo, pero no te conozco y prefiero salvar a mi hermano antes que a una desconocida, espero que tengas suerte y tus amigos puedan venir a buscarte. Sí, no mueren antes claro..."- Con esas palabras Droiner sale por la puerta de la celda.

El silencio reinaba en la estancia, la oscuridad se comía cualquier color posible y el silencio fue interrumpido por una voz varonil proveniente de algún lugar.

"Ponte cómoda, nadie va a sacarte de aquí."- ella se sobresalta por la repentina intromisión.

"¿Quién eres?"

"Drifas... el hermano de Droiner..."-silencio.

"¿Dónde estás? no puedo ver nada, y ¿sabe Droiner que estás aquí?"

"Sabe que la bruja me tiene... no sabe donde... él no puede salvarme... respondiendo a la otra pregunta... estoy en la celda contigua a la tuya..."

"¿Sabes cómo salir de aquí, Drifas?"

"Sí..."

"¿Cómo?"

"Muriendo..."- silencio por parte de ambos y después una gran carcajada por parte de Drifas.

Clary empieza a temblar por el miedo.- "No es gracioso... necesito salir de aquí... mis amigos me necesitan"

"Todos nos necesitan... oh, Clary, oh,Bella niña de piel humana, ingenuaaaa, humana de piel..."- los gritos y las risas del demonio se escuchaban por todo el agujero despertando a todos los prisioneros que ahí se hallaban e incrementando los gritos y los golpes de queja por el ruidoso demonio.

Clary cerró fuertemente los ojos y pensó. - ¿En qué lío me he metido?

Volviendo a palacio, Amelia ya había curado las heridas del grandullón, este había aprovechado para tumbarse y recuperar las fuerzas que había perdido en la batalla.

Amelia buscaba por todo el palacio para hallar la razón por la que Clary estaba desaparecida, estuvo buscando por horas incluso miro en el lugar de los hechos, los jardines de palacio, pero no encontró nada. Hasta que... al volver al gran salón Amelia se dio cuenta de que en las puertas había un pequeño sobre blanco pegado, lo tomó, lo giró dándole vueltas para descubrir un remitente o alguna pista que le dijera quien lo había escrito; sin embargo no encontró nada. Lo abre para descubrir lo que contiene, en su interior se hallaba una pequeña nota escrita a máquina de escribir que decía:

 "Esta noche acudirá a vosotros un nuevo aliado y huésped. Os observamos atentamente E. y Z."

¿A quien se referirá la nota exactamente? y ¿Quien la ha escrito?

Muchas incógnitas y ninguna respuesta, solo quedaba esperar al anochecer.

En la oscuridad de la celda, Drifas esperaba pacientemente el momento exacto para su liberación.

"Puedes salir... angelito, aún no voy a morderte... cuando me liberes tal vez lo haga."- el demonio ríe.

"Tu sentido del humor llega a parecerme incluso... mmm, ridículo, sí, eres algo insignificante y absurdo. Te libero solo porque mi señor así lo ha exigido, no te creas la gran cosa, insecto."- él vuelve a reír con más fuerza.

"Eres más gracioso que un chiste de mi hermano, ahora... sácame de aquí... quiero darme una ducha y dormir... estoy molido."- el ángel irritado, pone los ojos en blanco y con un chasquido de sus dedos las cadenas que sostenían a Drifas se desvanecen, esto provoca la caída más dolorosa que el demonio podría haberse llevado.

"Auch, qué agradable angelito..."-se incorpora con una ¿Sonrisa? ¿mueca?, realmente no sé qué le pasa en la cara, mira que es feo el cabrón.- "Salgamos de aquí, quiero conocer a esos héroes de pacotilla"

El ángel lo agarra del brazo y en un pestañeo ambos desaparecen del oscuro lugar, dejando en la celda contigua a la pobre y asustada Clary.

Una vez llegan al palacio el ángel desaparece.- "Vaya cuanta amabilidad"

Drifas se acerca al palacio y toca el gran portón.

Amelia oye el ruido de golpes y se acerca a la puerta del castillo, al abrir la puerta descubre a su nuevo aliado.

"¿Qué pasa, niña no piensas dejar pasa a un nuevo amigo?"