CAPÍTULO 1

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Empezare contándoles un poco acerca de mi vida, mi nombre es Lisbeth Orellana, mi familia es latina, aunque vivimos en Estados Unidos desde hace diez años, al dejar mi natal Colombia, sentí que mi mundo se acabaría, deje atrás muchos de mis mejores amigos, actualmente tengo 22 años, vivo en Los Ángeles, aunque me salí de la casa de mis padres hace un año, pero no por no querer vivir con ellos, sino porque decidí que era hora de buscar cumplir mis sueños por mi cuenta, así que rente un departamento, para vivir junto con mis dos mejores amigas, que igual que yo quieren triunfar en la vida, cuando llegue a los Ángeles a los 12 años, entre a una nueva escuela, nuevas personas, un mundo completamente diferente al mío, Tamara y Susana, se aceraron a mí y rápidamente se formó un vínculo de amistad irrompible, desde entonces somos inseparables, hemos vivido momentos únicos de nuestra vida, y entramos juntas a la universidad, pero en carreras completamente diferentes, Tamara quiere ser diseñadora, y Susana ama la administración, yo por mi parte, estudio una licenciatura en Idiomas, nuestro carácter es muy diferente, pero a pesar de eso nunca hemos tenido problemas graves, vivimos en nuestro pequeño departamento, y las tres trabajamos en un restaurante que está a unas calles de nuestro "refugio", así es como le llamamos a nuestro departamento, somos meseras en ese restaurante llamado "Azul candela", los dueños son el Sr. Y la Sra. Vargas, un matrimonio puertorriqueño, trabajamos ahí desde que nos mudamos, casi siempre tenemos el mismo turno, así que las únicas veces que no estamos juntas es cuando estamos en clase, les hablare un poco de mis amigas.

Tamara es una castaña preciosa, con un carácter que enamora a cualquiera, y lo que más me gusta de ella es la manera en que le dice sus verdades a la gente, en ella no cabe la hipocresía.

Susana es la más tranquila de las tres, claro cuando esta sobria, me encantan sus rizos naturales, y siempre es la mediadora cuando tenemos discusiones por tonterías, además da los mejores concejos, creo que debió ser psicóloga.

La única cosa que las tres siempre hemos compartido es el triste hecho de que en temas del corazón, siempre nos ha ido mal, y es que no sabemos si tenemos una especie de maldición o algo así, pero siempre que una de las tres inicia una relación, las cosas siempre terminan con una épica borrachera y un corazón roto, aunque debo dejar claro que aunque he estado en varias relaciones amorosas, nunca he tenido sexo, las chicas me aconsejan que espere al indicado, aunque en el fondo sabemos que "el indicado" solo será otro que termine rompiéndome el corazón.

Hoy es un día muy especial, pues es el cumpleaños de Tamy, y tenemos la hermosa tradición de ir a Kansas, nuestro bar favorito a tomar margaritas, bailar, e incluso hacer el ridículo cantando en el karaoke, aunque algunos dicen que cantamos muy bien. Apenas son las cinco de la tarde y estoy en una clase de inglés, pensando en lo bien que la pasaremos esta noche.

Salí de clases, y afuera del edificio estaban las chicas en nuestro auto, no es un coche de lujo, pero es funcional, y no tenemos que preocuparnos por qué nos deje el autobús, el transporte aquí suele ser un caos.

- ¡Apresúrate muñeca! – dijo Susy desde el asiento del acompañante.

- El bar no se moverá – dije riendo mientras me subía al auto.

- ¡El bar tal vez no, pero mi cuerpo pide alcohol a gritos! – dijo ella mientras Tamy aceleraba.

- ¿Tienen planeado llevar a alguien al departamento después del bar? – dijo Tamy

- Pues yo no creo, y Liss creo que menos – dijo Susy sacando una bolsa de frituras.

- Creo que es absurdo seguir esperando por alguien "especial", a este paso moriré virgen – dije metiendo la mano en la bolsa de frituras.

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