ANGEL

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Era lunes. Bien, iniciaba la semana.

Rubén se levantó de golpe, corriendo fuera de la habitación para tomar su chamarra y ponérsela con apuro, tenía una hora despierto, pero no había nada que lo alentara a salir dela cama. Hasta que recordó que tenía una entrevista de trabajo con una empresa muy importante.

Así podría por fin entrar al mundo de la fotografía profesional de una vez por todas. Después de haberlo intentado por dos años sin ninguna respuesta, el cielo le sonreía.

— Joder... — murmuró, mirando el reloj de su sala con apuro. Tomo sus zapatillas y también se las puso. No había otra manera de hacer las cosas, no tenía tiempo y el reloj avanzaba cada vez más rápido.

Tomo su billetera, se echó agua en el rostro para despertarse del todo. Y corrió fuera de su piso.

El aire frio de invierno le golpeo el rostro, haciendo que los restos de humedad se enfriaran de golpe, bufo, limpiándose el agua restante de la cara antes de andar a toda velocidad por la acera infestada de gente.

Desde que había comenzado a salir todas las mañanas a la misma hora en busca de una oportunidad, las cosas habían mejorado, y el camino se había grabado en su memoria.

Sin embargo, el trago amargo de todos esos días, y el de ahora, era pasar por la cafetería a unas cuadras de su hogar, allí, donde su ex novia trabajaba. Suspiro con pesar.

Irina no tuvo la culpa, ella le había inducido al mundo de la fotografía, le había ayudado con los ángulos y le había explicado las diferentes funciones de una cámara. Sin embargo, el infierno llego a su relación cuando ella menciono el matrimonio.

Bueno, que él tenía ya veintiocho años, y tenía la edad suficiente para poder iniciar una familia. El caso es que él no quería renunciar a su vida. No boda, no hijos, no responsabilidades por el momento.

Irina no estuvo de acuerdo, pelearon, discutieron sus puntos. Y al final, ella dijo que lo que más quería era formar una familia, y si el no estaba listo, ella tampoco estaba lista para seguir así.

Y rompieron.

Y las cosas comenzaron a caer para Rubén.