Pov . Michael
Mis padre y la abuela se quedaron conmigo, me ayudaron a lavarme, y a ordenar la casa después de que di a luz, mi madre no quería separarse de su nieta, papá me cargo hasta el baño y la abuela se quedo para ayudarme era la primera vez para ambos vivíamos un parto en un masculino .
— Lo hiciste muy bien incluso sacaste el resto de la placenta cuando ya tu bebé estuvo afuera — La abuela me lavaba el cabello .
— Abuela haré hasta lo imposible por protegerla, te lo prometo — Cuándo terminé de lavarme ya podía caminar mejor y papá había bajado la cama al primer piso donde dormiríamos todos juntos .
Apena salí del baño el llanto de mi bebé me altero pero mamá se encargó de ella hasta que estuve listo me cambié de ropa y busque un conjunto para mi niñita, la vestí y me acosté con ella para darle de comer dolía mucho pero prefería aguantar el dolor de mi pecho a verla llorar por hambre .
— Haaay mamá ya tengo hambre — Me queje .
— Yo apoyo a Michael, también tengo hambre — Se me unió mi papá
La abuela junto a mi madre se metieron a la cocina y comenzaron a cocinar y después de un rato el olor que desprendía la cocina me hacía babear, después de que mi bebé comiera le saque los gases se quedó dormida sobre mi y no podía mover-la ya que cada vez que la intentaba acostar a mi lado ella lloraba hasta estar de nuevo en mi pecho .
La mañana apenas estaba llegando y mi madre tuvo que darme de comer y con mucha vergüenza no tuve más opción que aceptar, papá se arreglo y dijo que debía ir a trabajar así que se despidió de todos y se fue cerca de las 7:30 am mamá se negaba a dejarme pero también tuvo que ir a trabajar y al final se fue .
Mi abuela había dejado unos encargo de pociones curativas para entregar en el pueblo y debía ir a entregarlas así que me quede solo con mi pequeña niña, ella no era llorona ni malcriada como otros bebé solo lloraba cuando tenía hambre o sentía frió y con el invierno entrando cada vez más tenía que abrigarla bien, algo que ya sabía de antemano era que los niños-lobo crecen muy rápido al menos hasta su primer año de vida que era cuando comenzaban a crecer de manera más humanamente normal .
Daba gracias por vivir apartado del pueblo donde nadie notaría el desarrollo anormal de mi niña, deje a mi bebé en la cama y me levante a pesar del dolor en espalda baja y culo, camine a la puerta y salí de la casa para cambiar la vela y encenderla .
Desde la vez pasada la abuela me dio dos velas muy gruesas y grandes que me ayudarían a proteger la casa de la parecencia de entidades y criaturas del bosque ya había visto cómo los lobos ordinarios y otros seres eran ahuyentados por la presencia de estas velas era una negra para las mañana y una blanca para las noches .
Entre de nuevo y mi pequeña estaba completamente despierta mientras jugaba con sus manitos y las llevaba a su boca, estaríamos muy ocupados de ahora en adelante camine a ella pero me quede mirando mi cuerpo en el espejo y era todo un galán de K-Dramas aún no podía creer que pudiera dar a luz por mi culo y aun tenerlo .
Me aventé a la cama y me acosté cerca de mi bebé y ella al verme me sonrió con sus rosaditas encías mientras intentaba tocar mi cara, pegue más mi cara sus manitos ella tocaba con miedo mi nariz .
— Te prometo que saldremos adelante juntos mi amor — Mi niña bostezo .
1 semana después :
— (Llanto desesperado) — Mi niña no dejaba de llorar y eso era porque desde que cumplió sus 48 horas de vida, sus ojos han estado cambiando de color la abuela me dijo que era por la pigmentación humana de color en los ojos de un recién nacido y la vista subdesarrollada en un lobo mezclándose .
ESTÁS LEYENDO
Bienvenido a Casa
VlkodlaciMichael un joven de 19 años con una vida bastante complicada se ve forzado a mudarse con su familia adoptiva hasta una zona boscosa en Canadá, después de un mes de haberse mudado Michael no logre hacer amigos en su nuevo colegio pero no le preocupab...