Amonet Ricci

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las mañanas en new York siempre eran agitadas, debido a la gran cantidad de personas que se dirigían a sus trabajos pero antes de las 5 de la mañana, si te levantas y ves a la ventana, puedes escuchar el silencio y los pájaros cantar. Es hermoso sentir que el día aun no comienza, ni las personas estresadas o agitadas por ir al trabajo o de cumplir con sus planes. todo esta en calma como si el mundo se apagara. pero cuando suena la alarma que  te indica que el día comienza, es horrible porque comienza el estrés y todo lo que conlleva.

La canción de Georgia on my mind de Ray Charles, se escucha en mi toda mi habitación, haciendo que yo despierte. abro mi ojos y me levanto rápido antes que entre la flojera. el día comienza y no me quiero quedar atrás. voy al baño me observo en el espejo, y analizo mi rostro adormilado. me lavo mi rostro y me cepillo mis diente, después me hago una coleta y aplico mis cremas para el rostro. voy al gran armario, saco unos leguis y un top para bajar al gimnasio de mi casa.

estoy delgada pero quiero ponerme mas marcada. también, es importante mantenerme sana, debido a la enfermedad que estoy tratando. camino hacia el gimnasio donde esta todo lo que necesito para entrenar. aquí esta la caminadora y las maquinas de fuerza, hago 30 minutos de cardio y pesas. Al cabo de una hora  voy hacia mi habitación para ducharme y vestirme par irme a la empresa. son las 6 de la mañana. es muy temprano, pero así tengo disciplina y obtengo mis metas.

me dirijo a la ducha, tomo mi tiempo enjabonándome y limpiando mi cuerpo. me lavo el cabello, después de unos minutos, termino. veo mi cuerpo en el espejo, observo mi tatuaje en mi cadera, tengo unas rosas tapando la cicatriz de aquel accidente. me seco y esparzo mis cremas de vainilla por todo mi cuerpo. salgo del baño desnuda y voy al gran armario, busco mi ropa interior, me la coloco y busco una falda tubo, un top blanco a juego con la falda, una chaqueta y mis tacones  Louis Vuitton , después obtengo mi bolso de Gucci. me visto y me calzó. Voy a mi tocador para maquillarme con base, corrector, rubor, bronceador y pintalabios rojos, uso rimer y listo. ya estoy lista, agarro mi bolso y bajo hacia la cocina. mi nana esta preparando el desayuno fitness para mi.

- hola nana- me acerco a ella, le doy dos besos. - ¿que tal estas?

me sonríe dulcemente- muy bien mi niña, en unos minutos estará listo.- yo asiento y me voy para mi oficina pero antes me detiene mi nana- Amonet, llego un paquete para ti.

me sorprendo pero no tanto porque se de quien, cada día tengo algún presente de algún pretendiente con el fin de que les de una oportunidad. me da risa su astucia. camino hacia la sala y encuentro un gran ramo de flores sobre el piano. sonrió y tomo la tarjeta en el ramo.

para la mujer mas hermosa de la tierra, espero que te gusten. un beso.

Arrugo la tarjeta en mis manos para tirarla por el balcón, me dan asco las rosas y aun mas las típicas frases de conquista. tomo las rosas en mis manos para llevarlas a la cocina. encuentro la basura y las tiro allí. mi nana me ve con su cara típica cara de no hagas eso. me en cojo de hombros y  no le doy importancia al asunto. mi madre siempre decía que a las cosas hay que darle la importancia que merece. me siento en la isla de la cocina para desayunar, mi nana me pone el desayuno frente a mi y me dispongo a disfrutarlo. después unos minutos termino, me levanto.

-nana llama al chofer por favor- ella asiente y llama por el telefonillo a Marcus mi chofer, al cabo de segundos, esta Marcus listo para llevarme a la empresa. vamos hacia el garaje y me siento en la parte de atrás de la limo, mientras que Marcus conduce. saco mi móvil de mi bolso y veo mis mensajes. me atosiga ver mis mensajes, tanto hombres buscando la manera de tenerme, lamentablemente no pueden aceptar un no como respuesta. bufo molesta y guardo mi móvil. veo por la ventana lo hermoso que es new york, todas las personas apuradas par no llegar tarde a sus trabajos, los grandes edificios, todo es hermoso.

-llegamos señorita- dice Marcus sacándome de mi burbuja de pensamientos. paramos en mi gran edifio industry Riccimonet, sonrio orgullosa.- espere señorita.

veo a Marcus dándome una mirada de advertencia y ya se lo que significa. paparazzi. veo por la ventana y si, hay muchos paparazzi tomando fotos y empujándose entre si para hablar conmigo. marcus habre mi puerta y se aposicióna a mi lado protegiéndome. los flash van y vienen y no paran de hacer preguntas estúpidas.

-¡Amonet !¡Amonet!un segundo, posa para nosotros- gritan todos queriendo de todo, yo los ignoro y camino hacia las puertas de mi empresa. Armando, el portero me abre la puerta y me regala una sonrisa, yo se la devuelvo y entro.

todos mis trabajadores me ven entrar, todo esta en silencio y levantados para darme la bienvenida. yo asiento y todos siguen trabajando, recibo algunas miradas de envidia  y otras de deseo, siempre es así, ser la dueña, no es fácil. camino con gracia y elegancia hacia recepción.

-buenos días- le digo a todos, ellos me responden igual. se acerca mi asistente, Leticia.

- hola señorita Ricci, aquí tiene su café- me entrega un café del starbucks  - tiene 3 reuniones hoy, 1 con la agencia de modelos, la industria Bazz y con Demian Arnone.- caminos hacia en ascensor presionó el botón AR, es decir los de arriba ósea yo. después de unos segundos ya estoy en mi oficina. mi secretaria esta hasta el final del pasillo, después esta la gran puerta dorada donde estoy yo.

- buenos días, señorita. - dice Manuela, mi secretaria. yo asiento con mi cabeza- el señor Gomes esta en su oficina.

-maldita sea- ya mi sangre esta hirviendo- no lo dejes entran nunca mas o te despido.- le digo para después darle mi peor mirada, ella asiente con miedo. doy pasos pesados hacia oficina, abro la puerta y veo al idiota de mi amante viendo por la ventana. cierro la puerta de un golpe, haciendo que suene esta. el rubio voltea y me ve.

- ¿que mierdas haces aquí?- lo fulminó con la mirada, dejo mi cartera en mi mesa, y me quito la chaqueta para dejarla en el perchero.- responde.

- solo quise venir a verte cariño- se acerca a mi con la intención de besarme, lo esquivo. nadie me besa si yo no quiero.- ¿que te pasa no te gustaron mis flores?

pongo los ojos en blanco, como odio que los hombres sean así, con solo unas estúpidas palabras ya se creen que tiene a su presa en sus manos pero conmigo no, idiota. camino hacia mi escritorio, me siento en mi gran silla.

- sienta te Ricardo- le ordeno, el traga duro y se sienta en las sillas que están al frente. me ve temeroso de mis palabras,- eres muy adorable Ricardo, venir aquí, he invadir mi espacio, creyéndote el rey de todo.

me levanto, y camino lentamente hacia el. como si el león esta cazando a su presa se tratará. me ve y traga duro. me acerco a su rostro, toco su pelo rubio y hago cariños en el.- nadie me puede controlar y mucho menos tratándome como una mas, ¿quien te crees?- preguntó. me acerco a su oreja y le susurró- no eres nadie, al menos para mi.

El tiembla levemente, siento que aun no es suficiente. me siento en su paquete, con las piernas abiertas y viendo su cara, el me ve con deseo, sabiendo lo que vendrá. me muevo lentamente y sensualmente en su pene. pongo mis manos en su pecho, después las subo y bajo, toco su rostro. siento como su respiración se acelera, y un bulto en mi parte intima. cuando ya esta lo suficiente excitando. me levanto, me siento en mi escritorio.

-nena, no pares- dice parándose y acercándose a mi,- por favor.

lo detengo- no te acerques, lárgate de aquí. yo te llamare si tengo ganas.

Ricardo se enoja y se va tirando la puerta. yo sonrió victoriosa que lo puse en su lugar, quizás me he pasado un poco o bastante pero no me importa. Las cosas sea hacen a mi manera.

Holaa! Chicos. Espero que les allá gustado. Pronto el otro capitulo. Puedes escribirme en los comentarios

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