Desesperacion, Al Final De La Cuerda (Z)

#8: Un Regreso Tortuoso

Tras hacer un torniquete en cada pierna de mi amigo, con ayuda de uno de los sujetos que vinieron, sacamos las balas de sus piernas y bendamos, no podíamos esperar mucho tiempo, Ángel no era el único lastimado, otros dos sufrieron herida de bala…

- podemos salir de acá, por los techos -dice John mientras regresa del piso de arriba-

- como pretendes que saltemos por los techos con tres personas heridas?? –le refuta uno de los hombre-

- podemos cargarlos! –sugerí-

Nos quedamos un momento pensándolo, era muy arriesgado ya que el portón que nos permitiría salir estaba bloqueado por aquellas asquerosas criaturas, al analizar la situación supimos que era mejor ir por el techo a un lugar donde el bus pudiera recogernos fácilmente.

Tras pasar cerca de una hora, recolectamos unas cuantas latas de comida, botellas de agua, y dulces, las armas esas personas dementes pero con muy pocas balas, la verdad eso ultimo no me interesó demasiado ya que yo había hecho un solo disparo y no fue excelente siendo realistas, que mas podíamos recoger? Cigarros para los fumadores, sabanas, baterías, era una casa algo destartalada.

Ya era hora de irnos, mi bolso y el de Ángel John los llevo amablemente mientras yo tuve que cargar a mi amigo al estilo bombero, el horizontalmente mientras estaba en mi espalda, yo sujetando una de sus piernas y brazo, uno podía caminar y el otro estaba casi muerto, según había una doctora en el refugio; subimos al segundo piso donde John rompió una ventana para caminar por el techo hacia otra casa.

Era complicado y aquellas criaturas no dejaban de vernos! Era frustrante, no veíamos factible en este momento lo de seguir saltando techos, apenas con dos hemos podido y Ángel no es precisamente ligero, deberíamos bajar y para ello tendremos que hacer algo de ruido.

De forma surreal vimos el bus estacionado a una calle, al parecer no tenia demasiado tiempo ahí, nos hacia señales el conductor con las luces, el tiempo se acababa, de forma inesperada mis pensamientos fueron interrumpidos por un estruendoso disparo, con tanto silencio en las calles fue como estar disparando en aquella casa destrozada.

- que están esperando?! –gritó uno de los hombres- es el momento de irnos de acá!

- ahí abajo, hay un contenedor de basura, podemos bajar co el –dije-

De forma desesperada me dirigí al punto para bajar, “me duelen las piernas” pensé pero no me iba a detener ahora, simplemente pase por los lados de los seres que querían agarrarme, estaba aterrorizado con ganas de volver, no estaba listo para este tipo de cosas, de forma inesperada tenia a unas ocho o diez de esas cosas viniendo hacia mi, rodeado, John apareció golpeándolos para abrirse paso, quitándome a Ángel de la espalda me dijo “muévete! Yo lo llevo hasta allá” sin pensarlo dos veces desenfunde mi arma y dispare a aquellas cabezas que estuvieran cerca de mi mientras avanzábamos, de forma incorrecta tuve que cruzar mi pie con uno de ellos para empujarlo y sacarlo del camino pues estaba muy cerca de John.

Apestaban, sus cuerpos estaban descompuestos en su mayoría, casi vomito un par de veces pero esas ganas se fueron al ver que John con mi amigo, y otros tres sujetos habíamos llegado pero y el resto?? Vi a lo lejos que  habían podridos ahogando los gritos de los hombres que iban atrás, fue descorazonador escucharlo y no poder hacer nada, sin decir palabra alguna subimos al bus, por suerte los heridos estaban bien, el conductor acelero bruscamente atropellando a cada podrido que estaba ahí, dos hombres bajaron rápidamente.

- que están haciendo?? Es muy peligroso! -pregunté-

- me que me detuviera un momento, lo siento muchacho –me contestó el chofer-

En eso subieron las personas que habían bajado diciendo “arranca! Ahí vienen mas!”, regresaron con un par de pistolas de los fallecidos y los bolsos con lo que consiguieron cada uno de los cuatros asesinados por esas sanguinarias criaturas.

El viaje de regreso no fue complicado, pero en el camino vi algo queme llamó la atención, un parque lleno de árboles y toda la cosa con un montón de camiones enormes, mi curiosidad se encendió, pero no era momento para ello, estábamos totalmente cansados, y muy dolidos por las perdidas, el resto del viaje fue callado, “espero que no tuvieran a nadie esperándolos” pensé mientras cerraba mis ojos deseando al fin llegar…