Taehyung estaba de pie cerca del enorme ventanal dentro del departamento del mayor.
Yoongi ve en el último piso, así que puede ver las luces iluminando la ciudad. Había comenzado a llover, minutos después de que entraron al departamento.
— ¿Quieres tomar algo?
Taehyung giró si rostro encontrándose con él mayor de pie frente a él. Yoongi se quedó esperando la respuesta del menor, pero en lugar de eso, el menor avanzo hasta el quedando demasiado cerca.
— ¿Qué pasa? — preguntó tratando de mantenerse tranquilo.
Taehyung no respondió y termino abrazándolo, recargó su cabeza en el hombro de Yoongi, él mayor se sorprendió, pero rodeo el cuerpo del menor correspondiendo el abrazo.
— Se siente bien... — murmuró el menor, rozando el cuello del mayor con su nariz.
Yoongi sentía como su corazón comenzaba a latir con fuerza, tragó saliva al sentir los labios del menor dejar un beso corto en su cuello.
— Yo... yo... preparare algo de cenar. — habló con nerviosismo rompiendo el abrazó.
Taehyung rio por lo bajo y asintió.
Yoongi camino hacia la cocina tratando de lucir tranquilo, pero su corazón estaba latiendo con fuerza y se sentía hormiguear el área donde Taehyung dejo el beso.
Al entrar a la cocina se apoyó sobre la fría isla, tratando de calmarse, no podía dejarse llevar, quería besar a Taehyung, pero cuando el menor no tuviera nada que ver con Namjoon.
— Vas a matarme. — murmuró el mayor enderezándose y caminando hacia el refrigerador comenzando a sacar los ingredientes para la cena.
Después de un rato, escucho los pasos del menor detenerse en la cocina.
— Siento que estas acechándome. — soltó sin dejar de picar un pedazo de ajo.
Escucho la risa del menor y sonrió.
— Di un recorrido por tu casa... espero no te moleste. — murmuró el menor.
Yoongi negó.
— ¿Qué te pareció? ¿Te gusta? — preguntó dándole una mirada rápida al menor.
— Es lindo y tienes una vista increíble. Debe ser lindo ver el amanecer desde tu habitación.
Yoongi asintió y se giró a verlo.
— Lo he visto una sola vez desde que me mude. — admitió—. Suelo cerrar las persianas, odio que los rayos del sol entren e interrumpan mi sueño.
— Haría lo mismo después de verlo una vez. — admitió el menor entre risas. Yoongi sonrió—. ¿Puedo ver que cocinas? — él menor pregunto avanzando hacia él.
Yoongi negó viendo al menor detenerse frente a él, quedando demasiado cerca mientras revisaba lo que había dentro de los sartenes.
— Cuidado que puedes quemarte, Taehyungie. — murmuró rodeando con lentitud la cintura del menor tomándolo por sorpresa.
Taehyung lo miró con sus mejillas sonrojadas, pero no se alejó. Colocó sus manos en el pecho de Yoongi subiendo hasta su cuello aprovechando para acariciarlo.
El celular de Taehyung sonó sobresaltando al menor.
Yoongi soltó la cintura del menor y se apartó revisando que la comida se estuviera preparando como debía, escuchando al menor responder la llamada.
— Oh... hola, hyung... — murmuró sonando desanimado. Yoongi sonrió. —. Sí... salí de trabajar a las 9:00... oh... sí... no, no es necesario. No, gracias, hyung, pero no tengo hambre... sí... hablamos mañana.
