PRÓLOGO

0 0 0
                                    

No hay nada más reconfortante que sentarme a escribir, quedarme quieta un par de segundos mirando a la nada y luego regresar mis pulgares a la pantalla para seguir dándole vida a mis personajes.

Crear este tipo de historias me llena de alegrías, preocupaciones y miedos, me he metido tanto entre los renglones salpicados de sangre y ficción que al salir de casa me pregunto si el señor bigotón que ha pasado a mi lado en la tienda es un posible ladrón vidas o si la señora que riega sus rosas todos los días podría ser una criminal en secreto. Imaginar relatos cortos policíacos cuando saco a pasear al perro se ha vuelto mi deporte mental favorito.

¿Qué sería de mí si no me aventurara a escribir un nuevo género literario?

SOMBRAS DEL CRIMENDonde viven las historias. Descúbrelo ahora