Endless Nights (Noches infinitas)

#1

Capítulo 1: "La esperanza es un rayo de luz que se encuentra en el camino. Siempre".

POV Black Ángel 45

Observaba el paraíso de la noche. Las luces prendidas de los edificios, las carreteras, en el cada lugar hay almas deambulando. Aquéllas almas en shock al ver su cuerpo en determinadas circunstancias. Muchas de ellas no quieren reencarnar, ya que se olvidan prácticamente de su pasado, de lo que eran. Entonces, eligen la paz eterna. Otras con la afición de querer hacerlo no tienen oportunidad porque cometieron malas acciones. Y otras finalmente tienen todo lo que quisieran para empezar una nueva vida, un nuevo yo pero deciden el mal.

Hace tiempo un alma de una mujer decidió buscar venganza aún teniendo las posibilidades de pasar páginas y que la justicia divina se encargará de ellos. Yo era su guía, al que la iba a llevar al cielo donde le darían la reencarnación en cuestión de horas o días, pero ella decidió ignorarme y se escapó. En su profundo resentimiento y tristeza busco vengarse perdiéndose de mi vista.

En toda esta ciudad o país, ella estaría ahí, deambulando como un alma. Siempre está un pasó adelante de todos, nadie pudo capturarla. Se había convertido en mi misión en atraparla para esta vez llevarla al infierno, pues había elegido un mal camino.

Su trabajo es encontrar a cada uno de ellos donde los destruye pulverizándose en un nada. Los avisos que nos llegan se terminan borrando a los segundos, pues no hay alma que guiar. Para los demás puede ser un error porque nadie más que yo sabe de mi equivocación garrafal que cometí.

Era un problema para los dioses, una risa, diversión y molestia para el Diablo algo como amor y odio ya que se estaba reduciendo las almas de entrada a su Reino. No era mucho, pero siempre algo es algo. Por otro lado los Dioses estaba furioso porque había un mal que azotaba a los males por justicia propia.

El mundo de los reinos estaba en conflicto con nosotros. Ella era un problema y precisamente, estoy de acuerdo con ello.

Un timbre resuena en mi bolsillo, había llegado un nuevo aviso. Leo carta y observo un nombre con la dirección de su muerte, me transporto directamente allí. Era un galpón oscuro lleno de polvo y escombros de carros. Veo sangre por todas partes pero no un cuerpo. Decido de ver otra vez la carta pero aquélla se destruía con un fuego violeta que se había prendido de repente.

Otra vez.

«Ella fue», pensé suspirando pesado.

De repente escuchó un ruido a lo lejos. Mis instintos se activan para prepararme ante cualquier cosa. Quiero mirar más atento, pero la penumbra era lo suficiente poca para visualizar lo que era.

—Ha pasado mucho tiempo —comentó una voz a mis espaldas. Giró rápidamente para encontrarme con ella, sentada en una silla con sus manos y el saco abrigo negro empapados de sangre de la víctima.

Sonrió.

—Black Ángel 45 —dijo mi nombre ladeando una cerrada sonrisa.

—Por fin nos encontramos —dije sintiendo en mi interior nerviosismo aunque lo disimulaba  mostrando una postura segura.

Hizo una mueca triste.

—Me siento mal por ti porque no tienes nada de trabajo para llevar a los reinos.

—Le Ga Hyon, ¡geumanhae! (Para ya) —ordené molestó ante los problemas que causó.

Se rio irónica.