Endless Nights (Noches infinitas)

#2

Capítulo 2: "Eres especial".

P.O.V Black Angel 45.

—Hola —una voz me asusto por completo golpeándome la pierna contra la mesa—. Ups, sorry —dijo con los codos apoyados.

—¡Lee Ga Hyon! —Elevé la voz furioso.

—Ay ya sé, me extrañaste. Desaparezco y aparezco luego de dos semanas de haberte visto —contestó 'apenada'. Reposó su espalda contra la silla—, ¿por qué imitas a los humanos cuando estás muerto?

Exhalé ofendido.

—¿Así cómo lo haces tú cuando estás muerta también?

Rio graciosa.

—Fue buena Blakgel —chasqueó con los dedos.

—Mi nombre es Black Angel 45. No como lo dices —molesto con su actitud infantil.

—Es que es muy largo... y ambiguo —hizo una mueca disgustada.

Suspiré pesado.

—¿Qué quieres?

—Ser tu amiga —ladeo una sonrisa.

—No. Nadie puede serlo —dije serio.

—Pero yo sí —muy segura.

Exhalé sorprendido. No se imaginaba de la mala situación en el que estaba acomodado.

—¿Te crees que vas a estar para siempre en el mundo con lo que eres? ¡No! Porque me encargaré que se acabé este juego.

—Si pude estar cinco años, ¿por qué no puedo estar toda la eternidad?

—Porque no es ético ni moral —comenté convencido.

Rio burlesca.

—Tú eres de esas personas que no rompen un plato cuando lo más seguro que lo has hecho —supusó.

Desvié contactó visual nervioso. En mi vida de ángel había roto todas las reglas. Y más la que hicieron de nosotros un capítulo aparte.

—Lo supuse. Yo estaba a tu cargó y ahora estás en un problema muy grande debido a mi —cruzó los brazos— Habrá sido muy duro aguantar a todos ellos ¿Cierto?

—No seré tu amigo. Y te irás donde pertenecerás —dije levantando mi plato de comida.

—¿Y adónde iría? ¿Al infierno? —Preguntó chistosa.

—Si —confesé.

Hubo unos segundos en silencio.

—¿Será apuesto el diablo? —Burló.

—Cállate, Lee Ga Hyon —contesté irritado en que nada se tomará enserio.

—¡Yah! A mi nadie me calla. Excepto mis amigos ¿Quieres serlo? —Se levantó de la silla dirigiéndose a mí.

—De ninguna manera. Estaría rompiendo la quinta regla: No hacer amigos de almas vagabundas.

La palabra "vagabundas" le quemaba mucho.

—Que ya no lo soy —respondió ofendida—. Además fue tu culpa no haberme atrapado.

«Esta chica me saca de quicio», pensé.

—No hables demasiado que gastas energía para volver —intenté asustarla.

Rio.

—Ay, por favor —rodeó los ojos—. Si me hubieras atrapado ya lo hubieras hecho. Pero como no sabes como hacerlo ya que nunca pasó esto, no tienes respuesta. De hecho nadie sabe y mírame estoy taaan feliz. Solo me falta dos cosas...tú.