Fear? No more. || OneShot Vkook ||

*Parte única*

Un chico de unos 24 años estaba recostado sobre la enorme cama queen que tenía en su habitación. Bueno, no era solo SU habitación pero... eso era un tema en el que no quería pensar. 

Tenía la mirada clavada en el techo como si fuera el espectáculo mas interesante del mundo, su pecho subía y bajaba a un ritmo ligeramente mas acelerado de lo considerado normal. Una pequeña lágrima caía por su sien.

Su nombre, Kim Taehyung.

Cualquiera que lo viera le diría que estaba siendo ridículo; porque vamos, era Kim Taehyung miembro de la banda surcoreana con más éxito del momento. Era una súper estrella ¿Por qué estaría en un cuarto de hotel llorando y sintiéndose la persona más sola en el mundo? 

¿Una súper estrella? Taehyung jamás pidió ser una. ¿Pertenecer a la banda más exitosa del momento? Tampoco lo pidió. 

Desde pequeño siempre hizo lo que le gustaba, aquello que lo hacía sentir feliz. Su padre constantemente le decía que jamás le obligaría a hacer algo que no deseara, después de todo era su vida y solo él tenía el derecho de vivirla como le plazca. Agradecía a su padre por eso. 

Le interesaron muchas cosas a lo largo de su vida, y siguiendo el consejo de su padre no se privó de aprender un poco de cada cosa que llamó su atención. Saxofón, baloncesto, ciclismo. Era una persona versátil, eso decían. Él no se quejaba, le gustaba conocer cada vez más. 

La música llegó de imprevisto a su vida, no lo estaba buscando pero no se iba a negar a aprender. Algunas personas le dijeron que podía tener un buen futuro, Taehyung pensó que no tenía nada que perder. Hasta ese momento no había encontrado un propósito real en su vida, tal vez la música era su destino. 

Estaba equivocado, la música solo fue el camino hacia su destino. Lo supo en cuanto conoció a  aquel chiquillo de Busan dos años menor que él. Ah, era por esto, todo fue por él, pensó.

Jeon Jung-kook. 

Le interesó desde el minuto 0, y como todo lo que le interesa Taehyung se propuso aprender de él, lo que le gusta, lo que le divierte, lo que lo entristece, absolutamente todo. En realidad no fue tan difícil saberlo ya que su amistad creció a pasos agigantados, se sentía como si fueran partes de una sola pieza que estaban separadas pero acababan de reencontrarse y encajaban perfectamente. Conforme las cosas avanzaban el cariño que Taehyung sentía por el menor iba creciendo y un nuevo sentimiento aparecía. Deseo. Cada vez que hablaban o lo tenía cerca sus ojos no podían apartar la mirada de sus labios, tenía tantas ganas de besarlo y averiguar si seria tan maravilloso como se lo imaginaba. 

Fue mejor de lo que imaginó.

Jung-kook fue el primero en cruzar la línea que los separaba, Taehyung lo recibió con gusto. 

Él era consciente del riesgo, tarde o temprano alguien podría enterarse, sus compañeros o su empresa. A ninguno de los dos le importó, ellos se querían y se prometieron enfrentar cualquier obstáculo juntos. 

Era una locura, una completa locura, sin embargo era su locura. 

Los primeros en enterarse fueron sus compañeros, fue inevitable pero ciertamente liberador. Ninguno de los chicos tuvo problema con la relación de los dos pero tampoco podían ocultar la preocupación que sentían por ellos y por el grupo. Nam-joon les aconsejó hablar con la compañía, les dijo que tendrían el apoyo del grupo. Así lo hicieron.

Taehyung sabía que lo que tenía con Jung-kook no podía decirse en voz alta, estaba destinado a ser un secreto. No obstante, tenía esperanza. Vivían en un siglo donde las relaciones del mismo sexo eran cada vez más comunes y tenían una mejor aceptación en ciertos países. Definitivamente Corea no, pero si el grupo llegaba a tener reconocimiento internacional, tal vez... tal vez podría llegar el momento en que puedan decirlo en voz alta sin tener miedo al rechazo. Trabajó el triple de los demás, ayudaba en todo lo que podía, quería llegar a mas personas y por fin ser libre. Detestaba tener que recibir indicaciones para no estar cerca de Jung-kook, o recibir miradas de desaprobación cuando se olvidaban de las cámaras y simplemente se dejaban llevar. Detestaba ver a Jung-kook ser forzado a ignorarlo o acercarse más a otros compañeros para alejarlo de él.