Parte 4

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—Hijo, hay algo que debes recordar.

—¿Qué es?

—Cuando una mujer de nuestra especie encontraba a su pareja, solo lo hacía con un fin principal. Procrear. La unión entre ellos es muy fuerte, duraría aproximadamente dos horas. En el momento en que comienza la unión, tú debes darle su sangre y ella a ti como una forma de pacto.

—Entiendo...

—Si escoges un hombre, la unión con él será distinta a la de una mujer.

—¿En qué sentido, madre?

Kushina lo medito unos instantes.

—Es suave con tu compañera, pero si escoges un compañero...

—¡Aaaaahhh!

—Naruto... Eres realmente hermoso...

—Tu instinto, hijo mío, se volverá salvaje. La naturaleza entre dos vampiros fuertes de raza es extremadamente salvaje.

Todo había pasado demasiado rápido. Y no le molestaba en lo absoluto, sentía un calor inigualable en su cuerpo. Cuando terminó el beso, Sasuke lo tomó de la cintura y llegaron a la orilla del rio. El moreno se dejó caer encima de él y seguir besándolo en los labios apasionadamente. Naruto le correspondió al acto, su propio cuerpo le pedía que siguiera tocando y marcando al Uchiha.

Enroscó sus brazos alrededor de su cuello, las manos alvinas exploraban su camisa ya abierta. Cerró los ojos y se dejó llevar por sus caricias. Sasuke dejó sus labios y deslizó su lengua por su cuello y siguió bajando hasta encontrarse con uno de sus pezones. Sus labios lo atraparon y lo chupó como un dulce, el rubio soltó un gemido y arañó la espalda de Sasuke con sus garras.

En ese momento, los rasgos vampíricos de ambos estaban completamente despiertos para empezar su unión. El moreno sintió las uñas de su pareja clavarse en su piel, gruñó mostrando sus colmillos de manera lujuriosa. Naruto abrió sus ojos al sentir la respiración agitada y friolenta del ojinegro en su cuello y sabia la razón perfectamente.

Levantó la mano y tomó al Uchiha de la nuca, enterró sus dedos en su suave cabello, lo guió a sus labios y lo besó de manera fogosa. No era difícil besarse con otro chupasangre, siempre y cuando mantuvieran sus colmillos alejados del otro. Se chupaban los labios y tocaban sus lenguas una y otra vez, hasta que el aire se extinguiera de sus pulmones, solo en ese instante, despegaban sus bocas con un puente de saliva que Sasuke lamía eróticamente a la vista del blondo.

La camisa del moreno ya no estaba cubriendo su perfecto pecho, y Naruto estaba en las mimas condiciones. Sasuke se dedicaba a lamer su cuello preparándose para morderlo y fundir su sangre con la suya. Naruto usaba sus manos para recorrer la fuerte espalda de su pareja y llegó al elástico de su pantalón.

El moreno sonrió. Se puso de pie y delante del rubio, se quitó en una fracción de segundo su pantalón seguido de su bóxer negro. Las mejillas del ojiazul se enrojecieron y observó detenidamente toda la perfecta anatomía de Sasuke. Naruto también se levantó y se sacó las únicas dos prendas que le quedaban. Los calzados de ambos, ya habían sido retirados con anterioridad cuando Sasuke tiró al rubio al césped mojado.

El ojinegro quedó embelesado con la vista del cuerpo desnudo de su pareja. Haría lo que fuera para que Naruto no se alejara de su larga vida y fue su momento, cuando chocó sus labios desesperadamente a los de él y juntó sus cuerpos sintiendo rozarse ambos miembros. Gimieron entre sus labios por tan exquisita caricia, los brazos del contrario se abrazaron y no dejaron de acariciarse y reconocer el cuerpo contrario.

El último vampiroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora