There you are and I run.
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Cerca de terminar el entrenamiento Lux siente un dolor fuerte de cabeza, sus manos comenzaron a temblar y a sudar, de repente una gran angustia invade su cuerpo, las palpitaciones habían incrementado y su respiración se había acelerado. Huyó hacía el vestuario esperando con desesperación que nadie lo hubiera visto; en el transcurso intentó quitarse los guantes pero al no ser capaz y fracasar su llanto creció todavía más por miedo a no poder sacárselos nunca.
Como pudo buscó entre sus cosas su tarro de pastillas, desesperado en tratar de abrirlo ignoró el hecho de que aún llevaba sus guantes puestos pero de todas formas consiguió destaparlo y tomó dos de esas pastillas.
Cuando escuchó los pasos y murmullos de sus compañeros corrió torpemente para esconderse y así calmarse, también para que las pastillas surjan efecto.
Risas y gritos resonaron en el lugar pero entre ellas pudo distinguir la voz de Pratto y al parecer preguntando por él. Siempre era Pratto. Aún temía decirle sobre sus constantes ataques, habían forjaron una amistad más allá de lo futbolístico y sus charlas eran más habituales, hasta había veces que se veían fuera de los entrenamientos y solo para pasar más tiempo el uno con el otro. Así que nunca lo mencionó y prefirió ahorrarse ese mal trago que de a poco le fue jugando en contra; cuando los ataques se dieron más frecuentes y fuertes tuvo que medicarse, forzándolo a que decidiera tomar distancia con Pratto pero éste no hacía más que buscarlo y crear excusas para hablar o verse y aunque siempre lo esquivaba de todas maneras seguía buscándolo.
Por culpa de ser como es tuvo que alejar a una de las personas más buena que conoció, que lo escuchaba, que se preocupaba por él y todo por no querer enfrentarse a si mismo. Odiaba ser así, y en su cabeza solo podía revivir los lindos momentos que pasó con Lucas, detestandose por romper con esa amistad. Su mente lo torturaba e intentaba con más pastillas ahogar ese sufrimiento.
Ya había perdido la noción del tiempo, siempre se sumergía en su mundo, no quedaba nadie en los vestidores y aprovechó para darse una ducha tomándose su tiempo en hacerlo y también en cambiarse realmente ya estaba muy cansado, sentía todo su cuerpo más pesado. Antes de salir del vestuario vuelve a tomarse una pastilla más por precaución.
Distraído iba hacía el estacionamiento, observando y rozando las paredes del lugar, cerca de llegar a su auto escuchó por lo lejos la voz de alguien llamarlo y vuelve a agitarse al darse cuenta de quien se trataba.
Podría haber entrado al auto esquivandolo pero permitió que Pratto se acercará y fingió estar distraído, como si no hubiera escuchado nada.
—Hola Germán, no te vi en los vestuarios —el delantero saludó con alegría y una tímida sonrisa.
—Estaba, estaba en kinesiología.
Pratto asintió e hizo una mueca, claramente no le creía, podía notar su nerviosismo. Como se aferraba del borde de su camiseta, como su pie se movía inquieto y su mirada permanecía en el suelo.
—Te espere para ir juntos a tomar algo —expresó animado, casi con emoción.
Emoción que sorprendió mucho a Lux.—¿Esperaste casi media hora a ver si estaba? —preguntó nervioso.
—Si, bueno como vi tu auto imagine que seguías acá así que sí.
—Perdiste tu tiempo esperándome.
—¿Por qué? tenía ganas de verte y de que salgas conmigo.
Es desconcertante para el arquero la idea de que alguien quiera, por voluntad propia, estar a su lado pasando el día y no va a ser vulnerable ante esas palabras, no puede, le parece estúpido y además prefiere seguir refugiándose y protegiéndose en su soledad. Aunque le encante la idea de estar con Lucas.
—Estoy cansado, mejor otro día.
—¿Por qué me alejas de vos? ¿Por qué ya no me hablas más? estás todo el tiempo evitándome.
Lux se sintió atacado ante aquellas preguntas, no podía ni mirarlo a los ojos, tampoco sabía que decirle como explicarle lo que de verdad pasaba, le dolió alejarse de él, claro que le dolió.
—Perdóname Lucas —susurró con la voz casi quebrada.
—No quiero que me pidas perdón, quisiera que me expliques la razón de tu cambio conmigo.
—No puedo ahora, quizás en otro momento.
Pratto solo asiente, busca una vez más la mirada de Lux pero nada y se da por vencido.
—Entonces nos vemos, bien sabés que podés hablar conmigo de cualquier cosa ¿si? —se despidió, recordándole que podía confiar en él.
Pratto se alejó dejándolo sólo nuevamente, Lux entró al auto sin más y sin esperar mucho se quebró en un llanto agónico. Sentía vergüenza de contarle todo lo que está sufriendo; de como no dormía por las noches, de los días sin poder comer y todo había empeorado cuando sufrió su cuarta lesión, la recaída fue demasiado dura para él y debido a eso tuvo que tratarse con medicamentos, como pudo logró superarlo a pasos muy lentos.
Se sentía como cuando perdió a su hermano, solo, por más gente que lo rodeará estaba incompleto, pero Lucas Pratto cambio todo.
Era extraño porque esas sensaciones que lo llenaban las había sentido nada más con su amigo Cavenaghi, que al pasar los años fue perdiendo, y ahora volvieron. Volvieron con Pratto.
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there you are ; Lux x Pratto.
FanfictionGermán Lux está pasando (de nuevo) por un mal momento y Pratto sólo quiere ayudarlo a estar bien. "te escucho llamarme, ahí estás tú". • historia chicoxchico. • minifanfic. • contenido sensible. • temas que se mencionan: ansiedad, depresión, suicidi...