𝘘𝘶𝘦𝘳𝘪𝘥𝘰 𝘋𝘪𝘢𝘳𝘪𝘰 (2)

84 13 0
                                    

Sydney

-Prometeme que lo harás - dijo la señora.

-Y que tengo que hacer, no entiendo.

-Todo, lo que sea, nadie lo podrá leer mas que tú - siguió.

-Y... ¿No puedo usar mi teléfono?.

-Bueno, el teléfono sólo te distrae, y esto es algo más terapéutico-explicó.

-Está bien.

Salí de la oficina y me sorprendió ver a Melissa, la chica que casi me mata.

-¿Melissa?- hablé, se dejo de distraer con un llavero para voltear a verme.

-Sydney, Hola.

-¿Vienes con la mujer hippi?- pregunté. Ella rió por como la acabo de llamar. Al igual, sonreí.

-Sí, así es. Tengo uno que otro problema.

-Genial... Digo, que mal- me estaba poniendo nerviosa, ¿por qué?.

-si... Hablamos luego, es mi turno.

-Claro, que estes bien, Melissa - me despedí y camine hacia el baño.

No se me ocurre nada para escribir en esta cosa.

Está clase es muy molesta, y más si el idiota de Lewis. Mire a mi mejor amiga, Dina. Es la mejor.

Salí de la clase y me dirigí a gimnasio, dónde vi a Melissa. No sabía que Melissa estaba en mi grupo, ahora que lo pienso, es muy linda, lo digo de forma amistosa, no pienses mal.

Era del equipo contrario a Dina. Lo cual, ellas dos son muy buenas en esta actividad. Me percate cuando tuve contacto visual con Melissa, ella me había visto que la estaba observando, ¡Dios, que pena!.

Me sonrió.

Igual sonreí nerviosa y giré a ver a Dina.

Las dos nos mudamos al mismo tiempo a esta ciudad, seríamos dos nuevas en esta escuela. Antes de comenzar a hablarle no tenia amigos.

Salimos por fin de la escuela, al salir vi a Melissa, ella me saludo, así que tuve que saludarla por amabilidad.

Me dirigí con Dina, y fuimos al café.

-Entonces me dijo, "¿Quién es esa chica nueva?" y le dije "Oh vamos, soy yo, Dina." - contó.

-Espera, ¿Hablas de Brad Lewis?.

-Si, además... Me invito al baile- comentó.

-Y, tu ¿aceptaste?.

-No.

Estaba desconcertada, ella con Brad, el chico odioso, ¡Carajo!.

-¿Enserio?- volví a preguntar.

-Obviamente acepte.

-Espera, ¿tuviste sexo con él?.

Comenzó a reír.

-¡Cielos!- exclame.

No me lo podía creer, bueno, Dina se quito los frenillos y le crecieron las bubis.

-Perdiste la virginidad, con ¿Brad Lewis?- dije.

-Shhh.

-Al menos, usaron cóndon, porque..

-Si.

-Y, ¿son novios o algo así?- pregunté.

-Aún no lo definimos. Me gusta mucho, sólo... Dale una oportunidad.

-Sí. Claro- respondí.

La campana sonó, alguien más entró, vi que venía Melissa, y detrás de ella, Brad.

Aggh.

Mis ojos dejaron de ver a Brad y se enfocaron con Melissa, quien pedía un batido.

-Tienes una sonrisa boba- habló Deni.

-¿Ah?.

-Sydney, acabas de sonreír como boba- repitió.

-¿Qué?. Claro que no.

Comenzó a reír.

-Y, es por Melissa Berlusconi, la chica italiana - dijo mientras reía.

-No, claro que no.

-Vamos. Dime que ella te gusta un poco- comentó.

Volví a negar.

Y llegó Brad, se sentó a un lado de Dina, la beso.

-Hola bebé - la saludo él.

-Hola bebé - contestó Dina.

Dios. Los dos se llaman bebé.

-Hola, Syd.

-Brad- dije.

-Jesus, ¿alguna vez sonríes?.

No hoy

Seguía comiendo de mis papa fritas.

-Y, ¿que decidimos? - llegó Dina.

-Lo que quieras, bebé.

Por favor, basta

Ese maldito apodo me enojaba.

¿Alguna vez te callas?.
Quita esa engreída sonrisa.
¡Basta!.

Vi como sangre salía de su nariz mientras el hablaba.

Espera, ¿que?

Estaba asustada, que mierda acaba de pasar, tome mi mochila y salí del café.

Escuché la voz de Melissa atrás. Mas no giré a verla. Sólo quería irme lejos de ese lugar.

Así esta la cosa.
Hoy casi me convenzo que hice sangrar a Brad con mi mente, sí.
No quiero perder a mi única mejor amiga, si él la hace feliz, supongo que está bien.

-Hey, Syd.

Giré a ver al chico que me ha nombrando.

Stanley Baber

-se me durmio la pierna, espera- dicho eso comenzó a estirarse. Era un poco incomodo hablar con él. - ¿puedo caminar contigo?.

-Si, ¿por qué no? - respondí sin interés.

Comenzamos a caminar, y él hablaba de por qué no usa zapatos. Y sobre la música de bruja sangrienta.







𝑬𝒔𝒕𝒂 𝒎𝒊𝒆𝒓𝒅𝒂 𝒏𝒐𝒔 𝒔𝒖𝒑𝒆𝒓𝒂 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora